Urgencias y UCI al límite: cuatro relatos desde las unidades más complejas frente al rebrote de Covid-19

Hasta ayer eran 1.910 los pacientes internados por coronavirus en las Unidades de Cuidados Intensivos de todo el país. Y, de ese total, 1.616 estaban conectados a un respirador mecánico. Pero las cifras siguen en alza y se enfrentan a una compleja barrera: solo 193 camas UCI disponibles en el sistema, considerando hospitales y clínicas.

Así, la presión de la red asistencial -que recuerda al peor momento de la pandemia- fue una de las variables que obligaron a que la Región Metropolitana retrocediera en bloque a la fase de Transición (2). Y es que en la capital la situación es compleja: quienes manejan minuto a minuto la cantidad de camas críticas señalan que hasta el miércoles en la tarde solo quedaban 80 cupos.

En las urgencias y UCI ya está instalado el temor de una tercera ola. Y así lo vive el personal, que está atendiendo los servicios ocupados a más de un 90%, mientras intentan abrir más camas para atender a los pacientes que, se prevé, seguirán llegando. Así, al menos, lo indican los reportes oficiales, que ayer confirmaron 5.566 nuevos contagiados por Covid-19. Y en estas entrevistas, los jefes de servicios de distintos centros de la capital relatan cómo ven la situación en sus unidades y cómo enfrentan la vertiginosa demanda asistencial.

“Nosotros hemos ido creciendo en camas de UCI de acuerdo a lo que nos pidió el Ministerio de Salud y la ocupación que hemos tenido ha sido bastante alta. Hace más o menos un mes empezó a haber un aumento muy importante en los pacientes, pero con un perfil distinto, que son los pacientes más jóvenes. Alrededor de 50 años es el promedio de edad de los ingresados a UCI”, explica el urgenciólogo Rodrigo Rosas.

Durante la pandemia, la urgencia ha sido el primer filtro de los pacientes Covid-19 que ingresan a un recinto asistencial. Y Rosas proyecta que en los próximos días la disponibilidad de camas críticas será estrecha. “En la medida en que hemos ido aumentando las camas, se han ido ocupando. Ha sido prácticamente a la par. No hemos tenido espacio de camas de UCI o de intermedio del área Covid que estén desocupadas. Tanto así, que es cuestión de días que tengamos pacientes en Urgencias esperando un cupo en las UCI”.

¿Qué le preocupa?

Tenemos muchos infartos, cirugías de urgencia, apendicitis agudas, abscesos intrabdominales. Y esa variedad obliga a mantener funcionando ambas áreas de los hospitalizados, tanto los Covid como los no Covid. La novedad de la última semana son los niños enfermos, eso no nos había pasado. Y el ultimo año teníamos a los pediatras viendo a adultos. Pero los últimos 10 días los pediatras están viendo solo niños, cada vez más enfermos, tanto del área Covid como no Covid. Hay muchas consultas ambulatorias por síntomas respiratorios y con toma de exámenes.

Rosas precisa que si “el promedio de edad en la primera ola fue entre 65 y 70 años, este año hemos sacado el promedio en dos momentos y ha sido de 50 y 53 años”.

¿Qué porcentaje de reconversión de camas se ha logrado?

Hoy día hicimos los movimientos y los ajustes para llegar al 100% de nuestras camas el próximo lunes, si bien la meta era para el 22 de marzo, la vamos a adelantar. Son 62 camas de intensivo, con capacidad de ventilación mecánica invasiva. Entre el personal que trabaja en las UCI y en toda la clínica, hay un número de licencias mayor al habitual. Pero gracias, quizás, al retorno de las vacaciones, hemos podido ir rearmando los equipos. También nuestro personal de Enfermería ya desde el año pasado empezó un programa para ir capacitando a enfermeras de cuidados más básicos, como médico-quirúrgicos, para entrenarlas en cuidados intermedios y cuidados críticos. De esa manera, hemos podido ir creciendo y manteniendo nuestro nivel de cuidado.

