La mañana de este sábado el subsecretario de Justicia, Jaime Gajardo, se trasladó hasta la región de La Araucanía y visitó a los funcionarios de la cárcel de Angol, donde el pasado domingo 7 de mayo tres de los efectivos fueron secuestrados por los internos que permanecen en el mófulo F de comuneros mapuche.
En el lugar, hasta donde llegó a eso de las 8.00 horas acompañado del delegado presidencial en la zona, José Montalva, y el director regional de Gendarmería, se reunió con dos de los tres efectivos que se mantuvieron retenidos.
Como comentó a La Tercera un funcionario que se desempeña en el lugar, estuvieron alrededor de 40 minutos con la autoridad y a grandes rasgos, como describió, durante el encuentro les entregaron “respaldo y apoyo, por los hechos acaecidos el pasado domingo y se comprometió a seguir apoyándonos para restablecer el normal funcionamiento de la cárcel, específicamente en lo referente a los módulos de mapuches”.
En el mismo sentido, al ser consultado por este medio, Gajardo precisó: “Estuvimos con el objeto de dos cosas, primero entregarle nuestro apoyo como gobierno a los funcionarios de Gendarmería por los gravísimos hechos de los cuales fueron víctimas. Y en segundo lugar, para decirles que nosotros como gobierno, no sólo no toleramos este tipo de acciones, sino que hay que tomar medidas como las que se han ido tomando hasta la fecha”.
“Además les anunciamos que al mediodía entregaremos un conjunto de elementos de protección personal para que los funcionarios puedan cumplir adecuadamente su labor en condiciones seguras”, complementó.
De acuerdo con el detalle, se les entregarán cascos y chalecos antibalas y anti cortes y “un conjunto de equipamiento táctico para que puedan desarrollar adecuadamente sus labores”, precisó el subsecretario, aseverando que esto es parte de un plan general para mejorar la seguridad penitenciaria al interior de los recintos.
Los cuestionamientos en el penal
Tras el secuestro de los tres funcionarios de Gendarmería el domingo 7 de mayo, miembros de la misma institución denunciaron presuntos privilegios de los que serían beneficiados la población penal mapuche. Y es que, luego del motín que generó que los funcionarios estuvieran retenidos por los internos, se realizó una serie de incautaciones en el recinto penal, donde se pudo hallar chicha artesanal, celulares y una varios de cuchillos.
Pero no fue lo único, y es que según reveló La Tercera PM, al interior del recinto penal también se encontraron varios elementos que están prohibidos en la norma carcelaria. Por ejemplo, en los dormitorios del venusterio, habitaciones donde los internos reciben a sus parejas, se encontró un “diván tántrico” o “sillón sexual”, el cual no es permitido al interior de las cárceles y por ende fue retirado durante la misma jornada del domingo.
Además de eso, los funcionarios de Gendarmería han denunciado que en ese recinto también se ha incautado una piscina estructural la cual los internos instalarían los días de calor para recibir a sus hijos que van de visita. Así como también ingresarían carne, como piezas completas de vacuno y corderos para ser faenados y posteriormente consumidos en asados.
Joe González, presidente de la Asociación Nacional de Suboficiales de Gendarmería, sostuvo que “rechazamos todos los privilegios de los que gozan internos de la etnia mapuche en la cárcel de Angol. Es bastante grave enterarse de todas estas situaciones que ellos gozaban, como por ejemplo que las visitas ingresaban sin ser revisadas, porque esto vulneraba la seguridad del establecimiento”.
A lo anterior, además se suma que los internos mapuche de ese recinto tienen una hora de encierro más tarde que en el resto de las cárceles, así como también sus visitas no están sujetas a ningún tipo de registro corporal, entre otra serie de hechos que los funcionarios describen como privilegios en favor de esa población penitenciar.
Consultado al respecto, la mañana de este sábado el ministro de Justicia y Derechos Humanos, Luis Cordero, aseguró en Meganoticias que “hay algunos de esos elementos que pueden estar autorizados y otros no”. Pese a eso, explicó que en el caso de recintos donde conviven comunidades indígenas “existe una regulación dictada por la administración interior que se somete a tratados internacionales”.
Sobre los elementos que fueron encontrados en la cárcel, aseguró que se está indagando, “pero está asociado a las visitas que realizan los hijos de los comuneros. Ese sillón entiendo que forma parte del allanamiento y se está indagando su autorización”.
“En este momento se está investigando cuántos de estos elementos estaban autorizados y cuántos no (...) es probable que algunos de estos hayan estado autorizados, otros forman parte del allanamiento, por eso hago la distinción de la gravedad de los hechos y el apoyo a funcionarios de Gendarmería de este allanamiento”, concluyó Cordero.