Las agresiones dentro de los centros de salud públicos en Chile han ido en preocupante aumento, afectando la seguridad de los funcionarios y creando un ambiente de temor e incertidumbre. Así lo han ido manifestando los propios afectados. Este tipo de episodios, lejos de ser aislados, se ha vuelto cada vez más frecuente, con casos recientes en comunas como San Bernardo, Puente Alto o Alto Hospicio.

“Nos dijeron que si se salvaba a la persona que llegó herida, iban a venir a rematar al consultorio”, señaló a Radio ADN, por ejemplo, una de las trabajadoras del Cesfam de Bajos de Mena que la semana pasada atendió a unas personas baleadas.

Al respecto, Gisela Viveros, presidenta (s) del Colegio Médico de Santiago, sostuvo que “tenemos a un personal que se encuentra cansado gestionando la precariedad del servicio y por sobre todo expuesto a situaciones que ponen en riesgo incluso su vida”.

De acuerdo a los datos del Sistema de Reportabilidad de Agresiones al Personal de Salud del Ministerio de Salud, hasta el 13 de septiembre de este año se registraron 7.319 agresiones contra funcionarios sanitarios públicos que trabajan en hospitales o centros de Atención Primaria de Salud (APS), lo que representa un promedio de 28,5 incidentes diarios.

Uno de los hechos más gráficos de este tipo de situaciones es el derivado de la misma balacera de la semana pasada en el sector de Bajos de Mena, cuando los heridos fueron trasladados al Cesfam Cardenal Raúl Silva Henríquez, donde los funcionarios de salud no solo fueron amenazados, sino que fruto de las medidas que posteriormente se tomaron y que apuntan a atender solo hechos graves, hoy están siendo blanco de nuevas agresiones. Es más, desde el equipo médico del Cesfam aseveran que durante el sábado se vivió un nuevo episodio donde funcionarios fueron agredidos por pacientes que no fueron atendidos.

El problema es que la situación, como se ha dicho, no es nueva y, por el contrario, va en aumento, ya que durante 2023 se registraron 9.727 agresiones a funcionarios públicos de la salud, es decir, 26,6 episodios diarios. Si se mantuviera la tendencia de 28,5 agresiones diarias que se tienen hasta aquí en 2024, se prevé que a fin de año las agresiones superen las 10.400.

Según el catastro realizado por la cartera de salud, se identificó que este año el 68% de las agresiones son de tipo verbal (psicológico) y aproximadamente el 10% son de tipo físico. Otro 2%, por ejemplo, son ataques contra la infraestructura.

Desde la Confederación Nacional de Funcionarios y Funcionarias de la Salud Municipal (Confusam), el vicepresidente nacional, Cristián Rodríguez, advierte que la violencia de las agresiones se agudiza debido a la presencia del narcotráfico en los centros de salud, donde no se requiere el registro de las personas en la comuna para atenderse.

“Hemos visto un aumento explosivo en la violencia en los centros de salud, donde la magnitud de las agresiones es cada vez peor. La gente llega armada a los consultorios, y este fenómeno afecta especialmente a nuestras compañeras mujeres. La mayor gravedad de las agresiones se concentra en los SAPU, SAR y postas rurales de urgencia, donde generalmente llegan personas que no están inscritas en las comunas. En San Bernardo y Puente Alto también se presentan temas criminales relacionados con ajustes de cuentas”, señala.

Un análisis realizado en 2022 reveló que los principales funcionarios afectados por estas agresiones son, efectivamente, mujeres, tanto en APS como en hospitales, con edades entre 25 y 35 años.

Personal de Carabineros llegó al Cesfam tras la denuncia de los afectados. /Foto: Referencial/Aton Chile

Casos complejos han sido reportados por el vocero de Confusam, quien durante el lunes participó en reuniones debido a una posible movilización de los funcionarios por las condiciones de seguridad en el Cesfam de Bajos de Mena.

“Se deben tomar medidas drásticas porque esto está pasando hoy. Es imprescindible contar con acompañamiento policial en las áreas de riesgo, especialmente cuando se trata de equipos de salud que trabajan en terreno. En lugares como Alto Hospicio, el personal debe salir con chalecos antibalas y cascos”, dice.

Desde el Ministerio de Salud aseveran que la violencia externa hacia los trabajadores de la salud “es una preocupación crítica que afecta tanto la integridad física y mental de los profesionales del sector como la infraestructura de los establecimientos de salud. Este problema ha generado una percepción de inseguridad y ha contribuido a niveles elevados de estrés entre el personal”.

Así, dicen que desde 2018 el Minsal ha implementado varias iniciativas para abordar esta problemática, con mesas de seguridad en los 29 servicios de salud del país o comunicación constante con los referentes de seguridad a nivel nacional.

“Un avance significativo en este ámbito se produjo en mayo de 2023, cuando se constituyó una mesa de seguridad en colaboración con el Ministerio del Interior. Como resultado, se establecieron Fuerzas de Tarea Territoriales con Gobernanza de los delegados presidenciales, que se reúnen mensualmente o bimensualmente para abordar cuestiones de seguridad regional”, señalan, recordando también un acuerdo de colaboración con la Subsecretaría de Prevención del Delito y el trabajo conjunto con la División de Seguridad Pública.

Y cierra: “Desde el punto de vista presupuestario, en 2023 se destinaron cerca de 1.500 millones de pesos y en 2024 se asignaron 1.000 millones de pesos al Programa de Apoyo a la Gestión Local de Seguridad. Estos fondos se utilizaron para mejorar la seguridad en los Centros de APS, incluyendo la compra de insumos y servicios, así como sistemas de prevención secundaria como botones de pánico y cierres perimetrales”.