En prisión preventiva quedaron los 18 imputados por el asalto a una sucursal de Brinks en Rancagua, cometido el 16 de agosto. Entre ese listado figura Luis David Candia Abrigo, sujeto de 25 años que registra domicilio en Pudahuel.
De acuerdo a los antecedentes analizados por La Tercera, este sujeto es hijo David Christian Candia Carreño, uno de los detenidos por el robo del siglo de 2020. Candia Carreño fue detenido en octubre de 2020, mientras cenaba con un grupo de amigos en Ñuñoa. Esa vez, según reportes de prensa, había arrendado un lugar de mariscos, donde pidió “no ser molestado por otros clientes”.
Esa vez, fue la Policía de Investigaciones la que llegó hasta el recinto para detener al sujeto, quien debía portar una tobillera electrónica por una medida cautelar anterior. Sin embargo, no lo hacía. De acuerdo a la fiscalía de ese entonces, Candia Carreño habría mantenido contacto con personas que trabajaban en el terminal aéreo para obtener información privilegiada del interior de la terminal. Se le imputaron los delitos de robo con violencia e intimidación, receptación de vehículo motorizado, receptación de placa patente, daños simples y conducción con placa patente distinta a la que corresponde.
En ese robo, cometido en marzo de 2020, un grupo de 20 sujetos sustrajo 15 millones de dólares desde la terminal aérea. Candia Carreño fue condenado a 8 años y dos días en un juicio abreviado por robo con violencia e intimidación y receptación de vehículo motorizado. El juicio oral contra el resto de los sujetos partirá en octubre de este año.
La detención de Candia Abrigo
Candia Abrigo fue uno de los sujetos que, de acuerdo a la fiscalía, llegó hasta las dependencias de Brinks para cometer el asalto. Fue detenido en ese mismo viernes por personal de Carabineros en Camino San Ramón frente a unos canales de regadío. Al ser llevado a constatar lesiones hasta el hospital regional se reportó que presentaba lesiones graves.
Carabineros, en el parte de la detención, señaló que fue encontrado con armamento al momento de la detención. En específico, mantenía una pistola Glock. Fue hallado bajo un árbol de zarzamora, “completamente mojado, agitado y vestido de negro”. “Tranquilo no voy a disparar”, habría dicho el sujeto una vez que el policía que lo detuvo lo apuntó con su arma de fuego.
“Una vez que se acercó a mi persona, procedí a realizar la reducción de seguridad del individuo previa lectura de sus derechos que le asisten en calidad de detenido, realizando su esposamiento con mis esposas institucionales”, señaló el uniformado.
“Mi cabo, me duele la espalda al parecer me llego un disparo”, le dijo el imputado al Carabinero previo a la detención. Sin embargo, no mantenía heridas por disparos, dice el informe de la fiscalía. Al sujeto se le incautaron municiones, un teléfono celular y $90 mil en efectivo.
El sujeto cuenta con amplio prontuario: robo en Bienes Nacionales de 2013, robo en lugar no habitado de 2014, receptación de 2014, robo con violencia de 2015, conducción bajo la influencia del alcohol de 2018 y una denuncia por violencia intrafamiliar de 2019. Eso sí, no tenía causas pendientes.