Los incendios que afectan a diferentes regiones del país han dejado a su paso miles de viviendas destruidas, cientos de familias damnificadas, más de un centenar de fallecidos y personas que aún no han podido ser ubicadas. Pero además de esto, como revela una análisis realizado por Fundación Kennedy, los siniestros también han provocados daños importantes en 46 humedales en tres regiones del país.
De acuerdo al detalle al que accedió La Tercera, se trata de espacios protegidos en las regiones de Valparaíso (20), en O’Higgins (16) y en La Araucanía (10), y cuyo daño también genera efectos adversos para la población, pues como detalla Bianca Pereira, asistente de proyectos de la mencionada fundación, se genera un “desequilibrio, aumentando la escorrentía y la erosión de los terrenos, lo que repercute directamente en la condición de los suelos y su degradación”.
Y con esto, en definitiva, se pierden espacios de encuentro, de recreación, pero también procesos ecológicos que son vitales para el almacenamiento, filtrado y disposición de agua limpia. Asimismo, se deja de contar con un “apoyo de amortiguación” de desastres como marejadas, inundaciones o sequías, y también ingresos económicos, ya que muchos humedales se utilizan para obtener dividendos del turismo naturaleza.
“Los incendios repercuten en la calidad del agua, pues la relación entre los diversos parámetros que normalmente se evalúan en cuanto a calidad (oxígeno disuelto, pH, salinidad, entre otros), dependen en gran medida de la presencia de la vegetación hidrófita del humedal (que producto de las llamas habría sido consumida) así como la regulación de los procesos ecológicos. El natural aumento de sedimentación también repercute en la calidad del agua así como la disminución de los procesos de filtración natural que proveen la vegetación”, señalaron desde la fundación.
Es por esto que, según manifestó Pereira, los siniestros registrados podrían haber generado la pérdida total de estas zonas o una afectación que podría tardar más de 10 años en ser reparada.
Pero además de los efectos señalados, explica la ingeniera forestal, también tiene una repercusión directa en la mantención de flora y fauna que ya se encontraba bajo amenaza producto del crecimiento de las ciudades, y que habitan y crecen en humedales.
Por ejemplo, en la Región de Valparaíso quedan en un escenario más complejo especies consideradas “vulnerables” o “en peligro” como: Jubaea chilensis (palma chilena), Octodon lunatus (degú costino), Rhinella Arunco (sapo de rulo), Calyptocephalella gayi (rana chilena), Leopardus guigna (guiña), Bombus dahlbomii (abejorro chileno), y Alstroemeria diluta (lirio de campo).
“La recuperación de estos espacios es supercompleja y, si bien la naturaleza es superresiliente, porque si uno deja ‘tranquilo’ un ecosistema va a tender a recuperarse, es necesario que también garanticemos condiciones mínimas para que esa recuperación ocurra y que haya control sobre situaciones problemáticas que generan presión, como regular las plantaciones forestales, controlar la invasión de especies exóticas, la disposición de residuos. Esto se debe tener en consideración porque las pérdidas son abrumadoras”, comentó la profesional.
Con miras a las labores que vienen, Pereira recalcó la importancia de contar con mejores diseños territoriales, para que así, en caso de que vuelvan a ocurrir este tipo de emergencias, la afección, en todos los sentidos, sea mucho mejor.
“Hay una gran falencia en Chile respecto de la planificación territorial, que hoy se limita a la zonas urbanas sin considerar las zonas periurbanas que muchas veces quedan desprotegidas ante múltiples amenazas como lo ocurrido ahora con los incendios. Avanzar en temas de planificación territorial incorporando a los planes reguladores las zonas de riesgo y los ecosistemas naturales nos permitirá también tener mayor control de desastres”, subrayó.
Y complementó: “Es fundamental hacer estas regulaciones a nivel normativo para que se fije protección de estos ecosistemas y no haya cambios de uso de suelo desregulado”.
Humedales afectados en la Región de Valparaíso
De acuerdo con los datos aportados por Fundación Kennedy, son 20 los humedales afectados en la región:
- Estero Las Tablas
- Estero Marga marga
- Estero Quilpué
- Estero Margarita
- Estero Reñaca
- Estero Aranda
- Lago Peñuelas
- Tranque Jardín Botánico
- Quebrada el Quiteno
- Quebrada El Patagual
- Quebrada San Antonio
- Quebrada Carretón
- Quebrada Los Ratones
- Quebrada Los Lirios
- Quebrada Salto de Agua
- Quebrada La Matanza
- Quebrada El Durazno
- Embalse La Invernada
- Embalse de la Luz
- Embalse Los Rulos
Humedales afectados en la Región de O’Higgins
De acuerdo con los datos aportados por Fundación Kennedy, son 16 los humedales afectados en la región:
- Quebrada Pitihues
- Quebrada de Varillas
- Quebrada San Miguel
- Quebrada La Aguada
- Estero de Mallermo
- Quebrada Maitencillo
- Estero Navidad
- Quebrada sin nombre
- Quebrada Pataguilla
- Quebrada El Maitén
- Quebrada de La Madera
- Quebrada de La Vieja
- Río Rapel
- Embalse sin nombre
- Laguna sin nombre
- Laguna sin nombre
Humedales afectados en la Región de La Araucanía
De acuerdo con los datos aportados por Fundación Kennedy, son 10 los humedales afectados en la región:
- Quebrada Infiernillos
- Río Renaico
- Estero Pitruco
- Estero Mañoso
- Estero Malal
- Estero Rincón de Los Chanchos
- Estero Las Toscas
- Estero sin nombre
- Laguna Malal
- Laguna sin nombre