Matrícula de estudiantes extranjeros en educación superior creció un 19% en 2024

En la última década Chile se ha posicionado como uno de los destinos preferidos por estudiantes extranjeros que buscan desarrollar o continuar sus estudios en instituciones académicas de América Latina. El fenómeno de la migración, además, también ha hecho lo suyo. Tanto así, que en 2023 los alumnos extranjeros alcanzaron una matrícula total de 27.854 en instituciones de educación superior, mientras que solo este año la matrícula alcanzó los 33.203, aumentando un 19,2% respecto del año anterior. De ese total, el 81,4% de la matrícula extranjera corresponde a estudiantes de pregrado, un 11,9% a posgrado, y el 6,7%, a postítulo.

Así queda de manifiesto en el documento ‘Tendencias de la Matrícula de Pregrado en Chile, años 2005-2024’, elaborado por el Consejo Nacional de Educación (CNED), que a julio de este año realizó un balance sobre las matrículas, donde uno de los aspectos analizados fue, justamente, la presencia de población extranjera que cursa sus estudios en distintos instituciones de formación, ya sea universidades, centros de formación técnica (CFT) o institutos profesionales (IP).

El panorama en Chile, eso sí, viene al alza desde 2005, donde el factor extranjero en educación superior era de 1.832. En 2024 este ya superaba los más de 33 mil jóvenes, representando el 2,6% del universo total de estudiantes. El aumento ha sido evidente si se analizan los últimos cinco años: en 2020 eran 15.802, en 2021 eran 19.001, en 2022 eran 24.482, más los ya dichos 27.883 de 2023 y los 33.203 de 2024.

Una situación que el académico de la Universidad Diego Portales, Gonzalo Muñoz, detalla exponiendo que “la matrícula de jóvenes en la educación superior prácticamente se ha triplicado en los últimos 10 años. Esto desafía a las instituciones y a las políticas educativas, que deberían contar con cada vez mejores acciones de apoyo y beneficios estudiantiles para este grupo de jóvenes, que se concentra en los institutos profesionales y centros de formación técnica”.

Y es que si bien Muñoz sostiene que existe una política del Mineduc para la población migrante, advierte que “este tiene un énfasis -razonable, por cierto- en los niños y niñas, y es bastante débil en el caso de la educación superior”.

Un área con gran presencia de esta población, donde los centros de educación más preferidos son los IP, que encabezan la lista con un 49,3%, seguido de los CFT, con un 37,9%, y universidades, con un 12,8%.

El análisis también ahonda en el perfil de los estudiantes que se encuentran cursando un grado educacional en Chile, donde se detectaron nacionalidades de 101 países distintos: la mayoría provienen de Latinoamérica y el Caribe, seguido de Europa, con el 1,5% del total. Las cinco principales nacionalidades predominantes son Perú (26,3%), Venezuela (18,9%), Colombia (15,3%), Bolivia (10%) y Haití (7,2%).

Las áreas de conocimiento más demandadas son Administración y Comercio (28,8%), Tecnología (27,7%) y Salud (18,9%).

Respecto a la distribución regional, los datos sostienen que la Región Metropolitana (RM) es la que concentra el mayor número de matrícula extranjera, seguida de las regiones de Antofagasta y Valparaíso. Por su parte, las regiones del extremo norte del país (Arica y Parinacota, Tarapacá y Antofagasta) en conjunto concentran casi el 15% de la matrícula extranjera.

En este último tiempo, además, algunas regiones del sur también vieron incrementada la matrícula, fenómeno que se vio en Aysén, Los Lagos y La Araucanía.

En esta última está la U. de La Frontera. Desde ahí, la directora de Internacionalización, Lorena Vieli, sostiene que en el caso de la región esta “entrega una experiencia única y representa una zona de especial interés para quienes vienen a Chile a descubrir su enorme riqueza cultural y natural”.

En su caso, por ejemplo, suman algunos beneficios exclusivos para la matrícula extranjera. “Se incluye el que los estudiantes no requieren pagar los aranceles en la universidad de destino, sino que continúan haciéndolo en su universidad de origen”, dice Vieli.