“Respecto a los hechos que usted investiga, le puedo señalar que por temor a represalias deseo expresamente reservar mi identidad”.
Así parte la declaración de una testigo reservada en el expediente de la Fiscalía por el millonario robo a una sucursal de Brinks en Rancagua, cometido el viernes 16 de agosto, y donde un grupo de al menos 25 sujetos se llevó $ 12 mil millones. Un total de 18 de ellos fueron detenidos, formalizados y hoy quedaron en prisión preventiva. El relato de la mujer está contenido en los 52 archivos que tiene la carpeta investigativa de la Fiscalía de O’Higgins, a la cual tuvo acceso La Tercera.
Esta testigo, una expareja de uno de los 18 sujetos formalizados en el caso, prestó su declaración el sábado 17, un día después del asalto, y lo hizo en dependencias de la 1a. Comisaría de Rancagua. “Sobre los hechos que usted investiga le puedo señalar que durante varios año tuve relación sentimental con uno de los detenidos por el robo que afectó a la empresa Brinks, de la comuna de Rancagua, la cual terminé en el mes de marzo del año 2024, producto de una infidelidad”, dice.
Así las cosas, comentó que su ex le confesó que él junto a un grupo de personas se encontraban planificando el robo. La mujer comentó que el vigilante (Óscar Saavedra) le había manifestado a su expareja que su novia tenía “una enfermedad y estaba con problemas económicos para costear el tratamiento”.
Ayer, cuando el fiscal regional de O’Higgins, Aquiles Cubillos, formalizó a los 18 supuestos involucrados, señaló que el grupo era una banda criminal “jerarquizada” con distintos roles. En ese sentido, uno de los delitos imputados fue el de asociación ilícita. Sin embargo, no mencionó quién era el líder de la agrupación, lo cual fue criticado por varios de los abogados defensores.
La testigo reservada, en su declaración, mencionó que habría carabineros involucrados en los hechos, de dos unidades policiales de esa ciudad. “Mencionó a uno de los funcionarios como el “Dolape”, no lo conocí y tampoco lo describió físicamente”. Fue esta mujer quien entregó una fotografía a la Fiscalía donde se aprecia al guardia de Brinks y a la cajera Ximena Fuentes en una reunión de planificación. Dicha imagen sería del 14 de agosto, en lo que fue la última cita de la banda criminal, donde “afinaron detalles”, según el fiscal.
La participación del guardia habría sido clave en el robo. Según relató ayer el fiscal, el sujeto fue quien abrió uno de los portones al primer grupo de delincuentes para que ingresara hasta las bóvedas de la empresa de valores. De acuerdo a los videos de las cámaras de seguridad, el sujeto se mantuvo al interior de su caseta durante todo el asalto. En la carpeta se detalla el rol clave que tuvo el sujeto para cometer el ilícito.
La cotización de una casa y la referencia del asalto como “la fiesta”
La Fiscalía tiene en su poder varios teléfonos incautados, de los cuales se extrajeron conversaciones que están siendo analizadas por los investigadores. En uno de esos diálogos se aprecia al dueño del teléfono, Óscar, cotizando una casa, el 29 de julio. El único de los formalizados de nombre Óscar es el guardia de Brinks.
“Hola, buenas tardes. Hablé recién con usted por el valor de la propiedad. Este es mi número para ver el link de la casa”, escribió Óscar. La casa, avaluada en $ 123 millones, está ubicada en la Villa Valle Oeste de Rancagua y cuenta con tres dormitorios, dos baños, amplio living comedor, logia, cocina equipada, piscina, entrada de auto con cobertizo, termopanel en todas las ventadas, está cercano a centro comercial y con varios colegios en el sector.
El receptor, identificado como “casa amarilla”, respondió con un “ok” y envió el link de venta de la propiedad. La conversación no tuvo nuevos diálogos.
En ese mismo teléfono, Óscar pide que a “Edgar Vvpp” que le mande “las fotos”. Dicho diálogo ocurrió el 16 de agosto (el día del asalto), a las 20.04. Las fotos y videos que envió “Edgar” fueron de las detenciones de los sujetos involucrados en el asalto, que habían ocurrido horas antes. Con dichas imágenes, “Óscar” se ponía en alerta del presente que estaban teniendo sus colegas de fechorías.
