La noche del 18 de septiembre de 2017, mientras la mayor parte del país celebraba las Fiestas Patrias, un grupo de cerca de siete personas, a rostro cubierto, entraron a la empresa de transporte de valores Esertval Ltda., ubicada en Domingo Santa María 1846, comuna de Independencia, y se llevaron $ 15.800 millones.
Se convirtió en el robo más cuantioso de los últimos años, incluso destronando al llamado “Robo del siglo” de 2014, en el aeropuerto de Santiago, por $ 6 mil millones, y al ocurrido en febrero de este año en el mismo lugar, donde un grupo de delincuentes logró un botín cercano a $ 13 mil millones.
A más de tres años desde lo ocurrido, este martes, en completo hermetismo, funcionarios del OS-9 de Carabineros, previa orden judicial de la magistrada del Tercer Juzgado de Garantía, María Fernanda Sierra, allanaron al menos 20 domicilios a nivel nacional y efectuaron una serie de arrestos.
En total, fueron 13 las personas detenidas por el atraco más grande de la historia del país. A ellos se suman otros tres que ya estaban presos por otros delitos, posteriores al millonario robo, a quienes incluso les allanaron sus celdas.
Los tres se encuentran en prisión preventiva, dos de ellos en Santiago 1 (Domingo Lilla Zamora y Samuel Aranis Muñoz) y el tercero en Santiago Sur (Eduardo Moya Rodríguez). Los dos primeros están con esa medida desde el 18 de junio, por tenencia de armas, y el último desde el 28 de septiembre, por el mismo ilícito.
Aparte, hay otras 13 personas que fueron aprehendidos este martes, entre ellos dos guardias de seguridad. Todos los imputados pasarán este a control de detención en el Tercer Juzgado de Garantía de Santiago. Los defensores públicos Alicia Corbalán, Belén Iribarren y Gonzalo García ya fueron notificados de los detenidos y están informados de que deberán tomar el caso.
Según fuentes ligadas a la investigación, los arrestados acumulan en total 100 autos y 37 propiedades de alto valor, en condominios en Puente Alto y San Bernardo, entre otras comunas.
En las incautaciones, la policía uniformada encontró fajos de billetes que aún mantenían los detenidos, además de armas de fuego.
En la investigación participaron un total de siete fiscales de la Fiscalía Centro Norte, liderados por el persecutor Marcelo Carrasco.
En los último días, el equipo de fiscales estuvo con personal del OS-9 preparando la operación, la que contempló seguimiento con drones, equipos de vigilancia móvil y el monitoreo de redes sociales, trabajo que realiza el nuevo equipo de Ciberdelito de OS-9.
De acuerdo a las mismas fuentes, los registros de las compras de los vehículos y las propiedades fueron fundamentales para sustentar las pruebas.
Estos arrestos, y las detenciones de Mónica Caballero y Francisco Solar, imputados por la eventual instalación de bombas en Vitacura y en el edificio de Quiñenco, en contra de exministro del Interior Rodrigo Hinzpeter, figuran entre los casos de mayor connotación del año, ambos a cargo del OS-9.
El ministro del Interior, Rodrigo Delgado, señaló que “como gobierno de Chile valoramos el trabajo de Carabineros en conjunto con la Fiscalía Centro Norte, mediante el cual se pudo determinar, después de 20 allanamientos, quiénes eran las personas responsables del Robo del Siglo; estamos hablando de quienes van a tener que responder ante la justicia respecto de este gran robo que ocurrió hace tres años”.
Modus operandi
De acuerdo a los antecedentes del caso, el robo ocurrió pasadas las 23.30 horas de ese 18 de septiembre, cuando uno de los dos guardias que custodiaban las bóvedas de la empresa Esertval salió a comprar cigarros a una botillería cercana, sin su arma de servicio, “e infringiendo todos los protocolos de seguridad”, dijo esa vez el entonces jefe de Zona Santiago Oeste de Carabineros, general Andrés Gallegos.
A su regreso, el vigilante -según su propio relato- fue abordado por un grupo de entre seis y siete personas encapuchadas y con de armas de fuego, quienes lo intimidaron y obligaron a abrir las puertas del lugar para ingresar.
Una vez adentro, supuestamente redujeron a un segundo guardia, esposando a ambos y dejándolos en una de las oficinas del lugar.
Sólo tres horas más tarde los guardias lograron liberarse y llamar a personal de Carabineros, quienes llegaron cerca de las 3.14 horas del día siguiente.
Según informaron esa vez, en ese lapso, un grupo indeterminado de sujetos ingresó a la empresa con escaleras, carros de supermercado y herramientas, para robar sólo dinero en efectivo de las bóvedas, dejando en el lugar el armamento de los vigilantes.
También se señaló que se habrían movilizado en al menos cuatro vehículos, entre modelos 4x4 todo terreno y sedán, de colores blanco y negro, los que, según algunos testigos, estaban sin sus placas patentes.