Días complejos son los que se viven por estos días al interior del Conservador de Bienes Raíces de Santiago (CBRS), luego de que el Primer Juzgado de Letras del Trabajo decidiera rechazar la demanda interpuesta por uno de los tres titulares del organismo en contra de los dos sindicatos de trabajadores por el contrato colectivo que tenían, el cual -además- está en negociación para una renovación.
Lo resulto por el tribunal esta semana se trata de la demanda ingresada el año pasado por el titular del Registro de Hipotecas y Gravámenes del CBRS, Carlos Miranda, quien presentó la acción judicial para impugnar una serie de cláusulas del contrato tras arribar al organismo de Morandé 440 en octubre del año pasado. Según se dio cuenta en el proceso, el abogado consideraba abusivas los artículos que buscó impugnar.
Y es que el contrato colectivo alcanzado el 2021 y vigente hasta este jueves 8 de agosto, establece el sistema de remuneraciones al interior del CBRS, el cual corresponde a una especie de “reparto”, ya que el 75% de los ingresos del organismo deben ser destinados a los sueldos de los funcionarios, quienes además tienen la potestad de rechazar gastos que haga la institución, así como también nuevas contrataciones, reemplazos entre otras acciones.
Pero la disputa judicial también dio cuenta de la división que existe al interior de la repartición encargada del registro de propiedades, y es que de los tres titulares que encabezan el CBRS: además de Miranda, Kamel Saquel, conservador del Registro de Interdicciones y Prohibiciones de Enajenar, y Luis Maldonado, titular del Registro de Propiedades, Comercio y Agua, este último no apoyó la demanda del primero e incluso presentó escritos en su contra.
El rechazo
Miranda recurrió a la justicia con el fin de que el tribunal laboral decretara ilegal y contrario al Código del Trabajo, apuntando a que las acciones que pueden ejercer los funcionarios limitan la forma en que los conservadores administran la institución.
Argumento que no fue considerado por el tribunal ya que, según la sentencia de la Valeska Osses, no se pudo determina la forma en que las acciones realizadas por los trabajadores limitan “la facultad de administración del empleador, en un terreno donde las condiciones han sido conversadas, negociadas y aceptadas por ambas partes, sin que se haya acreditado algún vicio en la voluntad de la parte patronal”.
Por otro lado, y respecto a las cláusulas cuestionadas el fallo sostiene que “no estamos en presencia de una limitación a facultades de administración del empleador por parte de los sindicatos quienes no se están atribuyendo facultades de gestión o administración como lo indica el conservador, pues los trabajadores si bien no son dueños de la organización ni están a cargo de ella, si se constituyen como una entidad protectora de los derechos de los trabajadores”.
Ante eso, agrega que las cláusulas “no adolecen de nulidad absoluta, siguiendo el mismo razonamiento, ya que, toda legítima restricción y objeción se ha establecido en base a la protección de las remuneraciones de los trabajadores”.
El tribunal además planteó que si bien Mirando no firmó el acuerdo colectivo, ya que aún no asumía parte de la dirección del CBRS, sí representa al cargo que llegó al acuerdo. En esa línea, sostiene la sentencia que “es acomodaticio y conveniente su reclamo en la aplicación de las cláusulas del convenio colectivo que impugna, al verse acorralado por la legítima fiscalización de los sindicatos, lo que permite develar, ya sin dudas, la falta de fundamento de su acción”.
Marcelo Montero, abogado del conservador Miranda, consultado por La Tercera, afirma que el fallo, por una parte, “carece de importancia “porque el contrato colectivo terminó ayer, 8 de agosto, y el Conservador no firmará uno nuevo con las mismas limitaciones de administración”. Además de eso, plantea que la resolución “es contradictorio, ya que afirma que las facultades del Conservador no están ilegalmente limitadas, declarando, al mismo tiempo, que el titular del Registro de Hipotecas, Carlos Miranda, está “acorralado” con esta regulación. El fallo admite así la captura del oficio por sus funcionarios”.
El abogado del Sindicato N°2 del CBRS, Sergio Morales, por su parte valoró la sentencia del tribunal. Ya que, a su juicio, “nos deja en una situación de conformidad y de certeza de una situación que nosotros ya teníamos bastante clara, que es precisamente que las cláusulas que históricamente, al menos desde el año 2006, se han venido negociando con los sindicatos, con el empleador y los distintos instrumentos colectivos, en ningún caso implica una vulneración a la ley”. A eso, agrega que el fallo “nos reafirma lo que para nosotros es muy importante, que este es un reconocimiento de los tribunales de una manifestación clara de lo que es el ejercicio de la libertad sindical en el aspecto normativo”.
Y que para el abogado, el haber anulado las cláusulas, “hubieran dejado técnicamente a los trabajadores sin remuneración”.
Una negociación en proceso
Pero el fallo del tribunal laboral se da en medio de otro juicio por una demanda presentada por el Sindicato N°1 en contra del CBRS, además de una negociación colectiva por un nuevo contrato. Según fuentes del organismo, el proceso ya se encuentra bien avanzado, ya que los trabajadores en su momento presentaron las propuestas, las cuales fueron rotundamente rechazadas por los tres conservadores.
El rechazo a la propuesta y la falta de acuerdo llevó a que por estos días los sindicatos aprobaran la realización de un paro, el cual se haría efectivo en caso de que no se llegue a una solución en la cual ambas partes estén de acuerdo.
Sin embargo, según pudo conocer este medio, esas conversaciones están sólo avanzadas con el Sindicato N°2, mientras que el N°1 no ha tenido ninguna negociación con los titulares del CBRS, ni siquiera se han sentado a tratar el tema.
Si bien el fallo es en relación al contrato colectivo que estaba vigente hasta esta semana, este también viene, según afirma Morales, a dar un piso en esas negociaciones del nuevo acuerdo, el cual hasta ahora no ha llegado y que tiene en vilo un posible paro en Morandé 440.