Al momento de la detención de Saavedra, Carabineros le incautó un teléfono marca Honor, que sería de la empresa. De ahí se extrajeron 32 conversaciones, 62 contactos y 4.668 imágenes. Una de las conversaciones revisadas es entre “empresa”, que sería el guardia, y “primo 2″. En esos chats se refieren al asalto como “la fiesta” y los integrantes de la banda criminal como “los músicos”.
Una conversación del 14 de agosto dice así:
Primo 2: ¿Hoy de qué estás?
Guardia: Estoy en casa, descansando.
Primo 2: Ya, patrón.
Guardia: Pero con respecto a todo, va todo bien a esta hora, y ya mañana tendré ya los últimos detalles e información de la fiesta.
Primo 2: Ok.
Ya el 16 de agosto, el día del asalto, a las 00.06, hubo otro chat:
Guardia: Buena, buena, ¿cómo estamos?
Primo 2: Bien, compa. Ajustando todo. ¿Y tú, todo bien, compa?
Primo 2: ¿Mañana, notificado que vas de torre, cierto?
Guardia: Todo bien, amigo, acabo de ver las últimas averiguaciones. Y estamos listos para mañana. La fiesta está donde mismo y a la misma hora.
Primo 2: ¿Estás confirmado de torre mañana, cierto?
Guardia: Estamos listo, acabo de confirmar. Mañana sigue todo como lo vimos.
Primo 2: Empezamos la fiesta dejando la camioneta a las 6.00.
Guardia: Antes de las 6.30. Exacto, porque mañana llegan los músicos a las 6.30.
Primo 2: Sí a las 6.
Guardia: A las 6 es buena hora dejar el equipo de sonido.
Guardia: Ya compa. Los dejo, un abrazo y que mañana sea un éxito la fiesta.
Primo 2: Así será, tiene que ser, ya sabes. Ya atento a este celu a las 12. Me hablas cuando llegues y después de las 12.
En efecto, de acuerdo a los antecedentes de la Fiscalía, los sujetos dejaron una camioneta tipo furgón, en la cual se llevaron el dinero, afuera de la sucursal de Brinks, antes de las 7.00 de ese viernes.
El relato del guardia
En la carpeta también está contenido el relato del guardia, quien fue detenido el 17 de agosto a eso de las 23.30. Dicho testimonio inicial fue tomado el mismo día del asalto, a las 18.25, en dependencias de Brinks. Ahí el hombre desconoció formar parte de la banda y dijo que se mantuvo al interior de la caseta de seguridad en todo momento por temor a ser agredido.
En su relato parte señalando que tiene 35 años, que vive con su familia en la comuna de Rancagua y que trabaja en Brinks hace 10 años. “Por motivos personales, el día martes de esta semana le pedí a mi jefe la posibilidad de que hoy, viernes 16 del presente, me dejara trabajando en la torreta de la empresa Brinks, sin salir a la ruta, ya que tenía que hacer unos trámites en el trascurso de la tarde y así podía salir un poco más temprano, a lo que mi jefe me autorizó”, señaló.
“Al pasar el transcurso de la mañana realicé mi trabajo con total normalidad, en donde entraron y salieron funcionarios/as de la empresa en reiteradas oportunidades. Más o menos a las 12.30 horas, un grupo de seis funcionarias administrativas me pidieron que les abriera la puerta para que pudieran salir a fumar al exterior, hago presente que esta práctica la hacen en varias oportunidades durante el día. En esos momentos recuerdo que les abrí la puerta, donde ellas salieron, quedando totalmente cerrado”, agrega.
De hecho, ayer el fiscal relató que parte del plan consistió en que la cajera presuntamente involucrada en los hechos, Ximena Fuentes, invitó a sus colegas a salir a fumar unos cigarrillos. Fue ahí cuando el primer grupo de asaltantes llegó al lugar.
“Al pasar unos minutos, miré el monitor de las cámaras de seguridad que tengo acá, percatándome que un grupo de a lo menos 10 personas a rostro cubierto se encontraban escalando el muro del cierre perimetral de la empresa, esto lo hacían con unas escaleras que estaban en la calle y en el estacionamiento, por dentro. Recuerdo que vi a unos sujetos que se encontraban en el estacionamiento tirando cajas y bolsas con dinero para afuera, mientras otros sujetos la recibían en la calle. En ese momento justo llegó el jefe de seguridad a esta torreta y le mostré lo que estaba pasando, en donde pudimos constatar que se trataba de un asalto”, puntualizó el vigilante privado.
