Considerando que durante el primer trimestre de este año el robo de vehículos es el tercer delito con mayor alza porcentual comparado con el mismo periodo de 2021, el Centro Nacional de Análisis Criminal (Cenacrim) de la Policía de Investigaciones (PDI) elaboró un informe en base a los casos denunciados ante la institución entre 2020 y el primer semestre de 2022.
Esto porque además estiman que el mencionado ilícito “es uno de los delitos que más impacta en la percepción de la delincuencia en nuestro país” y por tanto, aseguran que se debe “orientar de mejor manera las búsquedas de este tipo de especie y optimizar la labor de los detectives en el territorio”.
Examinaron 1.589 denuncias cursadas en unidades de la PDI de la capital, por autos que fueron sustraídos cuando estaban estacionados o en movimiento -bajo la modalidad de “portonazo” o “encerrona”- y así concluyeron que mientras las comunas donde más se registran estos sucesos son Maipú, Pudahuel y Santiago, las que lideran el ranking referente a hallazgos son: La Pintana, San Bernardo y Quilicura.
“Ya sean vehículos que fueron robados en tránsito o estacionados, el 50% de los hallazgos de estos se ha producido en la zona Sur de la Región Metropolitana”, comentó a La Tercera el subprefecto Cristián Bracamonte, jefe del Cenacrim, agregando que el estudio también estableció que aquello se atribuye a la “ubicación periférica que posee cada una de esas comunas y debido a su inmediata conectividad con autopistas”.
Los antecedentes permitiría dar cuenta, como sostuvo el funcionario policial, de los sectores “donde podrían estar operando bandas criminales y sitios de desarme de automóviles, lo que para nosotros es información que permite operativizar nuestra acción. Esto no se queda sólo en algo estadístico, posibilita enfocar esfuerzos investigativos, porque además, lo vehículos más robados son siempre los que tienen mayores niveles de comercialización y, por tanto, más fácil reducción”.
En el mismo sentido, el subcomisario Tomás Riffo, de la Brigadas Investigadoras de Robos, subrayó que los hallazgos de vehículos robados “siempre nos otorgan un insumo que es relevante para la continuidad de las indagaciones, dado que generalmente se producen en sectores que son cercanos a los domicilios de los sujetos que nosotros tenemos vinculados a estas bandas que se dedican a estos ilícitos”.
El foco de los investigadores
El cruce de los datos, según mencionó el subcomisario Riffo, también les ha permitido ir analizando la evolución de las técnicas que utiliza los delincuentes, que han dificultado la persecución de los delitos. “Sacan las placas patentes de los vehículos, sustraen los dispositivos TAG y eso a veces nos hace perder líneas investigativas. Pero igualmente tenemos un promedio de hallazgo que es de dos a tres días, dependiendo del fin del robo, porque a veces los utilizan para cometer otros ilícitos y a veces simplemente los utilizan para huir”, afirmó.
Sobre la violencia empleada por los antisociales a la hora de cometer los atracos, el detective enfatizó en que ha ido en aumento, de la mano con el hecho de que las personas están tomando mayores resguardos para evitar ser sorprendidos y oponiendo resistencia. Esta situación, como recalcó Riffo, “claramente pone en mayor riesgo a las víctimas afectadas”.
En el marco del mismo análisis, la institución destacó como zonas complejas y propensas a la ocurrencia de estos robos los cruces de Américo Vespucio con la Ruta 68, Autopista Central con Costanera Norte y el enlace de avenida Los Pajaritos, Américo Vespucio y Ruta 78. Y en cuanto a la temporalidad, advirtieron que existe mayor riesgo de ocurrencia de estos en el último tramo horario de los días miércoles, entre las 20:00 y las 23:59 horas, y en el primer tramo del día jueves, entra las 00:00 y las 03:59 horas.
Independiente de la modalidad ejercida para concretar el robo, se estima, de acuerdo con los datos de la PDI, que los modelos de vehículos más robados corresponden a: Kia Frontier, Nisssan NP300, Hyundai Accent, Nissan Qashqai, Chevrolet Sail y Kia Rio. Esos, según coinciden ambos investigadores, son más “fácil” de ser comercializados, mientras que los vehículos de más alta gama son más utilizados para perpetrar otros delitos y huir.