El colapso de un colector de aguas lluvia construido el año 2005 en Viña del Mar generó un socavón que obligó a evacuar a los residentes del edificio Kandinsky, una torre de exclusivos departamentos ubicada en Reñaca. El sábado 19 de agosto se había registrado el deslizamiento de arena hacia avenida Borgoño, la ruta costera que une la Ciudad Jardín con Concón y las precipitaciones recientes aceleraron esa caída de material. Cedió la infraestructura hidráulica, un muro y parte de la calle Costa de Montemar. La noche del martes 22 de agosto el edificio fue desalojado.
“Si este colector se rompió, es responsabilidad nuestra. Esto se detectó el 10 de agosto. Se emitió un decreto de emergencia que permitió a empresas a visitar la obra y cotizar. Esperamos que hoy las empresas puedan hacer las propuestas de trabajo y ojalá comenzar las obras la próxima semana”, señaló en entrevista en radio Concierto la ministra de Obras Públicas, Jessica López, este viernes.
La ministra agregó que “el socavón se produce por la rotura del colector” y “es responsabilidad de Obras Públicas”.
“Hay un sumario administrativo iniciado porque tenemos que analizar todo lo que aquí ocurrió”, indicó la secretaria de Estado.
La Delegación Presidencial Regional de Valparaíso prohibió el tránsito peatonal en el perímetro del edificio ubicado en el sector de Cochoa, que está al borde del derrumbe. Se estableció un anillo de seguridad para impedir el ingreso de personas al edificio colindante al socavón y el tránsito en avenida Borgoño.
Desde la Cámara de Diputados, en tanto, anunciaron la creación de una Comisión Especial Investigadora (CEI) para analizar y recabar antecedentes sobre la construcción del edificio y dilucidar si existieron o no irregularidades en el proceso de evaluación ambiental del proyecto y la obtención de permisos de construcción en una zona de dunas por parte de la inmobiliaria Besalco.
“El colapso del terreno adyacente al edificio se produjo como consecuencia de la falla del colector de aguas lluvias ubicado en la vía pública, el cual fue diseñado y construido por un tercero ajeno a nuestra empresa, como parte de la urbanización de un amplio sector”, explicaron desde la empresa aludida, descartando responsabilidad en la falla que originó el socavón.
La reparación del colector tendría un valor de $ 1.500 millones y se estima que la solución definitiva llegará en ocho meses.