Ocurrió pocos días antes de Navidad, hace dos años, en un cité de Santiago.
Una madre y sus dos hijos, de 15 y ochos años, murieron al quedar atrapados en su habitación durante un incendio que se produjo de madrugada y arrasó con su hogar.
El responsable, según determinó el 4° Tribunal Oral en lo Penal de Santiago fue Juan Antonio Torres Palma, un sujeto en situación de calle condenado a la pena de presidio perpetuo simple, en calidad de autor del delito consumado de incendio con resultado de muerte.
Su defensa cuestionó durante el juicio que no se estableciera un motivo atribuible a la acción, lo que fue refutado por el Ministerio Público en cuanto a que lo que se debía probar era que el hombre fue el causante del siniestro.
Peritajes y cámara
En el inmueble incendiado, ubicado en calle Sargento Aldea 305, en Santiago, vivía una decena de personas. El fuego se inició en el living comedor en el sector cercano a la ventana oriente, siendo su origen probable, según los peritajes de Bomberos “un elemento con fuego que se dejó o lanzó en dicha dependencia, descartándose que se hubiera producido por alguna fuente propia de la casa habitación, tal como desperfecto eléctrico o algún objeto a combustión que se encontrara encendido”.
Tal interpretación fue concordantes con lo que se pudo apreciar en un registro de video de la cámara de seguridad de un local comercial ubicado cerca del domicilio, donde se aprecia a un sujeto lanzar un objeto con fuego por la ventana oriente de la vivienda.
Rosa Isabel Ticlia Cieza, de 45 años, y sus hijos Yamilet Smid Campos Ticlia de 15 y Albert Scheineider Campos Ticlia de ocho años, perecieron en el siniestro.
De acuerdo al fallo unánime, el tribunal –integrado por los jueces Cristián Fuentealba Zamora (presidente), Claudia Morgado Moscoso y Cecilia Toncio Donoso (redactora)– dio por acreditado que las víctimas “fallecieron dentro de la pieza en que residían al interior de la edificación, por inhalación de humo y gases de incendio y resultar sus cuerpos calcinados, pudiendo prever el imputado la presencia de personas al interior del domicilio, por cuanto se trataba de una casa habitación”.
A partir de registros de cámaras de seguridad se pudo rehacer el recorrido del responsable y ubicar un cigarrillo que contenía material genético que permitió individualizarlo.
El tribunal aplicó, además, a Torres Palma las accesorias legales de inhabilitación absoluta perpetua para cargos y oficios públicos y derechos políticos por el tiempo de la vida del penado y la sujeción a la vigilancia de la autoridad por el término de 5 años.
Una vez que el fallo quede ejecutoriado, el tribunal dispuso que se proceda a la toma de muestras biológicas del sentenciado para determinar su huella genética e incorporación en el registro nacional de ADN de condenados.