El 28 de enero de este año el sistema de Alta Dirección Pública abrió la convocatoria para el puesto de director o directora de Educación Pública, cargo que está en subrogancia desde fines del año pasado luego de que el Presidente Gabriel Boric le pidiera la renuncia a Jaime Veas, quien terminó pagando la crisis educativa en Atacama y que hasta ese entonces era la máxima autoridad de la Dirección de Educación Pública (DEP) desde octubre de 2022.
Así, desde el 1 de diciembre asumió como director subrogante de la institución que está a cargo de la desmunicipalización escolar Rodrigo Egaña, quien había sido nombrado por Michelle Bachelet para, entre noviembre de 2017 y noviembre de 2018, ser el primer director de la DEP. Con su experiencia en el cargo fue el elegido para apagar el incendio que se le plantó al gobierno y que, entre otras cosas, derivó en una ralentización del proceso de traspaso del servicio educativo desde los municipios a los Servicios Locales de Educación Pública, más conocidos como SLEP.
Pero, en rigor, aunque Egaña hoy es la máxima autoridad de la DEP, en los papeles el puesto sigue vacante, por lo que el Ministerio de Educación estaba obligado a llamar a un concurso para llenar el cargo vacío, del que según se señala en el entorno de Egaña, él participará y es por quien apuesta el Mineduc. La idea es darle continuidad a su trabajo, que hasta aquí ha sido bien evaluado por la cartera que comanda Nicolás Cataldo.
Fue así que el 28 de enero pasado a través de Alta Dirección Pública (ADP) se abrió la convocatoria para dicho concurso, que originalmente cerraba el 12 de febrero, pero que luego fue extendido hasta este lunes 19. Hasta ese día, de hecho, se recibieron 285 currículums a través del sistema de postulación en línea -los que, aunque en un número mucho menor, podrían verse aumentados por postulaciones presenciales- para un cargo que, según su descripción, tendrá una renta líquida promedio mensual de $7.405.000.
Dentro de la experiencia y conocimientos requeridos, el concurso exige a los postulantes al menos tres años de experiencia en cargos directivos o de jefatura en materias relacionadas con la gestión o administración de instituciones vinculadas al ámbito educacional. Adicionalmente, se valorará poseer conocimientos o experiencia en definiciones fundamentales del ámbito educativo escolar, gestión del cambio o rediseño institucional y desarrollo de sistemas y procesos de acompañamiento a las comunidades educativas.
Además, el detalle señala que el nombramiento tendrá una duración de tres años y que la autoridad competente podría renovarlos fundadamente, hasta dos veces, por igual plazo.
¿Qué viene ahora? El proceso debe definir cuántos de los postulantes cumplen efectivamente con los requisitos, para luego dar paso a una primera selección de análisis de candidatos y entrevistas personales. Así se llegará a los finalistas, los que son presentados al Presidente Boric, quien debe tomar la decisión definitiva.