Personal especializado de la Policía de Investigaciones (PDI) realizó labores en el marco de la indagatoria por el derrame de combustible que afectó a la bahía de Quintero, en la Región de Valparaíso, la madrugada del miércoles.

Al lugar concurrieron peritos del Laboratorio de Criminalística Central de la Sección Ecología y buzos Criminalistas del Departamento de Operaciones Subacuáticas.

De acuerdo a información de la institución policial, se efectuó recolección, fijación y levantamiento de muestras de agua de mar para su posterior análisis y cotejo, entre otras diligencias.

El fiscal jefe de Quintero, Luis Ventura, instruyó de oficio una investigación y ordenó diligencias a las unidades especializadas de la PDI.

El Ministerio Público indaga un presunto delito de propagación indebida de contaminantes

El goteo de combustible IFO (Intermediate Fuel Oil) cercano al Puerto de Ventanas generó una mancha oleosa sobre la superficie del mar. Se reportó que al menos 200 litros de combustible se vertieron al océano desde una línea de transferencia, ubicada bajo el muelle de la instalación portuaria.

“El personal dependiente de la Capitanía de Puerto de Quintero y del Centro de Combate a la Contaminación desplegó sus medios tanto terrestres como marítimos al lugar de la emergencia en complemento a los medios desplegados por la instalación portuaria. Se logró con esto contener la mancha que se encontraba en el mar y posteriormente con las primeras luces se iniciaron los trabajos de recuperación de los restos de hidrocarburos”, señaló el capitán de navío Daniel González, gobernador marítimo de Valparaíso.

Las comuna de Puchuncaví, en la que se emplaza Puerto Ventanas, y la colindante comuna de Quintero, son consideradas una zona de sacrificio ambiental. Los casi 50 mil habitantes de la costa norte de Valparaíso conviven con 15 grandes empresas de energía, químicos y combustibles. Sus reclamos contra la contaminación completan más de medio siglo.

Uno de los episodios más graves en la zona ocurrió a fines de agosto de 2018, cuando hubo una serie de intoxicaciones de personas, acusando náuseas, mareos y dolor de cabeza. Entre agosto y octubre de 2018, 1.553 niños, niñas y adolescentes fueron atendidos por síntomas de intoxicación a lo largo de ocho centros médicos de la Quinta Región, según acredita un informe publicado por la Defensoría de la Niñez.