Surgen denuncias sobre conductas sexuales impropias y supuestos abusos en Diócesis de Rancagua

Una "cofradía" de sacerdotes de la Diócesis de Rancagua que se hacía llamar "la familia" y que habrían incurrido en conductas sexuales impropias y eventuales abusos, fue denunciada en un reportaje de Canal 13.

Elisa Fernández, quien participó activamente al interior de la Iglesia Católica por cerca de 14 años, denunció que un grupo de párrocos tenía prácticas inadecuadas, que se traducían en bromas de carácter sexual entre ellos y comentarios sobre preferencias por menores de edad.

"No sé si llamarlo cofradía, secta o grupo de sacerdotes que tienen prácticas que no se conllevan con su condición de curas y con respecto a jóvenes, por lo menos en mí época, de entre 15 y 29 años".

Según el reportaje, este grupo tenía una estructura piramidal que era encabezada por "la abuela" y le seguían "las tías", "las hijas" y "las nietas", que estaría conformada por cerca de 17 sacerdotes.

Fernández relata que acudió desde hace un año y medio, cuatro veces al obispo de Rancagua, Alejandro Goic, para presentar la denuncia, pero que la autoridad eclesiástica le pidió pruebas.

Tras ello, según el reportaje, la joven mandó una carta a la Conferencia Episcopal, antes de la visita del Papa Francisco a Chile, denunciando conductas impropias y presuntos abusos contra menores. La entidad le señaló que el Consejo de Prevención de Abusos podía escucharla, pero que no recibían denuncias formales.

"Vino la visita del Papa, pasó, le volví a insistir y le dije que todavía estaba esperando que me respondieran, lo cual él me respondió simplemente que estaban de vacaciones", dijo la denunciante.

Asimismo, informó Canal 13, en septiembre de 2017 Fernández creó una cuenta en Facebook, en la que se hizo pasar por un menor de 16 años, y se contactó con uno de los párracos parte del grupo "La familia", Luis Rubio Contreras (54), de la comuna de Paredones.

Durante esos contactos, el religioso le envió fotos desnudo por el chat de la red social, las que fueron mostradas en el reportaje. Al ser consultado por ello, Rubio reconoció el envío de fotos y la solicitud de actos sexuales a este supuesto menor. "Sí, es cierto, pero yo también corté todo eso... Fue un error mío, yo lo reconozco", dijo, y agregó que es una "verguenza horrible".

Mediante un comunicado, la Diócesis de Rancagua informó que tomó conocimiento de que el presbítero Luis Rubio Contreras "ha incurrido en conductas impropias a su estado sacerdotal". En cuatro puntos, sostienen que se "recibió en reserva antecedentes de estas conductas impropias, indagándose los hechos sin resultados".

Tras el reconocimiento de Rubio, este fue suspendido "temporalmente del ejercicio de su ministerio al presbítero, como medida cautelar, mientras se indaguen y entreguen a la Santa Sede los antecedentes de la causa".

"Lamentamos profundamente cualquier acto o situación que atente contra los valores y principios que sustentan a nuestra Iglesia y manifestamos nuestra disposición clara para colaborar en cualquier tipo de procedimiento que se derive del conocimiento de estos hechos", añadieron.

A su regreso a Chile, el arzobispo de Rancagua, Alejandro Goic, requerido por Canal 13 sobre si hubo una investigación de este caso, sostuvo que "no la hubo expresamente, porque nunca ha habido alguien que haya venido a acusar formalmente a ese párroco o a otro sobre temas de abusos sexuales".

"Esa persona (Fernández) me había pedido privacidad y yo le pedí que me diera una prueba y nunca recibí una prueba concreta", agregó.

"Yo no estudié para detective, yo estudié para ser pastor y para servir a la gente", señaló en el reportaje.

Sobre si al él le corresponde iniciar una indagatoria afirma que "por supuesto", pero recalca que la mujer denunciante "nunca hizo una acusación formal. Es distinto cuando alguien dice 'yo acuso a fulano de tal de esto o de aquello' y en virtud de esa acusación yo hago la investigación, pero cuando me lo dicen como una cosa que estaría sucediendo, es distinto".