Esposado, micrófono en mano, el histórico líder de la Coordinadora Arauco Malleco (CAM), Héctor Llaitul, habló este martes en la primera jornada del juicio oral que se desarrolla en su contra tras su formalización por una serie de delitos hace 565 días.
La Fiscalía de Alta Complejidad de La Araucanía busca obtener penas que sumarían 25 años de presidio para el comunero al que se le imputan delitos de incitación y apología a la violencia contemplados en la Ley de Seguridad del Estado, usurpación, hurto de madera y atentado a la autoridad.
Para fundamentar sus acusaciones cuentan con el testimonio de 20 testigos, cinco de ellos en carácter de protegidos.
A las 09.00 horas de este martes se inició la audiencia en el Tribunal Oral en lo Penal de Temuco, presidido por la magistrada Rocío Pinilla.
Acusación consigna medio centenar de hechos de violencia en dos años tras llamado de Llaitul
Tras resolver una serie de incidentes presentados por la defensa de Héctor Llaitul, se dio a conocer la acusación del Ministerio Público por cinco hechos, entre los que figuran los llamados que hizo el imputado a la lucha armada a partir del 8 de enero de 2021. Según la indagatoria, tras esos llamados se produjeron hechos violentos en cuatro regiones del sur del país.
“Luego de una serie de declaraciones vertidas por usted, se registraron aproximadamente 54 hechos de violencia, consistentes en ataques incendiarios que se extienden desde enero de 2020 hasta mayo de 2022 y abarca las regiones del Biobío, La Araucanía, Los Ríos y los Lagos, en cuyos sitios del suceso se han encontrado evidencia documental y de carácter adjudicatario alusiva a la Coordinadora Arauco Malleco”, dice la acusación de la que dio cuenta la magistrada.
Fiscal dice que “hacía mucho más que un llamamiento”
Por su parte, el fiscal regional de La Araucanía, Roberto Garrido, indicó que uno de los elementos con que se trabajó la investigación corresponde a información recuperada del teléfono del imputado.
“Nos entregó insumos en término de ratificar la conducción relativa a las acciones que se le están atribuyendo y en consecuencia todos esos elementos de prueba van a ser presentados en su oportunidad a través del juicio. Los elementos, como lo manifestamos en nuestro alegato, apuntan a demostrar que el imputado hacía mucho más que un llamamiento a las comunidades, sino que más bien estaba detrás de decisiones que son relevantes para poder concretar las acciones de violencia y los sabotajes como él los denomina. Hablamos con la certeza que hemos reunido una serie de antecedentes que demuestran que el imputado incurrió en las conductas”, sostuvo el persecutor.
La abogada Josefa Ainardi Delgado, defensora de Héctor Llaitul, en su alegato de apertura, insistió que “aquí existe una identidad cultural, una pertenencia a un grupo cultural que difiere de la hegemonía de las personas no mapuche”.
“Nosotros como chilenos no mapuches, podemos entender cierta cultura, pero no podemos imponer una cultura a miembros o integrantes de otros pueblos que además son ancestrales y que están siendo reconocidos de manera progresiva en la normativa internacional como es el derecho humano. No es cualquier derecho, es un derecho humano. Aquí quiero hacer un punto sobre la igualdad, la igualdad no es mecánica, en este caso debemos aplicar una igualdad relativa como se hace también como para las mujeres, en cuanto a hacer una aplicación con perspectiva de género. En este caso también para lograr una igualdad debemos hacer una aplicación de pertinencia cultural”, sostuvo la abogada.