“Luego, yo presioné en muchas oportunidades el pulsador de pánico, sin tener respuesta alguna, también intenté efectuar llamadas y no podía, debido a que este lugar no tiene buena cobertura. Por otro lado, mi jefe trató de hacer lo mismo, sin tener otros resultados, así que decidimos refugiarnos en la torreta para evitar ser lesionados por estas personas, ya que no sabíamos si estos tenían la intención de llegar acá”, añadió.
Con todo, su relato finaliza así: “Yo me quedé acá todo el rato, ya que llegó la jefatura, carabineros y otras personas externas”.
Hasta ahora se desconoce el paradero de los $ 12 mil millones. Asimismo, la Fiscalía se encuentra analizando la participación de otros sujetos en el millonario asalto que conmocionó a la ciudad de Rancagua.
Heredero delictual
Uno de los 18 sujetos que quedó en prisión preventiva por el asalto a Brinks en Rancagua es Luis David Candia Abrigo, sujeto de 25 años que registra domicilio en Pudahuel.
De acuerdo a los antecedentes analizados por La Tercera, este sujeto es hijo David Christian Candia Carreño, uno de los detenidos por el robo del siglo de 2020. Candia Carreño fue aprehendido en octubre de 2020, mientras cenaba con un grupo de amigos en Ñuñoa. Esa vez, según reportes de prensa, había arrendado un lugar de mariscos, donde pidió “no ser molestado por otros clientes”.
Esa vez fue la Policía de Investigaciones la que llegó hasta el recinto para detener al sujeto, quien debía portar una tobillera electrónica por una medida cautelar anterior. Sin embargo, no lo hacía.
De acuerdo a la Fiscalía de ese entonces, Candia Carreño habría mantenido contacto con personas que trabajaban en el terminal aéreo para obtener información privilegiada del interior de la terminal. Se le imputaron los delitos de robo con violencia e intimidación, receptación de vehículo motorizado, receptación de placa patente, daños simples y conducción con placa patente distinta a la que corresponde.
En ese robo, cometido en marzo de 2020, un grupo de 20 sujetos sustrajo 15 millones de dólares desde la terminal aérea. Candia Carreño fue condenado a 8 años y dos días en un juicio abreviado por robo con violencia e intimidación y receptación de vehículo motorizado. El juicio oral contra el resto de los sujetos partirá en octubre de este año.
La detención de Candia Abrigo
Candia Abrigo fue uno de los sujetos que, de acuerdo a la Fiscalía, llegó hasta las dependencias de Brinks para cometer el asalto. Fue detenido en ese mismo viernes por personal de Carabineros en Camino San Ramón frente a unos canales de regadío. Al ser llevado a constatar lesiones hasta el hospital regional se reportó que presentaba lesiones graves.
Carabineros, en el parte de la detención, señaló que fue encontrado con armamento al momento de la detención. En específico, mantenía una pistola Glock. Fue hallado bajo un árbol de zarzamora, “completamente mojado, agitado y vestido de negro”. “Tranquilo no voy a disparar”, habría dicho el sujeto una vez que el policía que lo detuvo lo apuntó con su arma de fuego.
“Una vez que se acercó a mi persona, procedí a realizar la reducción de seguridad del individuo previa lectura de sus derechos que le asisten en calidad de detenido, realizando su esposamiento con mis esposas institucionales”, señaló el uniformado.
“Mi cabo, me duele la espalda al parecer me llegó un disparo”, le dijo el imputado al carabinero, previo a la detención. Sin embargo, no mantenía heridas por disparos, dice el informe de la Fiscalía. Al sujeto se le incautaron municiones, un teléfono celular y $ 90 mil en efectivo.
El sujeto cuenta con amplio prontuario: robo en Bienes Nacionales de 2013, robo en lugar no habitado de 2014, receptación de 2014, robo con violencia de 2015, conducción bajo la influencia del alcohol de 2018, y una denuncia por violencia intrafamiliar de 2019. Eso sí, no tenía causas pendientes.