El martes, en medio de la presentación del plan de trabajo para la promoción de la asistencia y permanencia escolar, el Presidente Gabriel Boric y el ministro de Educación, Marco Antonio Ávila, presentaron cifras alarmantes sobre ausentismo escolar durante el primer semestre. Los bajos números, de hecho, se replicaron en algunos establecimientos educacionales este lunes, en la vuelta a clases tras los 25 días de receso invernal.
En ese sentido, el detalle de las cifras del Centro de Estudios del Ministerio de Educación muestra que el aumento de ausentismo respecto de la prepandemia es considerable, sobre todo cuando se observa la inasistencia ‘grave’, que es cuando un estudiante tiene una asistencia menor al 85%.
“Este año, en que nuestro sistema educativo retornó a la presencialidad, hemos visto un preocupante aumento en la inasistencia de estudiantes”, dice el ministro Marco Antonio Ávila, quien agrega que “la inasistencia grave casi se ha duplicado respecto de un año normal”. Esto, agrega, “no solo afecta los aprendizajes y la socialización, sino que también es uno de los principales predictores de deserción”.
Así, si entre marzo y junio de 2019 hubo 633.414 alumnos en esta línea grave de inasistencia, en 2022 aumentaron a casi el doble: 1.254.253 estudiantes. En ese sentido, el detalle señala que el 39% de la matrícula total del sistema educativo (incluyendo prekínder y kínder) está en esta categoría. Por eso las alarmas de autoridades y especialistas, toda vez que la evidencia señala, como ya expuso Ávila, que la inasistencia muchas veces lleva a la deserción o desvinculación escolar.
“El alumno que deserta no sucede de un día para otro. En comienzo falta un día, al mes dos y así llega un momento que retornar a la escuela ya no es llamativo ni tiene sentido. En ese aspecto los padres tienen un rol predominante, sobre todo en etapas iniciales, ya que cuando son pequeños son los tutores los primeros en fomentar o no la ausencia”, señala Macarena Estrada, académica de la Facultad de Educación Universidad San Sebastián.
El desglose del Mineduc, además, detalla que en las y los niños de prekínder y kínder la inasistencia alcanza un 64%, en los de educación básica es de 37%, mientras que en los de educación media científico humanista es de 33%, así como en los de educación media técnico profesional llega a un 39%. El problema mayor, detallan desde Educación, es que comparado con 2019 los niveles donde más aumentó la inasistencia grave fue en educación básica (130%) y educación parvularia (103%).
En esa línea, Alejandra Arratia, directora ejecutiva de Educación 2020, expone que los datos “ciertamente son preocupantes, nos muestran un alto nivel de inasistencia que, sin lugar a dudas, tiene un impacto en el aprendizaje en un sentido amplio de la palabra”.
Además, según los datos oficiales del Mineduc, la asistencia acumulada promedio de todo el sistema educacional entre los meses de marzo y junio de 2022 fue del 83% y, dicho está, más allá del promedio, el primer día de clases de este segundo semestre hubo establecimientos de la RM que apenas llegaron al 50%.
“La invitación a las familias es a que envíen a sus hijos e hijas a las escuelas. Es necesario, porque la educación es la llave y la experiencia de la presencialidad es insustituible. Si no están en la escuela, viviendo esta experiencia escolar, es muy difícil que puedan aprender y desarrollarse socioemocionalmente”, asegura el ministro Ávila.
Las razones
Pero ¿qué puede llevar a que los niveles de ausentismo sean tan elevados? ¿Tendrá que ver todavía la pandemia o hay otras causas?
Según detallan desde el Mineduc, aún se encuentran analizando en profundidad las razones, pero, aseguran, existen algunas situaciones contextuales que podrían explicar esta situación.
La principal de ellas, aseveran, es la incidencia que tuvieron las enfermedades respiratorias en la población infantil, lo que, a su vez, los llevó a adelantar el receso de invierno. Esta situación, añaden, es refrendada por el cuarto reporte de la Encuesta Nacional de Monitoreo Educacional en Pandemia, elaborado por investigadores de las universidades de Chile y Católica, con colaboración del Centro de Estudios del Mineduc, de acuerdo al cual “el 87% de los directores y directoras de establecimientos dice que los problemas de salud son las causas que explicarían la inasistencia, seguidos del clima de invierno (34%)”.
Para la directora ejecutiva de Educación 2020, que los directores de establecimientos digan que la salud es el principal motivo “es entendible en un contexto de pandemia, donde además vimos que los índices de contagio, no solo de Covid, fueron aumentando”.
En tanto, Alejandra Falabella, directora del doctorado en Educación de las universidades Diego Portales y Alberto Hurtado, señala que hay varios factores que se han sumado y que han relativizado la subjetividad de las familias respecto de la importancia de la asistencia. “Con la pandemia se flexibilizaron las exigencias para la asistencia, sumado a temores como el contagio, y una mayor precarización en la situación de los hogares, especialmente en aquellos contextos de mayor vulnerabilidad, en que han aumentan los casos de niños y adolescentes que asumen tareas de cuidado, como cuidar hermanos menores”, dice.
Y añade: “Hay que ser muy claros comunicacionalmente: se requiere una asistencia permanente para consolidar los procesos de aprendizaje. Es un deber desde el Estado y las distintas comunidades escolares asegurar las trayectorias educativas de niños, niñas y jóvenes”.
Pero, además, el mismo monitoreo señaló que otro motivo es “la falta de comprensión sobre la importancia de la asistencia a clases y el temor a los contagios por parte de las familias”.
Desde la U. San Sebastián, Macarena Estrada comenta que dependiendo de la etapa escolar, el ausentismo puede tener distintos orígenes, “pero primordialmente, la influencia que tiene el adulto responsable frente a un individuo es vital, por lo tanto es necesario que en esto la familia se involucre”. Y suma: “Si existen casos que no hay cómo lograrlo con la familia, hay que buscar lo que al estudiante lo puede motivar o señalarle lo que va a perder”.
En ese sentido, el ministro Ávila expone que “para el gobierno es fundamental recuperar las trayectorias educativas de los y las estudiantes, las cuales fueron seriamente afectadas por la pandemia y la no presencialidad”. Asegura también que por tal motivo este martes presentaron el Plan para la Promoción de la Asistencia y Permanencia, “que entre sus medidas dispone la entrega a los establecimientos de reportes sobre ausentismo y desvinculación, así como la entrega de orientaciones y acompañamiento a los equipos”.
En efecto, con el objetivo de revertir esta inasistencia grave, el mentado plan tiene tres ejes de acción: información y orientación a centros educativos, con reportes cada cada dos meses sobre ausentismo y desvinculación de estudiantes; compromiso conjunto por la asistencia y permanencia escolar, con reuniones con sostenedores en que se analizarán las causas y se comprometerá a los actores, y recursos para la promoción de la asistencia y permanencia escolar, con estrategias diferenciadas para los niveles de educación parvularia, escolar, jóvenes y adultos, además de activar comités de asistencia en establecimientos donde se detecte alto ausentismo, entre otras cosas, como un sistema de alerta temprana.