El Simce le da un respiro al gobierno en materia educativa. Los resultados de las pruebas de Lectura y Matemáticas aplicadas en noviembre del año pasado dados a conocer este miércoles dieron cuenta de una mejora respecto de la última rendición. Pero no solo eso: los resultados también dicen que estadísticamente el sistema escolar se acerca a los niveles de aprendizaje previos a la pandemia. Y eso es celebrado en el mundo educativo, pero especialmente en el Ejecutivo, justo en momentos en que la crisis en Atacama y las dudas por la promesa del CAE arrecian.
En concreto, los resultados que ya había adelantado La Tercera este martes dicen que Matemáticas es donde se evidencian las principales mejorías. En cuarto básico el sistema tuvo un alza de 9 puntos, lo que implica el mayor salto de los últimos 10 años. Así, de 2022 a 2023, a nivel nacional los alumnos de cuartos básicos pasaron de 250 a 259 puntos en promedio. En segundo medio, en tanto, el puntaje promedio en Matemáticas subió 5 puntos, alcanzando 257. Al analizar Lectura, tanto en cuarto básico como en segundo medio se ven alzas promedio de 5 puntos, llegando a 272 y 248, respectivamente.
“Tenemos noticias esperanzadoras para el sistema. Después de tres años de pandemia el sistema educativo está mostrando síntomas de recuperación de aprendizajes, alcanzando puntajes similares a los que teníamos previos a la pandemia”, celebró el ministro de Educación, Nicolás Cataldo, quien en todo caso aseguró que hay desafíos que se mantienen.
Pero, ¿qué se puede sacar en limpio de los resultados? ¿Cuáles son esos desafíos? Distintos expertos abordan las principales conclusiones de un Simce 2023 que da a entender que lo peor ya pasó.
Niveles previos al Covid-19
Quizás si la noticia más relevante es que los puntajes se acercan -y en algunos casos superan- los que se obtenían antes de la pandemia del Covid-19. Los 259 puntos de promedio que obtuvieron los alumnos de cuarto básico en Matemáticas se acercan a los 260 de 2018, el último año en que se dio con normalidad el Simce, puesto que luego vinieron el estallido social y la crisis sanitaria. Los mismos cuartos básicos obtuvieron 272 en Lectura, el mejor resultado al menos desde 2013.
En segundo medio, en tanto, los 248 puntos en Lectura superan los 247 que se lograron en 2015 y 2016 y están muy cerca de los 249 de 2018, aunque un poco más lejos que los 254 de 2013. Matemática en ese nivel es quizás donde más deficiencias hay, puesto que los 257 puntos de 2023 solo superan los 252 de 2022 y quedan lejos de los 267 de 2013, el mejor resultado en 10 años.
Para Paulina Araneda, presidenta del Consejo de la Agencia de Calidad de la Educación, lo destacable de recuperar los niveles previos al Covid “es la celeridad con que eso ocurre. Era esperable que los colegios volvieran a los resultados similares a los anteriores, el punto es que eso no sabíamos cuánto se iba a demorar, y eso es muy importante, porque te da cuenta de un sistema que es capaz de adquirir un ritmo que le posibilite avanzar más rápidamente”.
En tal sentido, Alejandro Carrasco, decano de la Facultad de Educación de la Universidad Católica, coincide en que volver a resultados prepandémicos, cuando se auguraba que serían de muy largo plazo, “muestra las enormes capacidades profesionales de los docentes del país, que trabajaron a distancia y luego al regreso, con estudiantes desregulados, como también la efectividad de las iniciativas que impulsó Mineduc, sostenedores y fundaciones, que abarcan desde la priorización curricular a las tutorías a estudiantes”.
Y mientras para Tomás Recart, director ejecutivo de Enseña Chile, los resultados son “una buena noticia porque en promedio los resultados avanzaron muchísimo”, para Gonzalo Muñoz, académico UDP y exjefe de Educación General del Mineduc, si bien advierte que todavía es necesario investigar en profundidad los factores que están detrás de estos resultados, “el Simce 2023 en general confirma la idea de que el sistema escolar ha sido resiliente frente a la crisis provocada por el Covid-19 y ha tenido la capacidad para ir recuperando, más rápido de lo esperado, los niveles de aprendizaje que estas pruebas evalúan”. Esto, añade, podría tener como posible factor el haber seguido trabajando con un currículum priorizado.
SLEP al alza
Los resultados del Simce señalaron que al analizar por tipo de sostenedor administrativo, los establecimientos educacionales dependientes de algún SLEP son los que dieron el mayor salto positivo, con el SLEP Huasco mostrando los mejores resultados. En detalle, los SLEP subieron sus resultados en todas las asignaturas y niveles. Por ejemplo, en Matemáticas de cuarto básico los colegios de SLEP que iniciaron en 2018 -primeros traspasos- pasaron de 239 puntos en 2022 a 249 en 2023, mientras que el mismo nivel del sector municipal pasó de 239 a 248 en la misma prueba en el mismo periodo. Y en Lectura de segundo medio subió de 257 a 261, mientras que el mundo municipal pasó de 257 a 262.
Para Tomás Recart la discusión que se ha dado sobre los SLEP es mucho más ideológica que con evidencia científica. Y este Simce así lo demuestra, dice. “Lo que yo esperaría es poder saber qué hubiera pasado si esos mismos estudiantes que pasaron de un establecimiento municipal a SLEP se hubieran quedado en establecimientos municipales”, asegura. Y añade: “Hay que ser mucho más riguroso y menos tendencioso en defender los SLEP de un lado o de otro”.
