“No tuve más relación con ellos, ni con la madre ni con las hermanas de Sebastián. Los lazos se quebraron por completo. No nos volvimos a ver los domingos, ni en pascuas ni años nuevos”.
De esta forma, en una entrevista en la edición de relanzamiento de la revista Caras que saldrá a la venta el lunes 3 de abril, Natalia Compagnon habla de su quiebre con la familia de la expresidenta Michelle Bachelet.
En la extensa nota hace alusión a las acciones legales que ha emprendido en contra de Sebastián Dávalos, con acusaciones cruzadas en medio de una disputa patrimonial.
Este año se conoció que la exsocia de Caval inició una causa por violencia intrafamiliar en contra de su aún esposo e hijo mayor de la exmandataria. Por otro lado, podrá permanecer, junto a sus dos hijos y nietos de Bachelet, en el inmueble que habita en la comuna de La Reina y que fue vendido por Dávalos a su pareja María José Cordero, en una transacción que algunos sospechan sería “simulada”.
“Sebastián no entendió (…) Con mis hijos no vas a jugar”, señaló Compagnon en la entrevista a la que La Tercera tuvo acceso en su totalidad.
La mujer se ha visto enfrentada a los medios desde el 6 de febrero de 2015, cuando fue publicado el reportaje “Un negocio Caval” en la revista Qué Pasa, con los pormenores de la venta de un terreno al empresario Hugo Silva a un precio de $ 9.500 millones. El negocio fue ejecutado por la Empresa Exportadora y de Gestión Caval Ltda., que ella controlaba en sociedad con Mauricio Valero.
“Hicimos un negocio y no se dio como esperábamos. Reconozco que quizá porque era más joven, osada y temeraria en mi actuar no asumí los riesgos. Tampoco supimos manejarlo porque había un tema político”, planteó aludiendo el caso.
En la entrevista a Caras, se menciona que habría existido un mandato de evitar la exposición y guardar silencio en medio del escándalo para proteger a la “jefa”, la expresidenta Bachelet, que entonces no completaba el primer año de su segundo gobierno.
El bajo perfil lo mantuvo Compagnon hasta que se alejó de Dávalos e inició su disputa legal con el otrora director del Área Sociocultural de la Presidencia.
“Nunca quise que esto terminara mal, por eso tampoco nunca antes lo demandé (a Sebastián Dávalos), porque sabía que podía rebotarle a su madre. Siempre me las arreglé como pude y guardé silencio hasta que tocaron a mis hijos”, señaló.
Sobre Bachelet contó que se fue distanciando de ella de forma natural.
“Ambas mantuvimos nuestro metro cuadrado, dejé de verla. Hubo un alejamiento. A la que había que proteger era a ella. Y fue lo que se hizo”, contó.