Las 48 horas de la guía de la Iglesia de Santiago para prevenir abusos

El Arzobispado de Santiago publicó este jueves, en su sitio web oficial, el documento titulado "Orientaciones que fomentan el buen trato y la sana convivencia pastoral". El objetivo: dar señales de un cambio respecto de cómo están enfrentando los escándalos por abusos sexuales en la Iglesia Católica chilena. En particular, buscan establecer directrices sobre cómo deber ser la relación del clero con niños, adolescentes y personas con algún tipo de discapacidad.

El texto fue publicado justo un día antes de que el Papa informara que expulsó del sacerdocio a Fernando Karadima "por el bien de la Iglesia". A esto se suma la desvinculación de Cristián Precht.

Sin embargo, al día siguiente de publicado el documento (el viernes 28 de septiembre), este fue eliminado. Poco antes, algunos medios de comunicación habían publicado extractos de la normativa en sus páginas digitales.

Respecto de por qué el organismo bajó el contenido de este manual, desde el arzobispado señalaron mediante una declaración pública que "se trata de un instrumento de trabajo hecho según estándares internacionales, que tiene plazo de seis meses para perfeccionarse con toda la comunidad eclesial. Se corregirán ciertos contenidos que fueron traducidos en forma literal y que no son adecuados, o que se prestan para interpretaciones incorrectas". Agregaron que "presentamos las disculpas del caso" y que en un plazo breve publicarán otra versión.

Entre los puntos que consideraba la normativa estaba evitar "dar palmadas en los glúteos" y "tocar el área de los genitales" de los menores.

Juan Carlos Claret, vocero del movimiento de los Laicos de Osorno, dijo que "lo que demuestra esta práctica es que los obispos no han sido capaces de diagnosticar el problema. Siguen creyendo que el abuso es un problema personal, que es de tal o cual cura, pero lo cierto es que el abuso se produce en contextos que lo posibilitan".

Por otro lado, Alejandro Álvarez, abogado y vocero de Voces Católicas, señaló que "el esfuerzo (que está haciendo la Iglesia) es muy bueno, positivo, hay gente que está tratando de crear esto (el manual), porque es algo que no existe. Como es un instrumento de trabajo, es perfectible y admite todas las críticas. Aquí no hay algo mal hecho, estamos partiendo de la realidad que es dura y por eso el lenguaje a uno lo golpea, pero es lo que hay que discutir y ver cómo lo afinamos y qué cosas son importantes". Añadió que "este instrumento de trabajo recoge las experiencias de la Iglesia de Boston y de Australia, como experiencias positivas y bien valoradas en el combate contra el abuso".

En tanto, Juan Carlos Cruz, víctima de Karadima, indicó que "no puede ser la excusa estúpida que se traduce literal. Si estás lidiando con un tema tan importante, te preocupas de que todo sea perfecto. Viven en otro planeta, y las cosas que llaman la atención al mundo normal, no les llaman la atención a ellos, porque están tan desconectados".