El primer Domingo de Ramos de Barros tras indagatoria del Papa
El obispo de Osorno celebró la misa a una semana de que el Sumo Pontífice recibiera el informe sobre las acusaciones.
Un día soleado en Osorno acompañó a los feligreses que llegaron en masa hasta la catedral de esa ciudad, para participar de la misa de Domingo de Ramos, que fue oficiada por el obispo Juan Barros.
El sermón estuvo orientado a Semana Santa y los católicos escucharon atentos las palabras del prelado. Un mes antes, el sacerdote fue objeto de una indagatoria realizada por el arzobispo de Malta, Charles Scicluna, quien recopiló antecedentes sobre acusaciones de presunto encubrimiento de abusos del expárroco de El Bosque, Fernando Karadima.
Al término de la misa, Barros llamó a los fieles a acercarse al altar para hacer la bendición de los ramos que portaban. Al ser consultado por La Tercera, declinó referirse a la investigación de Scicluna y solo indicó que "siempre es bueno ver a una iglesia llena para alabar al Señor y para que crezca nuestra vida cristiana".
A la salida del templo varios feligreses se mostraban tranquilos y conformes con la misa. Rosemarie Bielefeldt dijo que ya es hora de que los católicos reflexionen y perdonen.
"Hacía mucho tiempo que no venía a la catedral y me dio gusto ver una iglesia con una comunidad tranquila, y es momento en que nosotros empecemos a perdonar, porque si Dios es capaz de perdonarnos, nosotros no somos quién para juzgar, porque en estos momentos está todo otra vez en manos del Papa".
María Soledad Martí es una de las voceras de la agrupación de laicos de Osorno.
Ella manifestó que está expectante por los resultados de la investigación que mandó a hacer el Sumo Pontífice, quien la semana pasada recibió el resultado de las indagatorias del arzobispo de Malta. "Estoy en un estado de ansiedad por saber cuál va hacer la posición del Papa. En su visita a Chile quedó un descontento de una situación que jamás se había vivido en nuestra iglesia. Tengo pena porque nunca habíamos pasado por esto y el templo, que somos todos nosotros, está destruido", puntualizó la mujer, quien no quiso estar presente en la misa.
En tanto, el arzobispo de Santiago, Ricardo Ezzati, presidió al mediodía del domingo la eucaristía del Domingo de Ramos en la Catedral Metropolitana. A la cita asistieron más de cuatro mil personas.
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