Santiago: las esquinas con más choques

Un total de 17 países en América tienen una ley que fija que la conducción debe ser a 50 kilómetros por hora como máximo en las ciudades. Chile se unió a este grupo la semana pasada, pues la autoridad busca frenar la escalada de accidentes de tránsito ocurrida en los últimos años. Por eso, el Ministerio de Transportes identificó las esquinas donde ocurre la mayor cantidad de siniestros viales debido a la alta velocidad en los últimos cinco años en Santiago, con el fin de que las municipalidades y los conductores tomen conciencia del peligro en esas intersecciones.

Los puntos donde hay mayor cantidad de colisiones corresponden a las calles José Miguel Carrera con Américo Vespucio, en La Cisterna; Pajaritos y Vespucio, en Maipú, y Concha Toro, en Puente Alto. Se trata de zonas que tienen alto flujo vehicular y peatonal, por lo que cualquier aumento de velocidad puede terminar en un choque grave.

En el gobierno preocupa esta situación: el 30% de los siniestros que dejaron víctimas fatales en 2017 tiene como factor común a pilotos que traspasaron los límites o bien perdieron el control sobre el automóvil por malas maniobras (adelantamientos o no respetar las señales de tránsito).

Luis Stuven, secretario ejecutivo de la Comisión Nacional de Seguridad del Tránsito (Conaset), afirma que los alcaldes no tienen claras las vías donde ocurren estos eventos, por lo que se reunirá con los jefes comunales para informar sobre las rutas críticas. "Es necesario que tengan estos antecedentes para que tomen medidas de manera urgente", dijo.

¿Qué tienen en común las arterias donde se produce la mayor parte de los choques? La confluencia de vehículos, ciudadanos y ciclistas, muchos de los cuales "no cumplen con normas mínimas de convivencia vial, como la señalética o usar elementos de seguridad", añade Stuven.

Algunas disposiciones recomendadas por la Organización Panamericana de la Salud, entidad que hace un llamado a reducir la mortalidad por accidentes a 2020, es la instalación de elementos informativos en las avenidas donde hay límites para los conductores, como prioridad. Algunas de ellas son las paletas que publican los 50 kilómetros por hora; los resaltos, más conocidos como "lomos de toro", o las denominadas "zonas calmas" donde hay un tope (de 30 kilómetros por hora) en los barrios.

El alcalde de Puente Alto, Germán Codina, explica que las avenidas donde se concentran los accidentes tienen en común ser "complejas": hay un flujo permanente de personas, como es el caso de la calle Concha y Toro, cercana al Hospital Sótero del Río, a comercio y al Metro. "Los conductores no respetan las normas, pues allí hay señales adecuadas. Andan muy rápido o, bien, hablan por celular muy distraídos", añade. Su par de Estación Central, Rodrigo Delgado, aclara que las comunas están empezando a disponer del nuevo límite de velocidad, pues la ley da 45 días para ello.

Pero sostiene que es clave el monitoreo permanente en estas esquinas a través de la presencia de Carabineros: "Vemos que en esas intersecciones se mide muy poco la velocidad a través de las 'pistolas'. Algunas de ellas están descalibradas o no operan de buena manera, por lo que no son usadas por la policía", asegura.

Karina Muñoz, presidenta de la organización Conciencia Vial, agrega que en el caso de vías más antiguas, como Vespucio, no se contemplaron elementos de seguridad como letreros variables o pistas especiales para ciclistas, o bien para los peatones. "También se ve una mayor inversión en elementos como iluminación en las comunas ricas por donde pasa", precisa.

El gobierno plantea que se debe monitorear el respeto de la velocidad, pero con dispositivos modernos como cámaras. Luis Stuven señala que por eso se está tramitando el proyecto de ley que crea el Sistema de Tratamiento Automatizado de Infracciones, el que pretende instalar dispositivos en las zonas más riesgosas. "Las cámaras que detectarán las faltas estarán ubicadas en intersecciones precisamente conocidas donde hay alta tasa de accidentabilidad", dice. Alberto Escobar, gerente de estudios del Automóvil Club de Chile, indicó que las esquinas peligrosas "deben ser intervenidas con medidas como 'alertadores', franjas que emiten ruido y alertan sobre las esquinas que presentan alto riesgo". Añade que esto debe ocurrir en los puntos de entrada de estas avenidas, pues los automovilistas, de manera natural, toman mayor velocidad al ingresar a ellas".