El sábado recién pasado y a través de una declaración pública, el Saint George’s College había criticado el fallo de la Corte de Apelaciones de Santiago que ordenaba al establecimiento cancelar la matrícula 2025 de cuatro alumnos involucrados en la creación, mediante inteligencia artificial, de imágenes de estudiantes desnudas. El colegio, además, explicaba que al tratarse de un fallo en primera instancia habían tomado la decisión de apelar ante la Corte Suprema. Pero todo eso ahora queda en nada.
Ocurre que a través de una carta a la comunidad firmada por el consejo directivo y enviada este jueves, ahora el establecimiento echa marcha atrás en esa decisión anunciada.
“Bien saben que desde marzo pasado esta comunidad ha experimentado un desafío muy complejo, tanto por sus implicancias como por su novedad. La creación de imágenes trucadas de estudiantes de nuestra comunidad, a través de, aplicaciones que dan acceso a programas de inteligencia artificial nos ha impactado a todos. Desde el primer día el colegio ha centrado todos sus esfuerzos en acompañar a las estudiantes afectadas y también a los estudiantes que crearon y/o mostraron esas imágenes”, comienza el escrito, que añade que “se trata de un hecho que siempre calificamos como gravísimo, pues dañó la integridad de nuestras estudiantes, algo de lo que los autores están conscientes. Y lo que ha ocurrido de ahí en adelante es conocido por todos ustedes: el colegio aplicó medidas disciplinarias, reparatorias, académicas y de acompañamiento personal; y luego el caso llegó a la esfera pública, algo que no buscamos pero que ocurrió y de lo cual todos tenemos que aprender y sacar lecciones”.
Y así, prosigue recordando que “recientemente les informamos, tras conocer el pronunciamiento de la Corte de Apelaciones, que el colegio apelaría a la Corte Suprema. Sin embargo, en estos días hemos tenido múltiples instancias de diálogo y reflexión con diferentes actores de la comunidad, incluído el Centro de Apoderados, y hemos decidido no apelar y acatar el fallo de la Corte de Apelaciones”.
“Sentimos que llegó la hora de terminar con este no buscado enfrentamiento y así poner fin a la incipiente polarización que ha comenzado a emerger al interior de nuestra comunidad, donde han surgido grupos de apoyo a las diferentes posiciones. Es hora también de terminar con la exposición de nuestros y nuestras estudiantes”, suman, para posteriormente señalar que “al menos por nuestro lado, desistiremos de la vía legal. Esperamos que esta decisión sea valorada por la comunidad y permita iniciar un proceso de colaboración y aprendizaje y, por cierto, deje atrás la incertidumbre que este caso ha traído a nuestras y nuestros estudiantes”.
Así, al menos desde el lado del colegio el ámbito judicial termina, pero ahora hay que esperar los pasos que decidan dar los apoderados de los estudiantes cuyas matrículas fueron canceladas a partir del próximo año.