“Es muy probable que estemos viendo un punto de inflexión en los resultados de los SLEP”, se aventura el decano Carrasco, quien añade que “es probable que el trabajo en red de soporte pedagógico que promueve la Nueva Educación Pública esté ayudando”. Eso sí, advierte que las mejoras educativas se ven a largo plazo, por lo que se debe observar si estos resultados se transforman en una tendencia o patrón a futuro.
Desde la UDP, Muñoz asegura que los resultados de los SLEP “son una nota de alerta para quienes, en base a una mirada parcial, han planteado que la reforma a la educación pública no ha traído consigo avances positivos”. Así, detalla el dato “clave” que aporta este Simce: los servicios que llevan más tiempo funcionando mejoran también más sus resultados de aprendizaje. “Más que poner en duda la eficacia de esta política hay que dedicarse a potenciar la Educación Pública”.
Paulina Araneda plantea su propia hipótesis: “Pareciera que estos sistemas que se estabilizan en el tiempo, como son los SLEP, logran generar un entendimiento focalizado en los procesos de aprendizajes y educativos que están dando resultados”.
Brechas
Los grupos socioeconómicos bajo y medio bajo son los que más suben sus puntajes promedio; por ejemplo, aumentando ambos en 9 puntos sus resultados en Matemática de cuarto básico, aunque sus 237 y 247 puntos respectivos están lejos de los 292 que obtuvieron los estudiantes de ese nivel de mayores recursos. En segundo medio, también en Matemáticas, se dieron alzas en todos los grupos socioeconómicos, pero los estudiantes de altos recursos, que subieron 7 puntos comparados con ellos mismos, les sacaron casi 100 puntos de ventaja a los de bajos recursos (323 versus 227), que a su vez subieron 3 puntos respecto de 2022.
“El reporte del 2022 arrojaba que el nivel socioeconómico bajo tenía solamente un 4% estudiantes en el nivel adecuado, y eso es muy complejo. Es un número que no ha cambiado en 10 años”, contextualiza Recart desde Enseña Chile, quien cree que estas brechas, a su parecer, “es donde están las urgencias más grandes”.
“Las brechas se comportan de manera distinta dependiendo del tipo de prueba, por lo que hay que mirar cada uno de los resultados en detalle”, advierte el académico Muñoz. Como sea, si bien los resultados son alentadores con hombres y mujeres aumentando sus puntajes promedio, justamente las brechas de género se mantienen. En Matemática, las estudiantes de cuarto básico alcanzan un puntaje promedio de 253 puntos, mientras que los hombres llegan a 265 puntos, con un alza de 8 y 10 puntos, respectivamente. En segundo medio, también en Matemática, la brecha de género se mantiene, con los hombres alcanzando 262 puntos y las mujeres 251 puntos.
“Las mujeres sí crecen en resultados, pero se mantiene la brecha con los hombres. Eso, a mi entender, es un efecto que es no solo de escuela, sino que tiene que ver con brechas sociales más amplias, de la percepción o la representación que tienen las mismas niñas sobre ellas o lo que ellas piensan que representan respecto al aprendizaje de las matemáticas”, dice Paulina Araneda.
Desde la Facultad de Educación de la UC, Carrasco cree que los sesgos de género están presentes en la sociedad y familias y “alcanzan a los docentes y se traducen en prácticas pedagógicas estereotipadas. Están ancladas en esquemas sociocuturales de largo plazo y cuya superación requiere de un fuerte trabajo en la formación inicial y continua de los profesores de todo el sistema escolar”.
Pero las brechas no son solo en favor de los hombres. Y es que en Lectura en ambos niveles se mantienen las distancias inclinadas a las mujeres. En el caso de cuarto básico ellas obtuvieron un puntaje promedio de 275 puntos, mientras los hombres de 269. ¿Y en segundo medio? Las mujeres obtienen un puntaje promedio de 255 puntos, y los hombres, de 242.
“En general, los hombres creen que tienen que ser más del lado de las matemáticas y las mujeres hacia el lado de las letras. Puede haber un sesgo de género, y es importante resaltarlo, porque no creo que haya dones distintos”, señala desde Enseña Chile Tomás Recart.
Foco en segundo medio
Una de las conclusiones a las que le puso ojo el Mineduc es que si bien los resultados se acercan a su configuración prepandemia, persiste un gran desafío en la enseñanza media, especialmente en Matemática, incluso visto desde los resultados por grupos socioeconómicos, donde se observan las disparidades más fuertes en las alzas en esta prueba para este nivel.
Gonzalo Muñoz advierte que uno de los datos que debería movilizar a la sociedad es el que muestra que las brechas, sobre todo en Matemática y a pesar de la mejora general, se han amplificado en segundo medio. “Necesitamos políticas que aborden el desafío enorme que tenemos en la enseñanza media”, asegura.
En tal sentido, para Paulina Araneda lo anterior se explica porque el país “ha hecho una opción importante por fortalecer las políticas de apoyo de los aprendizajes de educación básica. Y tenemos menos políticas orientadas que estén direccionadas hacia la educación media. Lo que uno ve en los resultados de cuarto básico es efecto de política pública intencionada”.