La desconocida denuncia contra un exsacerdote de los Legionarios de Cristo

Imagen-A_UNO_165656WEB

Este caso se conoció tras la incautación que la fiscalía hizo en 2018 de expedientes por posibles delitos sexuales en el Arzobispado de Santiago. El incidente habría ocurrido en 2007 y apunta al entonces presbítero brasileño Rainério Wenzel , en el Colegio Cumbres, de Santiago. La congregación comprometió una "investigación a fondo".


Agotaron todos los medios para que sacaran del Colegio Cumbres, ubicado en Las Condes, al sacerdote brasileño Rainério Wenzel de la Congregación Legionarios de Cristo, quien presuntamente abusó de sus hijas en 2006, pero sin obtener respuestas. Por eso, las familias de dos alumnas optaron, en 2007, por pedir ayuda a otra instancia. Y enviaron cartas al Arzobispado de Santiago.

Este caso es uno de los cerca de 40 expedientes que encontró el hoy suspendido fiscal regional de O'Higgins, Emiliano Arias, en la Iglesia de Santiago, cuando allanó sus dependencias, el 12 de julio de 2018.

En ese momento, el persecutor lideraba las investigaciones por abusos sexuales en la Iglesia. Sin embargo, tras ser suspendido del cargo, en mayo pasado -por una denuncia de presuntas irregularidades en la tramitación de casos-, las investigaciones en contra de religiosos fueron trasladadas a la Fiscalía Metropolitana Centro Norte.

Allí está radicada actualmente la investigación del hecho que involucra a Wenzel. La Tercera consultó a los Legionarios de Cristo. La congregación respondió, mediante un escrito, que "a raíz de documentos confiscados por la fiscalía a la Arquidiócesis de Santiago, la policía a cargo de la investigación interrogó, en marzo de 2019, a los Legionarios de Cristo sobre una queja por comportamiento contra una persona menor de edad en 2007, por parte del entonces P. Rainério Wenzel. La congregación mantiene su total disposición a cooperar con las autoridades, tanto civiles como eclesiásticas".

Además, informaron que "el director territorial de los Legionarios de Cristo en Chile ha decidido investigar a fondo tanto el actuar de la persona de Rainério Wenzel como el de la congregación en Chile en aquel entonces".

Respecto de este caso, la Congregación de Legionarios de Cristo también destacó que "conscientes del compromiso que tenemos como Iglesia, y por nuestra historia institucional, estamos firmemente comprometidos con el cuidado y la protección de cada uno de los niños y jóvenes que participan en nuestras actividades".

Añadieron que "desde 2015 hemos implementado una exigente Política de Ambientes Seguros, que consta de medidas integradas de prevención, formación continua, códigos de conducta y protocolos de actuación inmediata en el caso de denuncias, entre otros. Cualquiera que tuviese información sobre este u otros casos de los Legionarios de Cristo pedimos que contacten a nuestro encargado de ambientes seguros en Chile, además de informar a las autoridades".

Las cartas

Rainério Wenzel tiene actualmente 51 años. Entró al noviciado de los Legionarios de Cristo en 1987 y fue ordenado sacerdote en 2000. Trabajó en Chile entre 2001 y 2007. Sin embargo, ya no es religioso. "Después de pedir la dispensa sacerdotal, dejó el sacerdocio y la Congregación de los Legionarios de Cristo en diciembre de 2016", indicó la orden.

Una de las cartas que encontró el Ministerio Público relativas al exsacerdote fue dirigida a Cristián Contreras, obispo auxiliar de Santiago de aquella época. Está fechada el 5 de septiembre de 2007. "Estimado monseñor Contreras, con mucho respeto hemos querido presentarle hechos conocidos por usted relacionados con una triste experiencia de nuestra hija con el sacerdote Rainério Wenzel, en agosto de 2006", comienza la misiva.

"Hemos agotado todos los medios internos para lograr la salida de este sacerdote del Colegio Cumbres, sin éxito. Lo intentamos, dada nuestra relación con la Legión, y no lo hemos logrado", expusieron los apoderados.

Explicaron que su hija "siente repugnancia y asco hacia este sacerdote" y "que no es sano exponer a una niña a encontrarse permanentemente con este padre en las actividades del colegio".

Agregaron que "nos hemos enterado que usted solicitó conversar con nosotros por la celebración de una eucaristía en el colegio, cosa que nadie nos transmitió. Este hecho incentivó a que le presentáramos el caso". Terminaron la carta señalando que "esperamos que se puedan tomar las medidas correspondientes".

Pero esta no fue la única misiva enviada a un obispo auxiliar de Santiago. Meses antes, el 7 de junio de 2007, también lo hizo la otra familia del Colegio Cumbres.

"En relación a la reunión que sostuvimos con usted, mi señora y yo, el jueves 31 de mayo, queremos agradecerle la gentileza que ha tenido de recibirnos. A continuación describimos una cronología de los hechos ocurridos con nuestra hija y su amiga, con el sacerdote Wenzel, el 22 de agosto de 2006", señalaron.

Detallaron que ese día, después de terminar las clases, cerca de las 15.30, su hija y una compañera de ella fueron a visitar a su oficina a Wenzel para pedirle "recortes de hostias". Dijeron que era algo que hacían habitualmente las niñas. Según los padres, Wenzel las invitó a otra oficina en el segundo piso. Ahí, según el escrito, el entonces sacerdote cerró la puerta, sentó a una de las niñas en sus rodillas y comenzó a hacerle tocaciones en varias partes del cuerpo. Señalaron que ambas niñas trataron de salir de la oficina, mientras el presbítero les insistía que se quedaran.

Reacción en 2007

Lo padres de una de las menores detallaron, también en su carta al obispo, que pidieron una reunión en forma separada, ambos matrimonios, con el sacerdote Alfredo Márquez, a quien identificaron como el rector del Colegio Cumbres Masculino de esa época, y con la entonces directora del Cumbres Femenino, Araceli Delgado. "Nos pareció que la opinión de Miss Araceli fue más cauta y trató de bajarle el perfil a la grave situación producida. Nos manifestó que nuestra hija no comentara con nadie lo sucedido, menos con su directora espiritual, que es una consagrada muy joven, la que no sabría cómo tratar el tema", dijeron en la misiva.

Agregaron en su carta que Márquez les señaló que Rainério negó los hechos y que "no tiene razones fundadas para no creerle", por lo que no lo sacaría del colegio. Según el escrito, les habría indicado que "nosotros éramos libres de retirar a nuestros niños".

Consultado el prelado Cristián Contreras, actual obispo de Melipilla, sobre esas cartas, indicó que "honestamente, no recuerdo a estas familias; primero, porque no teníamos nada que ver con el colegio. Es probable que haya llegado alguna señal de un caso similar. Si fue así, se tiene que haber ido directamente a las autoridades del sacerdote, vale decir, a los superiores de los Legionarios de Cristo, que deben tomar las medidas, porque ellos no trabajan para el Arzobispado de Santiago".

Agregó que "cualquier persona que iba a conversar conmigo, yo la atendía y tratábamos de ver una solución".

Comenta

Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.