Cincuenta mil quinientos veinte y nueve. Ese es el número de estudiantes que estaban escolarizados en 2021, que este año debían seguir en el sistema, pero que no se matricularon. Las cifras dadas a conocer hace casi tres semanas provocaron un verdadero terremoto y dan cuenta de un flanco -otro más- que tiene a la educación chilena inmersa en una profunda crisis.
Pero ¿quiénes son los desescolarizados? ¿Dónde se concentran aquellos que se restaron del sistema tradicional? ¿A dónde se fueron?
Según cifras del Centro de Estudios del Ministerio de Educación a las que tuvo acceso La Tercera, los 50.529 estudiantes desescolarizados significan el 1,7% de la matrícula nacional, lo que, dicen desde la cartera, es inferior al 2,5% que algunas proyecciones estimaban.
Los datos del Ministerio dicen, además, que, del total de desvinculados, 27.711 corresponden a estudiantes de enseñanza básica (54,8% del total), lo que, añaden, se correlaciona con su representación en la matrícula nacional. Le siguen los 14.167 desescolarizados de enseñanza media que estudiaban en algún establecimiento humanista-científico (HC) y cierran los 8.651 de enseñanza media, pero de instituciones técnico-profesionales (TP). En este caso, el porcentaje respecto de la matrícula es mayor: 3,57%, versus el porcentaje que corresponde a básica (1,35% de la matrícula) y los de media HC (2%).
En detalle, el grado donde hay mayor cantidad de desescolarizados (alumnos que en 2022 deberían estar en ese curso, pero no se matricularon) es, por lejos, primero medio, con 6.736. Le sigue segundo medio, con 5.617; tercero medio, con 4.639 y segundo básico, con 3.882.
DESESCOLARIZADOS SEGÚN GRADO:
Grado | Desvinculados 2021-2022 |
---|---|
Primero básico | 2.606 |
Segundo básico | 3.882 |
Tercero básico | 3.462 |
Cuarto básico | 3.105 |
Quinto básico | 3.244 |
Sexto básico | 3.014 |
Séptimo básico | 3.034 |
Octavo básico | 3.094 |
Primero medio | 6.736 |
Segundo medio | 5.617 |
Tercero medio HC | 4.639 |
Tercero medio TP | 2.966 |
Cuarto medio HC | 2.316 |
Cuarto medio TP | 2.814 |
Total | 50.529 |
“Las cifras más pronunciadas en primero y segundo medio se explican porque en general el fenómeno de la desvinculación se acentúa en esta fase crítica de las trayectorias escolares, en la que los niños han terminado su ciclo básico e inician una nueva etapa en el mismo colegio o uno distinto”, analiza Gonzalo Muñoz, académico de la Facultad de Educación de la UDP, quien agrega que para todas las instituciones del sistema educacional “el desafío es dirigir la mayor parte de los recursos y apoyos a esta etapa, sin descuidar el resto de los niveles y cursos, y trabajando fuertemente con las familias”.
Alejandra Arratia, directora ejecutiva de Educación 2020, aporta su mirada: “Es necesario investigar a qué se debe, uno puede hipotetizar con que tiene que ver con que son niños que se han visto más alejados o distanciados, que su vínculo con la escuela se ha debilitado”. Y añade: “No hemos sido capaces de construir una relación donde esos niños y niñas se sientan importantes y visibles para sus comunidades educativas”.
A su vez, Rebeca Molina, directora ejecutiva de Fundación Educacional Presente, expone que “en primero medio suele haber más tasas de abandono escolar porque es un curso de transición, hay muchas escuelas que llegan hasta octavo básico y cuando los estudiantes se van al liceo hay una gran cantidad que no se acostumbra o que se sienten incómodos. Es distinto estar en una escuela básica de una zona y después irse a un liceo en una ciudad. Esa transición muchas veces hace que haya estudiantes que se van quedando fuera”.
Pero hay más: los guarismos revelan que el 94,1% de los desescolarizados, es decir 47.551 exestudiantes, asistía a establecimientos en zonas urbanas, mientras que el porcentaje restante, o sea 2.978 personas, lo hacían en zonas rurales. En Chile hay 7.969 escuelas urbanas y 3.247 rurales.
En ese sentido, la región con más personas que abandonaron el sistema escolar es la Metropolitana, con 24.584, lo que representa el 48,7% de los 50.529. Esto, a su vez, es un 2,2% de la matrícula de la región. En cantidad de desescolarizados a la RM le sigue Valparaíso (4.840, 9,6%) y Biobío (2.927, 5,8%). En la otra vereda, las regiones donde hubo menos desescolarizados fueron Aysén (282), Magallanes (293) y Arica y Parinacota (730).
¿Y dónde están esos desescolarizados? “Migración, exámenes libres, oferta educativa y necesidad de trabajar o cuidar están entre los principales factores”, señaló hace algunos días el ministro Marco Antonio Ávila, quien ejemplificó que, según han pesquisado, más del 25% está inscrito para la rendición de exámenes libres y el 16% está vinculado a fenómenos migratorios y que como tal, se desplazan del territorio.
Desde el Mineduc señalan que para hacerle frente a esta situación el presupuesto en materia de Educación considera $ 250 mil millones dedicados “exclusivamente” a impulsar programas para disminuir las brechas educativas, abordar condiciones de aprendizaje deterioradas, “y salir a buscar a los más de 50 mil estudiantes que están fuera del sistema”.
Ahondan que para revincular a los estudiantes que salieron de las aulas y abordar integralmente los efectos de la pandemia en la educación están reforzando la política de reactivación educativa “Seamos Comunidad” mediante recursos y programas, con acciones que apuntan a fortalecer el sistema de monitoreo y reportabilidad, mesas de trabajo territoriales, mesas técnicas con municipios y Servicios Locales de Educación Pública y orientaciones, entre otras cosas. Pero, además, señalan que para 2023 se sumará un sistema de gestión de datos con el Banco Interamericano de Desarrollo y gestores territoriales para la revinculación, entre lo más destacado.
“Desde que asumimos la administración hemos trabajado para reactivar la educación del país y aumentar el vínculo de las y los estudiantes con las escuelas, a través de acciones que abordan las distintas dimensiones involucradas. Pero este es un desafío país que no se resolverá de un día para otro y para el cual necesitamos del compromiso de toda la sociedad”, señala el ministro Ávila, quien añade que para 2023 dispondrán de los recursos ya mencionados “para financiar el plan de reactivación educativa y traer de vuelta a los niños, niñas y jóvenes que han salido de las aulas. Contrataremos gestores territoriales en las comunas más críticas, un sistema de gestión de datos con el BID y entregaremos formación para directivos y docentes, entre otras iniciativas”.
La autoridad, además, señala que junto con estas acciones “seguiremos convocando un gran acuerdo que acoja las iniciativas de organizaciones de la sociedad civil, del sector público y también del mundo privado”.