En una entrevista matinal con la radio Universidad de Chile este martes, la ministra de la Mujer y Equidad de Género, Antonia Orellana, reflexionó ante el caso del futbolista de Colo Colo Jordhy Thompson, en prisión preventiva en el marco de la denuncia por violencia intrafamiliar (VIF) contra su pareja, Camila Sepúlveda, y el desacato que cometió al ignorar la orden de alejamiento que pesaba sobre él; y la denuncia por VIF que motivó la salida de la selección del jugador de Independiente del Valle Matías Fernández.
Sobre el caso de Matías Fernández, que negó la veracidad de la acusación, la ministra dijo que corresponde a “una denuncia que ingresó a la Comisaría de Placilla y es una investigación que está desformalizada”.
Orellana precisó que no se debe “estigmatizar” a los jugadores de fútbol por este tipo de casos, sin embargo, manifestó es “importante que se sensibilice y que las instituciones a cargo sepan responder”. En esa línea, indicó que su cartera propuso a la Asociación Nacional de Fútbol evaluar apoyo a los jugadores en su etapa formativa.
“Muchos de ellos parten muy chicos, pasan más tiempo vinculados a la institución que con sus familias, las instituciones son sus verdaderas formadoras y por lo tanto hay formas que tenemos de poder prevenir”, planteó la secretaria de Estado, agregando que espera que “esta vez sí esa propuesta sea acogida”.
Por otro lado, cuestionó posturas que relativizan hechos de violencia en el contexto de la vida en pareja.
“Persiste el discurso de creer que esto es como una enfermedad. La verdad es que la mayoría de los agresores, pudiendo tener quizás alguna patología de salud mental, no son inimputables, no se explica su conducta por eso y por lo tanto, estas ideas tipo ‘ay, que se mejore’, no dan cuenta de la magnitud del problema que es que aquí estamos hablando de uno de los delitos más denunciados a nivel nacional”, advirtió la autoridad de gobierno.
“No diríamos eso si lo acusaran de robar un auto, pero, sin embargo, eso sí se hace respecto a este tipo de delitos”, señaló.
Orellana además recordó que “las víctimas muchas veces están en una situación de dependencia emocional, económica, personal, respecto del agresor y por lo tanto es muy difícil romper ese vínculo”.
“Este tipo de discursos de ‘también es su culpa’, lo que hacen de nuevo es quitarle el peso a quien comete un delito”, expuso la ministra.