Este martes se dio a conocer el Reporte Anual 2023 Homicidios en Chile, elaborado por la División de Estudios, Evaluación, Control y Desarrollo de la Gestión con el apoyo de las Unidades Especializadas en Género, Crimen Organizado y Drogas, Responsabilidad Penal Adolescente y Derechos Humanos de la Fiscalía Nacional.
“Contar con información confiable es de vital importancia para el diseño e implementación de las políticas públicas necesarias para el enfrentamiento de los fenómenos delictivos”, destaca en el reporte de 101 páginas, Ana María Morales Peillard, gerenta de la División de Estudios del Ministerio Público.
El análisis indica que durante el año pasado se registraron 3670 casos de homicidios con 4878 víctimas en total. De ese total de víctimas, 3631 corresponden a víctimas no consumadas (74%) y 1247 a víctimas que fallecieron a causa del delito (26%). En términos de tasa, en 2023 hubo 6,3 víctimas de homicidios consumados cada 100 mil habitantes, lo que representa un descenso de 6% respecto a 2022, en que dicha tasa se elevó a 6,7.
Se trata de datos coincidentes con los consignados en el Informe Nacional de Víctimas de Homicidios Consumados en Chile, correspondiente al año 2023, que fue divulgado en abril.
Fiscalía Centro Norte tiene el mayor número de víctimas
De acuerdo al reporte del Ministerio Público dado a conocer este martes, la Fiscalía Regional Metropolitana Centro Norte es aquella que concentra el mayor número de víctimas de homicidios consumados durante 2023 (18%). En las 14 comunas en las que tiene competencia esa fiscalía, Santiago, Estación Central, Quinta Normal, Independencia, Recoleta, Cerro Navia, Lo Prado, Renca, Conchalí, Quilicura, Huechuraba, Colina, Lampa y Tiltil, se contabilizaron 230 víctimas de homicidios consumados el año pasado, 19 menos que en 2022.
Le sigue la Fiscalía Metropolitana Sur (12,4%), Fiscalía Regional de Valparaíso (11%) y Fiscalía Regional del Biobío (9%).
En tanto, las comunas con las más altas frecuencias de víctimas de homicidios consumados son: Santiago (66 víctimas), Puente Alto (35 víctimas), San Bernardo (34 víctimas), Viña del Mar (34 víctimas) y Antofagasta (32 víctimas).
De las diez comunas con mayor frecuencia de víctimas de homicidio durante 2022, solo disminuyeron Arica (-29%), Valparaíso (-12%) y Recoleta (-25%). Santiago registró la misma frecuencia de víctimas de homicidios tanto en 2022 como en 2023.
El reporte indica además que la mayoría de las víctimas de homicidio se concentran en el rango etario de entre 30 y 49 años (44%) y se trata principalmente de hombres (79%).
Mayor parte de víctimas extranjeras son de Venezuela y Colombia
En cuanto a la nacionalidad de las víctimas, el 16% (200) corresponden a víctimas extranjeras, lo que significa un descenso de 9% respecto a 2022, año en que se registraron 219 víctimas extranjeras. Aun así, la proporción de extranjeros se mantiene estable en ambos años en un 16%. En su mayoría son personas originarias de Venezuela y Colombia, nacionalidades que concentran el 66% del total de víctimas extranjeras
El arma de fuego fue el principal medio para la ejecución de los homicidios (52%), seguida por el arma blanca (31%). No obstante, de ambos medios disminuyó respecto a 2022, en 9% y 7% respectivamente.
Las comunas que concentraron la mayor cantidad de víctimas de homicidios por arma de fuego fueron La Pintana, Recoleta y Santiago.
Crimen organizado
El informe indica también que del total de víctimas de 2023, el 17% corresponde a víctimas de homicidios cometidos en contexto de crimen organizado (208 personas). El año anterior, dicha proporción alcanzó el 18%.
Las Fiscalías Regionales de Tarapacá (34,9%), Arica y Parinacota (31,3%) y Fiscalía Regional Metropolitana Sur (28,6%) son las que concentran la mayor cantidad de víctimas de homicidio en contexto de crimen organizado.
Las comunas que presentaron mayor prevalencia de homicidios vinculados a crimen organizado fueron: Quilpué (75%), Lampa (37%), Pudahuel (32%), Arica (31%), La Pintana (31%) y Alto Hospicio (29%).
El 30% de las víctimas extranjeras se encuentra asociada a criminalidad organizada, mientras que el 14% de las víctimas chilenas puede asociarse a dicho contexto.
La Unidad Especializada en Crimen Organizado y Drogas de la Fiscalía Nacional apoyó la elaboración de este capítulo del estudio a través de la lectura de relatos policiales, enmarcando los distintos casos dentro de esta categoría. Los criterios considerados para clasificar un caso en contexto de crimen organizado fueron: multiplicidad de disparos e imputados, presencia de marcas de tortura, víctimas o imputados extranjeros, hipótesis de sicariato, disputas territoriales en contextos de negocios ilícitos, comisión desde vehículos o motocicletas en movimiento, hallazgo de cadáver descuartizado. - agrupación, asociación u organización e indicios de planificación.
“En los últimos años se ha observado un progresivo aumento de los homicidios asociados a crimen organizado, lo cual implica que el homicidio posee mayores niveles de planificación y trae aparejado un efecto simbólico-utilitario detrás, que dice relación con control territorial o ajuste de cuentas entre miembros de una banda o entre bandas contrarias”, dice el informe en sus conclusiones.
Homicidios en penales
Durante el 2023, se registraron 36 muertes por homicidio en recintos penitenciarios, nueve víctimas más que el 2022. El peak histórico se alcanzó en 2020, primer año de la pandemia de coronavirus, con 57 víctimas.
Lo anterior, implica que la tasa de homicidios de privados de libertad (64,4 víctimas de homicidios cada 100 mil personas en el subsistema cerrado) es diez veces mayor a la registrada a nivel nacional (6,3).
El mayor número de homicidios de este tipo ocurrió en la Región Metropolitana (8 casos), seguida por la Región de Coquimbo (5 casos). Sin embargo, la tasa más alta se presentó en la Región de Los Ríos (181,9) seguida por la Región de Coquimbo (171,5).
El informe precisa que la principal arma utilizada en homicidios en penales correspondió a objeto cortante o punzante (91,7%) y el 100% de las víctimas corresponde al género masculino.