La semana pasada, el Colegio de Profesoras y Profesores paralizó sus actividades por un día, y esta semana, por dos jornadas laborales. Ahora el llamado es a movilizarse indefinidamente hasta que el Ministerio de Educación responda satisfactoriamente, a juicio de ellos, a su petitorio de ocho puntos.
Y es que aunque el Mineduc a través del ministro Marco Antonio Ávila ya envió una respuesta por escrito a las demandas de los docentes, parte del magisterio no quedó conforme con el texto, botándolo, literalmente, a la basura.
Así, los estudiantes de los profesores que se han adherido al paro ya han visto interrumpidas sus clases por tres días y están en serio riesgo de vivir lo mismo en las jornadas venideras, algo que desde la cartera educativa han llamado a evitar y seguir negociando en paralelo a las demandas, pero con los alumnos en las aulas.
Es más: la idea de no cortar los aprendizajes, sobre todo después de dos años de pandemia en que ya se vieron seriamente afectados, poco a poco empieza a encontrar voces concordantes de sostenedores de establecimientos educacionales que, en público y en privado, apuntan al magisterio docente.
Gonzalo Durán (CS), máxima autoridad municipal de Independencia, señala que en su comuna ocho de los nueve establecimientos pararon de manera masiva y uno sólo decidió íntegramente no sumarse a la movilización “y más bien privilegiar los procesos de aprendizaje. Esto nos parece que afecta gravemente porque profundiza las brechas de inequidad”.
“Por legítimas que sean las demandas, nos parece que (parar) afecta gravemente al sistema educativo después de todos los efectos que han habido sobre él producto de la pandemia, como el aumento del ausentismo escolar, problemas en los procesos de aprendizaje derivados de clases telemáticas, entendiendo además las particularidades de las comunas con menos desarrollo tecnológico. Afecta gravemente porque profundiza las brechas de inequidad y los problemas de aprendizaje”, añade, antes de asegurar que como municipio han pedido al colegio de profesores comunal, así como hacen un llamado general, “a que sigamos trabajando en torno a las legítimas demandas que tienen, pero sin que esto signifique afectar al resto de la comunidad educativa”.
Desde Santiago, en tanto, el director de Educación, Rodrigo Roco, reseña que durante la primera jornada del paro, siete de los establecimientos no adhirieron. “Estimamos que no más de un 20% de los estudiantes asistió a clases”, asegura, antes de agregar que “la demanda gremial plantea desafíos a nivel país y desde la administración local”. Por eso, cierra, “esperamos que haya acuerdo entre el gobierno y el gremio docente, porque los paros afectan a las y los estudiantes”.
Mientras, en La Reina reseñan que a raíz del paro no tuvieron clases en tres de los siete colegios municipales, aunque sus directores estuvieron disponibles para recibir a aquellos estudiantes que por necesidad de sus padres tenían que asistir. “Como alcalde estoy en completo desacuerdo con el camino que tomó el Colegio de Profesores, porque siempre hemos tenido un diálogo fluido con ellos y aquí los principales y únicos afectados son los estudiantes y sus familias, que ya cargan con las consecuencias muy negativas que trajo la pandemia”, señala el edil José Manuel Palacios (UDI).
Del mismo modo, el alcalde de Huechuraba, Carlos Cuadrado (PPD), asegura que en su comuna hubo mucha adhesión al paro y que los estudiantes no fueron a clases. “Ahora bien, desde una concepción ideológica de izquierda, siempre uno supedita los intereses gremiales individuales, o propios, al interés colectivo y al objetivo final, y en la educación el objetivo final es la formación de los niños y después de tanto tiempo de pandemia, donde los estudios han demostrado el daño que se causó a los niños el estar fuera de clases, el paro me parece impropio porque existen otras formas de reivindicar derechos sin la necesidad de afectar o violentar los derechos de niños y niñas”, se extiende. Y agrega: “Yo cuestiono la forma, por cuanto ni siquiera en la lucha que se da se considera el objetivo final del profesor que es la educación. Se puede discutir entre adultos un petitorio, pero esa discusión no tiene por qué afectar lo más preciado que tenemos que son nuestros niños y privarlos del derecho a tener la educación que garantice su desarrollo futuro”.
Si bien en comunas como Pedro Aguirre Cerda, La Florida, Providencia, Peñalolén o La Pintana la afectación fue mínima o nula, hay otras comunas que se vieron fuertemente afectadas, como Renca, donde su alcalde, Claudio Castro (Ind., ex DC) expuso en Radio ADN que si bien compartía la agenda de los profesores, así como, agregó, también lo hace el Mineduc, argumentó que “el momento histórico que estamos viviendo respecto de la emergencia educacional no admite el paro. Sentémonos en la mesa para abordar cada uno de esos puntos como se ha venido haciendo, pero un paro hoy es tremendamente dañino para los niños y niñas que son lo más importante en todo esto”.
La mirada crítica de estos actores sobre el movimiento de los profesores cobra relevancia en el entendido de que un nuevo paro, esta vez indefinido, es altamente probable, sobre todo considerando las opiniones vertidas por algunos dirigentes gremiales, quienes han mostrado un absoluto rechazo a la respuesta que el ministro Ávila hizo a su petitorio.
Así por ejemplo, la tarde del jueves, en una concentración en la Alameda, el presidente del Colegio de Profesoras y Profesores RM, Mario Aguilar, calificó la carta del secretario de Estado como “una vergüenza”. Dijo, además, que “alguien tiene que decir la verdad, suponíamos que usted como profesor y que trabajó en la educación pública tendría un mayor conocimiento de los problemas, pero parece que cuando se llega a esas oficinas cómodas, rápidamente viene una amnesia”, aseguró el líder gremial. Habrá que ver si esa mirada pesa en la postura unificada que le darán el lunes al ministro Ávila en una reunión en que intentarán, nuevamente, acercar partes ministerio y colegio.
“Si va a mandar una respuesta, por lo menos estudie los temas, infórmese de lo que se está hablando”, aseveró también Aguilar, quien agregó que “la carta dice puras aspirinas”. Y cerró: “Esta respuesta lo único que merece es que la botemos a la basura, porque no sirve para nada. Si no hay una mejor respuesta, el camino será y no quedará otro más que salir a las calles como hemos hecho tantas veces. Ojalá no tengamos que hacerlo, ojalá las autoridades escuchen y se den cuenta que la educación en Chile tiene que tener una prioridad mucho más grande que la que ha tenido en este gobierno”.
Del mismo modo, Carlos Díaz, presidente nacional del Colegio de Profesoras y Profesores, fue más prudente y señaló sobre la respuesta del gobierno que ahora sus colegiados de todo el país analizarán el documento y darán sus observaciones. “De haber situaciones que nos parezcan insuficientes o que falten por mejorar, indudablemente que todavía nos queda un plazo, hasta el 17 de agosto, que es cuando tenemos la Asamblea Nacional (…) de no tener la respuesta que queremos el día 17, es la Asamblea Nacional la que va a definir la paralización indefinida”, cerró.
El Mineduc y el Colegio de Profesores sostendrán una nueva reunión el próximo lunes a las 10 horas, donde seguirán buscando una solución definitiva a las demandas del magisterio y poner punto final a la movilización.