Este viernes fue publicada la ley de indulto conmutativo con motivo del coronavirus Covid-19, que beneficiará a 1.860 personas privadas de libertad que podrán completar sus condenas bajo un régimen de arresto domiciliario.
Internas del Centro de Cumplimiento Penitenciario Femenino de San Joaquín fueron las primeras beneficiadas con esta iniciativa del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos y este viernes se inició su traslado.
Corresponderá a Gendarmería de Chile el control del cumplimiento de la pena de los egresados de los recintos carcelarios.
La tecnología será clave para vigilar que los beneficiados se mantengan en el domicilio fijado para cumplir su pena.
La institución penitenciaria elaboró un sistema con teléfonos registrados, a los que se les instaló un chip de seguimiento y geolocalización, con el cual los indultados tendrán la obligación de contactarse cuatro veces al día con el Centro de Control, a través de una aplicación, junto con la obligación de contestar cada llamada sorpresa que puedan recibir durante el día desde la institución.
El condenado deberá fijar domicilio, firmar la respectiva solicitud y firmar un compromiso de no volver a cometer un crimen o simple delito.
El incumplimiento sin justificación oportuna a Gendarmería de Chile o al tribunal, de la pena de reclusión domiciliaria total o la pena de reclusión domiciliaria nocturna dará lugar al cumplimiento efectivo del saldo de la pena original conmutada.
Los beneficiados podrán solicitar al tribunal competente, autorización para la salida esporádica, por el lapso de horas que fije el juez, con el objeto de recibir atenciones de salud. Asimismo, podrán solicitar al tribunal competente, autorización para la realización de diligencias urgentes.
El tribunal podrá decretar que la salida esporádica o la salida para la realización de diligencias urgentes, según sea el caso, se realice con vigilancia de Gendarmería de Chile.