La fiscal regional de Tarapacá, Trinidad Steinert, y el subdirector de Investigación Policial y Criminalística de la Policía de Investigaciones, prefecto general Hugo Haeger, lideraron un operativo que se desarrolló desde la madrugada de este jueves, con más de 500 detectives de distintas unidades del país que allanaron 60 domicilios en Iquique y Alto Hospicio, logrando detener a 40 personas.
“Fue una investigación ardua que se inició con el triple homicidio ocurrido a comienzos de abril de este año, cerca del ‘cementerio de perros´ en Alto Hospicio, y que congregó a fiscales, abogados y analistas que conforman los equipos de ECOH y SACFI en esta región, quienes, junto a la Brigada de Homicidios, descubrieron que detrás de este terrible homicidio había toda una organización de sujetos extranjeros, que desde el año 2022 se instalaron en una toma de dicha comuna. Allí ejercieron un control territorial implacable sobre una población vulnerable principalmente conformada por personas migrantes irregulares, que eran víctimas de robos, amenazas y extorsiones, entre otros delitos, con el fin de mantener su negocio criminal”, detalló la fiscal Steinert.
Controlaban la toma Fortaleza Unida
Esta banda de ciudadanos colombianos ejercía el control territorial en la toma Fortaleza Unida, en el sector El Boro, atribuyéndose la propiedad de gran parte de los terrenos del lugar, por los que obligaban a ejecutar pagos a las personas migrantes que llegaban a vivir allí.
“Así, durante más de dos años, la asociación logró lucrarse a través de robos y extorsiones vinculadas a venta de terrenos y cobros de cuotas mensuales, manteniendo el silencio de la comunidad ante el temor que imponían, lo que les permitió además mantener un lugar seguro para coordinar otras actividades ilícitas, como es el tráfico de grandes cantidades de droga que iban destinadas al resto del país, pero que eran ocultas al interior de las tomas”, explicó la persecutora.
La investigación fue desarrollada por personal del Sistema de Análisis Criminal y Focos Investigativos (SACFI) de la Fiscalía de Tarapacá, el Equipo contra el Crimen Organizado y Homicidios (ECOH) con participación de las unidades MT0 de Iquique y Alto Hospicio y Brianco de la PDI Iquique.
Extorsiones, robos, secuestros y homicidios
De acuerdo al trabajo investigativo, esta asociación habría participado en varios homicidios y “ejecuciones” ocurridas dentro de la toma, debido a rencillas producto de los ilícitos.
Se indaga la responsabilidad del grupo en a lo menos seis homicidios y una de las víctimas permanece desaparecida. Además, a la agrupación se le atribuye participación en otros 18 delitos de amenazas, extorsiones, robo con violencia e intimidación, robos con secuestros y tráfico de drogas, entre otros.
La banda logró también el control del microtráfico de drogas en el sector de la Feria Monumental y el “barrio colombiano” de Iquique.
En el procedimiento se incautaron siete armas de fuego, numerosas municiones 9 milímetros, droga y más de 11 millones de pesos en efectivo.
El “Camaleón”
Uno de los líderes de la agrupación sería un ciudadano colombiano apodado “Camaleón”, que se presentaba como “el dueño” de la toma Fortaleza Unida y se jactaba de pertenecer a la agrupación criminal de su país denominada Los Shottas, un grupo de exparamilitares que se instaló en el puerto de Buenaventura y que debe su nombre a la forma en que coloquialmente se llama a los gánster en Jamaica.
Francisco Javier Cundumi Rodríguez escapó de Chile cuando avanzaron las diligencias por el triple homicidio y actualmente se encuentra detenido en Colombia por otro delito.
Según medios de Buenaventura, el sujeto fue apresado a mediados de agosto por la Policía Nacional de Colombia al intentar concretar un millonario robo a la salida de una sucursal bancaria.