Fue el 11 de marzo, luego de la instalación de dos bombas en el edificio Tánica en Vitacura el 25 de febrero, que Carabineros estableció que Francisco Solar (41) y Mónica Caballero (32) eran sospechosos de los últimos bombazos en Santiago. Por estos hechos, la Fiscalía Sur formalizó este viernes a Solar por homicidio frustrado y lesiones, en el marco de la Ley de Armas, y le imputó el ataque a la comisaría de Huechuraba, el envío del paquete explosivo a Rodrigo Hinzpeter y el atentado en Tánica. En esta última instancia también se le imputó participación a Caballero.

Para establecer su presunta responsabilidad, Carabineros les hizo un seguimiento y esta labor quedó reflejada en un informe. Ahí da cuenta de que Caballero estuvo en las inmediaciones de una marcha durante la crisis social; Solar participó en una protesta en el Centro de Justicia por los “presos políticos”, y en una ocasión se reunieron ambos en Quinta Normal, hablaron dos minutos y cada uno siguió un camino diferente (ver galería).

Este oficio, elaborado bajo el rótulo 638-2020, relata que Carabineros a través del estudio de diversas cámaras del edificio Tánica y recintos colindantes pudo establecer que Caballero -según la tesis policial- estuvo en el lugar del atentado y se retiró de ahí previo al estallido. Minutos después fue detectada tomando una micro, que la dejó en una estación de Metro. Tras establecer cuál era su tarjeta bip!, se le hizo seguimiento y a los pocos días, dentro de un vagón, se pudo captar su rostro con nitidez. El mismo trabajo de análisis de cámaras determinó que pasó la noche previa al atentado en un motel y que de ahí se retiró junto a un hombre caracterizado. De acuerdo a Carabineros, se trataría de Solar.

Según el informe, “las imágenes obtenidas de la mujer investigada, específicamente en los respaldos de las cámaras de seguridad del Hotel Tropical y del Metro”, las usaron para explorar “perfiles Facebook de personas que tengan algún tipo de vinculación con delitos de carácter terrorista”. Y se detectó un perfil de usuario que es de acceso público, el cual, de acuerdo a las fotos, pertenece a Mónica Caballero. Se señala en el mismo oficio que Caballero junto a Solar fueron detenidos en España por la instalación de una bomba a una catedral: “Dado lo anterior y que la contextura, estatura, rasgos físicos del instalador de los artefactos en el edificio Tánica 1 coinciden con Francisco Solar, se realizó un análisis comparativo con las imágenes públicas de él en contraste a las imágenes del Hotel Tropical”.

De esta forma, Carabineros empezó a hacer diligencias “para ubicar y determinar domicilio de Caballero y Solar”. El escrito indica que revisaron los grupos y páginas que sigue Caballero en Facebook, “para determinar si existen convocatorias a actividades sociales”, y ubicaron sitios de organizaciones sociales. Entre ellas, la Coordinadora por la Libertad de los Prisionerxs Políticxs 18 de Octubre, que estaba convocando a una manifestación para el 17 de marzo en el Centro de Justicia. Así, dos carabineros fueron ese día a ver a los asistentes a la actividad. No observaron a Caballero, pero cerca de las 12.00 llegó Solar y le tomaron fotos de lejos. Después, lo siguieron hasta que tomó el Metro Rondizzoni y llegó a una casa en Quinta Normal.

“Al identificar el domicilio de Solar, se orientaron las diligencias para verificar si dentro de su rutina diaria se reúne con Caballero”, dice el informe. De esta forma, lo siguieron al salir de su casa a las 10.25 del 29 de marzo pasado y a las 11.45 de ese día lo vigilaron mientras participaba en una marcha por Av. 5 de Abril, en Estación Central. Luego, a las 14.20, en el bandejón central de Av. 5 de Abril, vieron a Caballero sentada en el pasto, conversando junto a otras cinco personas. Para averiguar su domicilio la empezaron a vigilar. “A las 15.36 (Caballero) se pone de pie y se dirige hacia una banca donde tenía apoyada su bicicleta (…), se sube a la bicicleta y comienza su desplazamiento”, dice el documento. La siguieron hasta que a las 18.05 entró a un edificio ubicado en calle Santo Domingo. No salió hasta las 23.00 de ese día, que fue la hora en que dejaron de seguirla.

El 1 de abril, a las 17.45, los carabineros vieron a Solar salir de su domicilio en una bicicleta. Luego, “se detuvo a cinco metros del acceso principal a la Estación Quinta Normal, donde dejó la bicicleta apoyada y tomó asiento en una muralla”. Ahí llegó Caballero y conversaron por dos minutos, aproximadamente. Tras esto, cada uno se fue por separado. Al final del informe, Carabineros señala que hay que “obtener datos de los productos financieros” de los imputados que “den cuenta del uso de recursos financieros”.

Esto, porque desde que se les investiga no se les ve empleo formal, por que hay que establecer, dicen, el origen de los fondos para concretar los delitos. Así, la fiscalía pidió entrar a sus cuentas bancarias e interceptar sus teléfonos y los de sus cercanos, lo que se autorizó vía judicial.

También acudieron a una parcela que ambos tendrían cerca de Talca y que Caballero, según Carabineros, estaba intentando vender en $ 35 millones. Además, la fiscalía pidió a la policía averiguar si los convivientes de Solar tienen algo que ver en el atentado en Tánica. Uno de ellos, al igual que Solar y Caballero, fue absuelto en el caso bombas 1.