Para Rodrigo Egaña, director de la Dirección de Educación Pública (DEP), lo peor en torno a los Servicios Locales de Educación Pública (SLEP) ya pasó. De hecho, cree que la crisis vivida en Atacama el año pasado que instaló una serie de dudas en torno a la desmunicipalización escolar sin que el gobierno pudiera frenarlo, está lejos de reproducirse en algún otro territorio del país. Y que fue una oportunidad.
De eso, de hecho, se habló en la conferencia nacional de directoras y directores ejecutivos de los SLEP, realizada la semana pasada. “Vi una convicción de que estamos construyendo un nuevo sistema”, dice al respecto el ingeniero comercial.
Después de todo lo ocurrido en el último tiempo con los SLEP, ¿cómo diría que está actualmente el proceso?
Este año ha sido de normalización del proceso de Nueva Educación Pública (NEP). Ciertamente el año pasado tuvimos un segundo semestre muy complicado, marcado por la crisis en el SLEP Atacama, donde como primera tarea tuvimos la necesidad de superarla, de instalar un nuevo equipo, de trabajar en mejorar el apoyo del proceso educacional y en diseñar las mejoras en infraestructura. Pero hoy uno puede considerar que el SLEP Atacama está funcionando normalmente, ha ido recuperando indicadores, hay un esfuerzo enorme con mucho apoyo de distintas autoridades. Y en paralelo hemos ido fortaleciendo todos los otros servicios en régimen, solucionando todo lo que ocurre. Este año empezó impecable el curso escolar, salvo en Iquique que resolvimos problemas de cupos. Pero en el resto de los servicios ha sido un año normal, sin grandes conflictos. Y ahora tenemos que entregar al Mineduc la evaluación de la preparación de los 13 servicios que deberían ser creados el próximo año.
¿Y qué dice esa evaluación?
Mi opinión es que estamos en condiciones que se traspasen todos: dos que quedaron pendientes del año pasado, los 10 nuevos y también el de Chiloé que se reprogramó y adicionó.
¿En qué se traduce esa normalización de la que habla?
Hemos avanzado en la gestión financiera. El Presidente ha repetido que habrá recursos para el adecuado funcionamiento de los SLEP, entendiendo que hay una restricción presupuestaria global grande. Hemos ido avanzando en una política de infraestructura de educación pública de largo plazo. En cada SLEP estamos haciendo un plan de desarrollo. Y también hemos avanzado con otras materias que tienen que ver con lo educacional. Hemos avanzado, hemos superado dificultades, que no quiere decir que no las ha habido. Estoy bastante optimista que a pesar de las complejidades estamos encaminándonos en forma adecuada. Pasa que siempre hay gente crítica que resalta más las dificultades, pero yo soy de mirar el vaso medio lleno y hago una evaluación bastante positiva del avance.
Dice que ya pasó lo peor.
El juicio de que esto era una catástrofe… hoy los colegios tienen clases, los alumnos van, las instalaciones están mejorando, los resultados académicos en los SLEP que llevan más tiempo muestran mejoras mayores que en esos que llevan menos tiempo. Estamos en el buen camino, con mejoras que seguir haciendo, escuchando lo que nos quieren decir, pero en absoluto se tiene que pensar en frenar.
¿A qué servicios diría que hay que ponerle ojo?
En Valparaíso tenemos problemas de infraestructura, pero por decenas de años ha estado descuidada y con graves problemas de mantención. Hoy le hemos asignado $ 2.500 millones extra para mantención. Hay algunos problemas en distintas partes, pero ninguno en que un SLEP esté a punto de dejar de prestar el servicio educativo en sus colegios.
¿Con eso acalla las voces que buscan frenar el proceso?
La ley es muy clara: si los municipios cumplen cuatro condiciones pueden pedir postergar. Hay municipios que han hecho esos pedidos a tiempo y podrían no integrarse por un año, pero esperaría retomar la discusión posterior a las elecciones para ver quiénes quedan a cargo como alcaldes.
¿El llamado a detener el proceso se ha usado como estrategia electoral?
Acá hay un problema. Estamos superconscientes de que la opinión pública fue muy impactada por lo que ocurrió el año pasado, por lo que estamos en proceso de recuperar la educación pública. Decir ‘estoy entregando un buen servicio y me van a obligar a entregar algo como Atacama’ puede ser bien utilizado en una campaña electoral, es obvio. Lo que podemos asegurar es que Atacama no va a volver a ocurrir.
El tema es que lo de Atacama instaló la idea de un mal sistema.
Tenemos que volver a recuperar la confianza de las familias en la educación pública, en esa tarea estamos. Y la mejor manera de contribuir a eso es que los actuales SLEP funcionen bien, tengan clases, partan a la hora, no se lluevan, que si pasa algo se repare luego, que los profesores asistan. Eso es lo que estamos teniendo en los ya instalados.
¿Cuánto afectó a la imagen de la NEP lo de Atacama?
Bastante, pero como cualquier crisis, ayuda a avanzar. El principal efecto negativo fue en la opinión y valoración de las familias sobre la NEP, porque es cierto: nadie quiere tener a sus hijos como en Atacama.
La crisis en Atacama aceleró la presentación de correcciones a la ley. ¿Avanza bien esa discusión?
Hemos ido trabajando las indicaciones del Ejecutivo, pero creo que hay un muy buen ambiente, colaborativo, de avanzar en perfeccionar el sistema, aunque con dos o tres discusiones aún no resueltas.
¿Cuáles?
La de si la postergación de traspaso de un municipio tiene fecha de término o puede ser permanente hasta el infinito. Eso se va a discutir, porque ley hoy es materia de interpretación. Los otros temas, que creo los vamos a poder resolver adecuadamente, son sobre la creación de nueva oferta educativa y la creación de oficinas locales. Pero también estoy optimista respecto del trámite.
¿Ve que en el Congreso concuerdan en que hay que seguir adelante con la desmunicipalización?
En la comisión nadie ha planteado, de ningún sector, suspender. Por el contrario, se ha planteado mejorarlo. Se puede discutir de maneras, pero nadie ha planteado suspender, terminar o retrotraer el proceso, como algunos candidatos, que han hablado de contrarreforma.
Con varios años a cuestas, ¿ve que se instala una cultura nueva de educación pública?
Lentamente estamos empezando a ver que se construye un sistema nacional de educación pública. Hoy ya tenemos 26 SLEP y esto es lento, son 15 en régimen y 11 con directores designados. El crecimiento cultural todavía es muy interno a los que están directamente vinculados al proceso. Nos falta mucha cultura de sociedad, mostrar la relevancia de esta nueva forma. Y cuáles son los avances, esto toma tiempo, es más complejo.