Rector de la UC, Ignacio Sánchez: “No porque haya injusticia vamos a permitir actos de violencia como los que se están haciendo”
Como parte del ciclo Conversaciones LT, la autoridad académica se refirió al plebiscito del domingo, a las protestas de los últimos días y a qué temas debería incluir una eventual nueva Constitución.
“Creo que es muy grave lo que ha ocurrido en los últimos días. No hay que minimizar la violencia que ha ocurrido, tenemos que condenarla fuertemente. Lo peor sería decir que estos son hechos aislados en una zona de Santiago y que fueron áreas muy específicas”, dijo hoy el rector de la Universidad Católica, Ignacio Sánchez, sobre los últimos hechos registrados durante la manifestación del aniversario del 18 de octubre.
Como parte del ciclo de entrevista Conversaciones LT, la autoridad académica se refirió al plebiscito del domingo, a las protestas de los últimos días y a qué temas debería incluir una eventual nueva Constitución.
¿Cómo prevé la jornada del domingo?
-Pienso que va a ser una jornada pacífica, donde la gran mayoría de los habitantes van a estar por desarrollarla de la forma más normal, con una participación que me parece que va a superar las participaciones de las últimas elecciones presidenciales. Yo creo que la gente se da cuenta de lo importante que es este plebiscito, esta pregunta que se nos está haciendo.
¿Le generan preocupación los hechos de violencia que se han producido?, ¿Cree que pueden afectar el proceso constituyente si se abre esa ruta?
- Creo que es gravísimo que se atente contra iglesias, contra el patrimonio público y privado, que se agreda a las personas de esa manera. Y es muy grave que las personas que realizan actos vandálicos queden en su gran mayoría en el anonimato. Me parece que es responsabilidad de toda la población condenar y aislar a los violentos. Las personas violentas pueden ser un número reducido, pero van a seguir estando violentas si notan que hay un ambiente que los protege y que no los rechaza de forma enérgica. Atentados a templos es inaceptable en una sociedad democrática y moderna como la nuestra. Eso recuerda actos barbáricos de épocas pre civilizatorias. Eso atenta contra la libertad religiosa, atenta contra la libertad de expresión, atenta contra la libertad de pensamiento. En lo más profundo de las personas que podamos tener una fe, independiente de cuál fe sea esta.
¿Le gustó el tono de la clase política respecto de la violencia o cree que se relativiza?
- Yo pienso que se relativiza. Nosotros no podemos decir 'bueno hay violencia porque hay otra violencia en el orden en que hemos desarrollado el país. Yo pienso que eso no puede ser. No podemos relativizar la respuesta. Los actos de violencia que hemos visto en los últimos días no tienen ninguna razón de ser, aunque lo queramos disfrazar de lo que lo queramos disfrazar. Ahora, tenemos que trabajar entre todos para construir un país más equitativo, más justo, más democrático, con mayor respeto, de eso no cabe ninguna duda. Pero no porque haya injusticia vamos a permitir actos como los que se están haciendo. Es responsabilidad de cada uno en su conciencia que tiene cierta vocería pública o cierto reconocimiento público, condenarlos, porque si no se condena, uno pasa a ser cómplice de lo que está pasando.
´¿Cómo explica la violencia entendiendo que hay un plebiscito para tratar de resolver las diferencias que se han producido?
Ya he dicho que condeno absolutamente y me duelen profundamente los actos de violencia contra iglesias y templos. Las respuestas que han habido en esos actos, celebrando la caída de una torre (de una iglesia), me parece que es un acto barbárico más que otra cosa. Las personas que tienen esas conductas no tienen nada que ver con el acto plebiscitario, lo más probable es que no estén ni siquiera preocupadas qué pase en este proceso. Están completamente fuera de un sistema democrático.
¿Usted está por el apruebo o rechazo? y en el caso del apruebo, ¿por asamblea constituyente o convención mixta?
- He mantenido mi postura y la voy a mantener hasta la próxima semana de no dar a conocer mi opción de voto, porque yo presido una institución que tiene 40 mil personas. No corresponde que el rector de una universidad exprese su voluntad de voto, cada uno de nosotros tiene derecho a mantener en reserva su voto. Lo que sí tengo que decir, que he manifestado y reitero, es que lo que hay que hacer es estimular que la mayor cantidad de personas vote, que se manifieste en la expresión de nuestro país, ojalá de manera muy mayoritaria para que, sea cual sea el resultado del plebiscito, sea muy válido. Y que nos demos cuenta que ha triunfado la democracia.
¿Cuál es su postura respecto a si la Constitución consagra hoy el derecho a educación? ¿Cree que se necesitan modificaciones para garantizar la calidad de la educación?
- Educación no cabe duda de que es uno de los temas más importantes en una Carta Constitucional. En educación tenemos que hablar de calidad, libertad de enseñanza, de pluralidad de proyecto, de un aporte público y un aporte privado, cómo se complementan estos aportes. No me cabe duda de que tenemos que consagrar de manera muy explícita el valor de la educación y no me cabe duda de que tenemos que también consagrarlo en forma amplia y diversa. También tiene que haber criterios de evaluación de esa calidad que sea tanto de la educación pública, como la educación privada. Lo que tenemos que dejar en claro es que en nuestro país todo niño tiene derecho a una educación de calidad y el tema es cómo se provee y cuáles son las distintas formas de proveerla.
