En enero, por primera vez en más de un año, las licencias médicas electrónicas (LME) emitidas estuvieron por debajo de las 700 mil mensuales. Eso es lo que revelan las cifras que consolida la Superintendencia de Seguridad Social (Suseso), donde se observa que en total se emitieron 619.499 licencias en el mes inicial del año, en Fonasa e isapres.

Este es el menor nivel para un mes en casi dos años, desde las 567.835 que se emitieron en febrero de 2021. Además, estuvieron por debajo de las 700 mil por primera vez desde septiembre de 2021, mes en que se emitieron 690.202 licencias.

Este registro de licencias médicas electrónicas emitidas el mes pasado se traduce en una baja interanual de 28%, ya que en enero de 2022 se emitieron 863.664 licencias. Esto acrecienta el retroceso de 5% en doce meses que ya se había registrado en diciembre pasado, pero al menos desde 2020 no se había registrado un descenso como el del mes pasado. Es más, en los últimos dos años solo se registran dos meses con bajas interanuales.

Con todo, esta cifra de enero igualmente se ubica por encima de lo anotado en el primer mes de 2019 (314.737), 2020 (411.676) y 2021 (590.239).

Igualmente se debe considerar que todos estos años no son del todo comparables, como lo explica la Suseso: “La cobertura de las LME ha sido de un 76,4% para 2019, 84,3% para 2020, 95% para 2021 y cerca de un 98% para 2022, aproximadamente. La diferencia en las coberturas de la LME hace que las licencias médicas no sean estrictamente comparables entre años”.

Los porcentajes restantes serían licencias médicas emitidas en formulario papel, formato que desde 2021 solo se autoriza para aquellas circunstancias en que no se pueda utilizar LME.

¿Por qué bajan?

El exsuperintendente de Salud, Patricio Fernández, sostiene que es probable que la baja de enero se haya generado por tres factores. Primero, porque durante el año anterior aún “existía gran emisión de licencias médicas por Covid-19″. Segundo, menciona que “es altamente probable que exista una mayor restricción en la emisión de licencias médicas a partir de todo lo que se ha gestionado y las denuncias que se han presentado por la emisión fraudulenta de licencias médicas”.

Y como tercer factor, Fernández asegura que la tasa de rechazo y reducción de licencias médicas ha aumentado mucho en isapres, lo que a su juicio “desincentiva a las personas que aún necesitan una licencia médica (a solicitarla), prefieren no obtenerla por el problema que le genera el rechazo de la licencia médica, la tramitación que tienen que realizar para obtener un pago de su remuneración”, etcétera.

Desde la Asociación de Isapres también comentan que “el descenso en la emisión de licencias médicas es una consecuencia de, principalmente, tres factores. Por un lado, el impacto de la pandemia por Covid-19 ha bajado. En segundo lugar, las acciones penales ejercidas por la emisión fraudulenta de licencias médicas, especialmente contra altos emisores. Y en tercer lugar, la contracción económica del país ha generado una baja de cotizantes, lo que también impacta el número de licencias médicas”.

Hay que considerar que en 2022 las isapres registraron la mayor salida de beneficiarios (la suma de cotizantes y cargas) en más de dos décadas. Lo anterior, considerando que el año pasado cerró con un total de 3.076.622 beneficiarios, lo que significa que se fueron 173 mil afiliados del sistema.

Y precisamente diciembre fue por lejos el mes en que se fueron más personas, ya que salieron 52.932 beneficiarios en un solo mes, lo que representa casi un tercio del total de cotizantes y cargas que emigraron del sistema durante el año pasado.

En tanto, la Asociación de Isapres dicen que no obstante la baja registrada en enero de este año, el total de licencias emitidas aún está muy por sobre los niveles de 2019, “que corresponde a un año normal y previo a la pandemia. En consecuencia, la alta emisión de licencias médicas es un fenómeno que requiere seguir siendo analizado, dado su alto impacto en los costos del sistema de salud, tanto público como privado”.

Y agregan que, “en efecto, en una eventual reforma de salud debería considerarse una nueva institucionalidad dedicada exclusivamente a la gestión de este beneficio. Así lo han sostenido los distintos paneles de expertos convocados en distintas administraciones, académicos, exautoridades, médicos e isapres”.