Una segunda ola más contagiosa que la primera -que golpeó a las naciones europeas durante la primavera-, está causando graves colapsos hospitalarios por el incremento de pacientes en la UCI por Covid-19. Las camas ya escasean, al igual que el personal médico que no alcanza para la cantidad de enfermos. Con este escenario crítico y un panorama mucho más amenazante para el invierno que se avecina, los países de Europa intentan aumentar sus capacidades en los hospitales, o simplemente transferir sus pacientes a naciones vecinas.
La gravedad del asunto ha llegado a tal punto que los hospitales en Italia reportan filas de ambulancias estacionadas fuera de los recintos de salud a la espera de camas disponibles. Filippo Anelli, director de la asociación nacional de médicos de Italia, ha alertado que con la tasa de infección actual, pronto no habrá suficientes médicos para todos los enfermos. El país tiene un total de 11.000 camas UCI, pero solo suficientes anestesiólogos para 5.000 pacientes. Hasta este lunes estaban llenas 2.849 camas UCI en todo el país, 100 más que el día anterior.
Con el correr de los días más europeos están gravemente enfermos por el coronavirus, según muestran los datos de los hospitales de 21 países, del Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC), superando los peores días de marzo-abril.
Según datos recabados por The New York Times, el peak de ocupación de camas UCI promediado en estos 21 países europeos durante la primavera fue de 31 pacientes UCI cada 100.000 habitantes. Hoy esa cifra se sitúa en 37. Países como Francia, Italia y España tienen una cifra de 42-43 pacientes graves por Covid-19 cada 100 mil personas. Pero la peor parte se la llevan los países de Europa del Este. República Checa lidera la lista con 77 pacientes, mientras Hungría, Polonia, Eslovenia y Bulgaria le siguen con cifras desde 56 hasta 49 internados.
La situación en Milán
El capital empresarial de Italia se ha convertido en el foco de la segunda ola de la pandemia, con un exponencial aumento en las infecciones, hospitalizaciones y muertes relacionadas al Covid-19. Según han reportado los medios que han estado en el lugar, los hospitales de Milán se están quedando sin camas incluso luego de que se reconvirtieran salas y se suspendieran los procedimientos no urgentes. Además de las filas de ambulancias, también se mantienen las camillas en pasillos llenos ante la falta de lugar para acoger a los enfermos.
Un crematorio de Milán dejó de aceptar cuerpos de no residentes que mueren en la ciudad, ya que alertó que no podía mantenerse al día con el número de muertes, y se reabrió un hospital temporal establecido en abril. Este hospital temporal trató solo a 23 pacientes en la primavera, debido a la ayuda que significó el estricto cierre nacional que se decretó en esa fecha. Sin embargo, esta semana el hospital de 155 camas de cuidados intensivos tuvo 37 pacientes.
El viernes pasado, el gobierno cerró Milán y la región circundante de Lombardía, junto con tres de las otras 20 regiones de Italia. Son las llamadas “zonas rojas”, donde la libertad de movimiento está ampliamente restringida.
En otros países como Francia y Holanda, los pacientes están siendo evacuados a unidades de cuidados intensivos en Alemania, aunque los médicos alemanes dicen que ya están viendo cómo el número de camas libres disminuye rápidamente.
Solo en las últimas dos semanas, la cantidad de pacientes con Covid-19 tratados en las UCI en Alemania casi se ha triplicado, de 943 a 2.546. Alemania tiene alrededor de 34,5 camas de UCI por cada 100.000 habitantes, sin incluir la reserva de emergencia. Italia, en tanto, tiene 10, mientras que Francia tiene 16.
“Cuando a una ciudad de millones solo le quedan 80, 90 camas, eso puede ser una masa crítica, porque no solo tienes Covid-19, también hay accidentes de tráfico, ataques cardíacos, embolias pulmonares, etc.”, dijo a The Associated Press, el Dr. Uwe Janssens, director de la Asociación Interdisciplinaria de Alemania para Cuidados Intensivos y Medicina de Emergencia.
A fines de octubre la Unión Europea destinó 220 millones de euros (US$ 257 millones) para financiar el traslado de pacientes de Covid-19 a través de sus fronteras para evitar que los sistemas hospitalarios en el bloque colapsen.
En Francia, la aplicación gubernamental de rastreo del coronavirus indica que la capacidad de cuidados intensivos ocupada por los pacientes con Covid-19 es de un 92,5%, a medida que sigue aumentando. Por ello, se decidió posponer las cirugías que no son de emergencia.
En Suiza, en tanto, las autoridades aprobaron el despliegue de hasta 2.500 militares para ayudar a los hospitales a manejar las crecientes infecciones, mientras que en Bélgica la escasez de personal ha llevado a algunos hospitales a pedir a los médicos y enfermeras que dieron positivo por el virus pero que no presentan síntomas, que sigan trabajando.
La actual ola de infección en Europa responde a la relativa normalidad que experimentó durante este verano, con amplias aperturas y relajamiento de las medidas sanitarias. Mientras el virus seguía propagándose, aunque a una menor velocidad, los viajeros europeos se movieron sin demasiados problemas por el continente, los estudiantes universitarios regresaron a los campus y se reanudaron muchas reuniones sociales.
Europa del Este
Los países del Este registran cifras hasta cinco veces mayores a las de marzo-abril, puesto que estas naciones se salvaron de la primera ola. Polonia, por ejemplo, que suma 593.592 contagios, registra un promedio en la última semana de 24.666 casos diarios. Durante la primavera el país no superó los 500 al día. República Checa, en tanto, promedia 10.452 casos diarios en una semana, mientras que en la primera ola no superó los 300. Sobre los pacientes en la UCI, el 12 de abril eran 100 pacientes hospitalizados por Covid-19, y el 1 de noviembre se reportaron 1.163.
Ante este amargo panorama, a fines del mes pasado, las tropas de la Guardia Nacional de Estados Unidos con formación médica llegaron a República Checa para trabajar junto a los médicos del país. Además, el alcalde de Praga, Zdenek Hrib, que tiene título médico, se ofreció como voluntario para ayudar a realizar los primeros análisis de los posibles pacientes de coronavirus en un hospital.
Hungría advirtió que su UCI se quedaría sin espacio en diciembre en el peor de los casos. Hasta el 1 de noviembre, el país contaba con 306 pacientes en la UCI. El peak había sido el 14 de mayo con 49 pacientes hospitalizados, según las cifras de Our World in Data.
La cruda realidad de la pandemia en Europa ha generado que los países se estén entregando cada vez más a la medida más “dolorosa”: el reconfinamiento estricto. Así ya lo han hecho Francia, España y Reino Unido.