Usted toca dos puntos fundamentales de este derecho, educación de calidad para todos y que también los padres puedan elegir qué tipo de enseñanza quieren para sus hijos. Esa parece ser una tecla muy sensible
Yo creo que es fundamental. Tenemos que poner opciones que sean de calidad para quien tenga recursos o no los tenga pueda tener acceso a una educación de calidad, porque finalmente en el escolar, la decisión de qué educación tiene que tener cada uno de los hijos le corresponde a los padres, no al Estado. Al Estado le corresponde proponer una oferta de calidad al mismo nivel de ofertas privadas. Eso por supuesto que va a ser una discusión en el momento en que se discutan distintos deberes y derechos.
¿Qué le parece la gratuidad en educación superior? Parece que está bien alejado del tema de calidad.
Hoy día tenemos una gratuidad al 60% más vulnerable de los estudiantes de educación superior. Las instituciones que pueden optar por gratuidad tienen que mostrar una cierta calidad en términos de acreditación. El gran problema es que, si bien las instituciones tienen que mostrar esa calidad, lo que ha ocurrido con la política de gratuidad, que nosotros apoyamos estando focalizada en los estudiantes que más lo necesitan hoy con esa vara del 60% más vulnerable, es que nació desfinanciada y se ha ido desarrollando con cada vez más desfinanciamiento y eso es un problema de origen. No es el problema de la gratuidad en sí, es el problema de los recursos que tendrían que haberse puesto, y tienen que ponerse, para poder permitir una educación de calidad en las distintas universidades e institutos profesionales.
¿Tiene una visión general de cosas que se deben mantener y repensar en la Constitución?
En lo particular he puesto algunos temas que son bases en nuestra carta fundamental. El derecho a la vida, el respeto a las dignidad de la persona son aspectos que son sustantivos. La libertad de expresión, el derecho a una educación para poder tener una libertad de enseñanza, derecho a tener una libertad de culto, libertad religiosa, que también implica el derecho a no creer, como hay países que tienen una religión por mandato. Nosotros creemos en una libertad religiosa que esté protegida en la carta constitucional. El derecho a los pueblos originarios, a formar parte integral de nuestro país. Y desde el punto de vista de los derechos sociales, ahí tenemos que tener la reflexión si es una Constitución que los detalla o los presenta en forma general. Cada cosa tiene su pro y su contra. Si usted los presenta en forma general, pueden quedar cosas muy abiertas. Pero si usted los detalla mucho, después los deja amarrados y cualquier cambio es difícil de realizar. La Constitución me parece que tiene que mostrar los ámbitos generales y ya después de las leyes podrán aterrizar los ámbitos generales en aspectos más particulares.
También se ha hablado de esta hoja en blanco. Yo creo que está claro que nuestra Constitución no puede partir de una hoja en blanco porque hay toda una historia de 200 años de República, donde hemos tenido varias Constituciones.
Por otra parte, el tema del consenso de la Constitución. El tema de los 2/3 me parece bien importante para que los aspectos que se presenten en la Constitución sean realmente aprobados por el 2/3 de constituyentes. Y sea aprobado en forma global la propuesta que se ponga en el plebiscito de salida.
A la actual Constitución siempre se le ha enrostrado esta suerte de falta de legitimidad de origen, por haber nacido en plena dictadura. En la eventualidad de que haya un cambio de Constitución, hay gente que también ha planteado un vicio de origen, porque nace en una puja muy violenta. ¿No hay un riesgo de que una parte de la población sienta que hay un vicio de origen o usted cree que eso se puede exorcizar si es muy participativo el plebiscito del domingo?
-Es legitimo que haya personas que tengan esa inquietud y esa propuesta de cuán legítima es. No sé si se pueda exorcizar, pero sí que una participación masiva puede ayudar mucho en la legitimidad del proceso que se desarrolle a partir del lunes próximo. Por eso, independiente de cuál sea el resultado, para que se legitime el proceso completo es muy importante que haya una masiva participación de nuestros habitantes.
Si gana el rechazo, ¿cree que igual se avanzaría en un cambio constitucional?
- En su gran mayoría, las personas que van a votar rechazo saben que hay hacer algunos cambios y ajustes a la Constitución. No he conversado con personas que digan yo voy a votar rechazo y digan ‘no quiero que se cambie nada de lo que está ocurriendo en el desarrollo constitucional de nuestro país’. Me parece que como lo han dicho quienes se han manifestado públicamente por el rechazo han hablado de rechazar para reformar algunos aspectos. Me parece que los que van por esa opción no significa un cierre a modificaciones de la Constitución y no me parece que signifique, en su gran mayoría, una defensa de lo que se está pidiendo hoy día de la Constitución.
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