En entrevista matinal con radio Cooperativa este martes, la ministra del Interior y Seguridad Pública, Carolina Tohá, abordó las cifras de homicidios dadas a conocer por su cartera afirmando que “hay evidencia” de que la reducción en este tipo de delitos se relaciona a los esfuerzos que se están realizando para enfrentar el tema.
De acuerdo al Informe Nacional de Víctimas de Homicidios Consumados en Chile, dado a conocer en julio del año pasado, en el 2022 se registraron 1.322 víctimas, lo que equivale a una tasa de 6,7 homicidios por cada 100.000 habitantes. En el más reciente reporte, divulgado este lunes, con datos de 2023, se indica que en ese periodo hubo 1.248 víctimas, 74 menos que los 12 meses anteriores, equivalente a una reducción de 0,4 puntos en la tasa.
Tohá puso en duda el planteamiento que hizo Felipe Harboe, exsubsecretario del Interior, respecto a que los números a la baja se podían interpretar como resultado de un asentamiento de grupos criminales que superaron las disputas de territorio sometiendo a sus rivales.
“La verdad es que es una hipótesis que se levanta, pero no sé qué fundamento tiene, en base a qué datos. Yo lo que puedo decir es que el año pasado se desbarataron 9% más bandas que el año anterior. O sea, no tuvimos un asentamiento de bandas, tuvimos un mayor desbaratamiento de bandas. Eso es lo que nos muestran los datos”, planteó la secretaria de Estado.
A continuación, la titular de Interior reflexionó en torno a las iniciativas que se pusieron en práctica el año pasado y que podrían relacionarse con los números del informe.
“Si uno va a aventurar hipótesis y va a decir ¿Cómo se podría explicar esto? Uno podría, por ejemplo, considerar que el año pasado se echó a andar un programa contra los homicidios, Calles sin Violencia, que implicó reforzar la PDI, la fiscalía, un trabajo enorme de las policías en el terreno, especialmente en los lugares donde hay más bandas criminales. O que se ha hecho un esfuerzo en recursos de incremento por dos años seguidos para fortalecer las instituciones y eso ciertamente tiene un impacto. O que en el norte, que es donde antes subieron los homicidios y donde más bajaron, donde la curva es más evidente, que va a la baja el año pasado, en el norte se ha desplegado una estrategia en el territorio, de trabajo conjunto, reforzando todas las distintas instituciones que ha implicado que este camino de mayor violencia tenga un freno”, argumentó.
“Yo creo que tenemos evidencia para, más bien, suponer que lo que tenemos es un resultado de los esfuerzos que se han hecho”, agregó, asegurando que
Tohá precisó que el informe se desarrolla en “conjunto, la fiscalía, las policías, el Ministerio del Interior, es el dato oficial del Estado de Chile”.
“Esos datos nos dicen que pasan dos cosas. Uno, que los homicidios ligados al crimen organizado disminuyen, levemente, pero disminuyen, y aumentan en cambio, y eso es interesante, es decidor, entre las víctimas, las personas que tienen antecedentes penales tienen un salto muy grande, de 48 a 54%”, detalló.
Según la ministra, aquello se relaciona a “una dinámica de homicidios entre grupos delictuales que no son crimen organizado, son criminalidad común, y que hoy día se han vuelto más violentos en la práctica, entonces, sus disputas las resuelven de una forma que terminan homicidios y antes probablemente terminaban solamente en riñas”.
“Ahí tenemos una problemática de homicidios que hay que atender, no es que hay que descuidar crimen organizado, ciertamente, pero en crimen organizado estamos teniendo un cierto freno”, aseguró.