En el Hospital Militar de Santiago, el general de división Rodrigo Pino Riquelme, jefe del Estado Mayor General del Ejército abordó los cuestionamientos a la institución por el caso de Franco Vargas, conscripto de 19 años de la Brigada Motorizada N°23 Huamachuco, de la IV División de Putre, que falleció tras presentar problemas respiratorios en una marcha de entrenamiento el sábado 27 de abril.
Según informó la rama, 245 soldados conscriptos se encontraban en instrucción y 45 presentaron un cuadro infeccioso de origen respiratorio.
Pino dijo que era “necesario desmentir algunas aseveraciones que han salido en la prensa asociada a que se estaba ejecutando una marcha en unas condiciones de menos 15 grados y eso es falso”.
“Existen los testimonios gráficos respecto de cuál era la vestimenta que estaban utilizando los soldados. Iban equipados básicamente con la misma tenida que llevo yo, la tenida de combate más la ropa de abrigo correspondiente a esa zona y el pronóstico y las condiciones que se vivían en ese minuto en la realización de la marcha era de 7.9 grados”, aseguró el alto oficial.
El general aseguró que “la vestimenta que ocupaban todos los soldados era la vestimenta estándar conforme a los procedimientos establecidos en donde cada uno de los soldados se movía en una manera diferente”.
Lo ocurrido llevó a evocar la llamada tragedia ocurrida el 18 de mayo de 2005, cuando 45 soldados del Regimiento Reforzado N°1 de Los Ángeles perdieron la vida expuestos al viento blanco en las cercanías del volcán Antuco, en la Región del Biobío. La mayoría no contaba con la indumentaria necesaria para enfrentar temperaturas bajo los -10°C, sin embargo, el comandante del batallón, Patricio Cereceda, ordenó que las compañías Andina y Mortero descendieran marchando desde el refugio Los Barros hasta La Cortina, distante a 20 kilómetros uno de otro.
El general Pino destacó que en 15 años la institución no había tenido ningún registro de muerte de soldados por trabajo en altura, precisando que en esta instrucción los soldados van equipados con primera, segunda capa, ropa de abrigo, parca y abrigo para la cabeza.
“Es parte del entrenamiento, en la medida que se va generando la marcha, ir generando también una ventilación del cuerpo para que posteriormente cuando uno llegue a una zona de descanso, ese abrigo nuevamente pueda permitir que los soldados vuelvan y retomen la temperatura que corresponde”, explicó.
“Maltratos no son aceptados”
Respecto de una presunta golpiza, el general aseguró que se está desarrollando una investigación que deberá confirma o descartar esas acusaciones.
“Los maltratos físicos a nuestros soldados están prohibidos en el Ejército, no son aceptados. Por lo tanto, de confirmarse, motivo de la investigación que está en desarrollo, que eso ha ocurrido, es una situación que es inaceptable para el Ejército”, recalcó.
La Contraloría General de la República ofició al Ejército para que informe sobre las circunstancias en que ocurrió la muerte de Vargas y de las medidas adoptadas para prevenir este tipo de situaciones. También solicitó información el Instituto Nacional de Derechos Humanos. La rama de las Fuerzas Armadas involucrada, en tanto, dispuso la realización de las respectivas investigaciones sumarias administrativas con el fin de contribuir a esclarecer los hechos y eventuales responsabilidades.
“Se han abierto las investigaciones sumarias administrativas y se han puesto en antecedentes en los tribunales militares a fin de poder determinar aspectos que han salido publicados sin que hasta el momento exista una comprobación”, señaló Pino.
El uniformado indicó que revisó imágenes de la caminata en la que se puede “constatar, por lo menos de lo que ve la fotografía de que efectivamente los soldados iban con la ropa de abrigo y en las condiciones de equipamiento mínimo”.
Evalúan cambios
“Sin duda, esto va a meritar un cambio y un análisis para poder determinar si efectivamente corresponde y es necesario aplicar para que los soldados puedan desempeñarse en la altura un cambio en el procedimiento. Nosotros no teníamos ningún antecedente. Este procedimiento no es la primera vez que se hace”, planteó el general Pino.
El quinto en la línea de mando del Ejército que “los soldados estuvieron desde el día 21 de abril en la localidad, en el sector de Pacoyo, precisamente realizando actividades de aclimatación a su desempeño en altura, lo que implica, desde la perspectiva del entrenamiento militar, realizar actividades sin considerar un esfuerzo adicional”.
“Este procedimiento es prácticamente el que nosotros hemos venido desarrollando durante los últimos años, ya décadas, y no habíamos tenido problemas como el que se manifestó con la lamentable situación que ocurrió con el fallecimiento del soldado Vargas. Por lo tanto, para nosotros, sin duda, es un motivo de análisis, un motivo de evaluación, estamos en constante evaluación y revisión de nuestros procedimientos, y si es necesario efectivamente efectuar modificaciones respecto de eso, eso lo estamos considerando porque es lo que tenemos que hacer”, expresó.