La Clínica Indisa es uno de los prestadores privados que logró mayor capacidad dentro de la red de clínicas durante la primera ola. Actualmente, están repitiendo ese esfuerzo, comenta el jefe de la UPC, Sebastián Ugarte, a propósito del decreto del Ministerio de Salud que así lo exigió. “En nuestro servicio, en un periodo normal tenemos 32 camas UCI, y en total, llegamos a 80 camas, incluyendo las 48 de cuidados intermedios. Además, hemos aumentado todas las camas dedicadas a pacientes Covid-19”, explica.

¿Cuál es el perfil del paciente en esta tercera ola?

Están llegando pacientes bastante graves. No es que lleguen pacientes con los primeros síntomas de la enfermedad, sino que, en general, son personas de 30 o 40 años. Ayer, en una unidad veíamos que el paciente más joven tenía 29 años y el paciente mayor tenía 42 años. No es como el año pasado, donde los pacientes llegaban cuando se empezaban a notar los primeros síntomas, como fiebre, dolor de garganta, compromiso en general. Ahora, siendo personas más jóvenes, se dan un tiempo más largo y llegan cuando ya están muy, muy graves.

Ugarte señala que una de las limitantes para abrir camas, y mantenerlas con funcionarios operativos, es que “el personal de la Salud se encuentra bastante agotado, ha sido un año duro y también con cierto grados de estrés para ellos y para sus familias. Entonces, eso después de un año, querámoslo o no, empieza a pasar la cuenta. Hay cerca de un 20% del personal con licencia médica, Eso hace que el restante 80% de personal quede sobrecargado en su trabajo, porque somos los mismos y tenemos que multiplicarnos para poder cubrir los turnos que no están cubiertos y suplir al personal ausente. En unos meses no es posible preparar a más profesionales tan rápido, se requieren años”.

¿Se puede revertir la tendencia al alza de la pandemia?

No vamos a poder parar la epidemia si es que la población no colabora un poco más. Sé que lo están haciendo, pero hay que hacerlo un poco más. Hay que agradecer el esfuerzo que han hecho, pero también pedirles redoblar el esfuerzo en los próximos 90 días que nos quedan por delante.

La médico intensivista Claudia Vega durante la primera ola fue una de las primeras en manifestar públicamente que en su recinto hospitalario ya no quedaban camas críticas. Hoy, la doctora señala que “la demanda por camas UCI está aumentando, se está expandiendo nuevamente el sistema a lo más que se puede, así que como van los casos, está bien compleja la situación”.

¿Cómo ha operado la reconversión de camas en su unidad?

Estamos convirtiendo camas, tratando de buscar unidades que podamos convertir en críticas. En este momento estamos convirtiendo la mitad de una unidad que estaba de UTI a UCI, es decir, de intermedio a intensivo. Y, además, tratando de optimizar lo más que podemos los espacios, porque la idea tampoco es sacar unas camas y quedar con déficit en otras. Pero nos hemos expandido este último periodo por lo menos en seis camas. Urgencia también está ventilando, tiene cupo para seis pacientes ventilados. Así que los requerimientos del Minsal se han cumplido en el hospital de todas maneras.

¿Hay nuevas áreas que se están ocupando?

En todas partes del hospital se están ampliando. Por ejemplo, Pediatría está colaborando con ventilación y su unidad tiene capacidad en este momento para seis, pero ya probablemente desde mañana esté optimizándose el séptimo cupo. En el Intensivo del Adulto en este momento tenemos 39 ventilados con la capacidad de ampliarnos con seis cupos más, en eso estamos trabajando. Por otra parte, la Urgencia tiene cupo para seis pacientes ventilados. Los pacientes Covid están muy graves. y por eso la evolución es mucho más lenta que en un paciente no Covid, pasan más tiempo en ventilación mecánica. Pero los pacientes que están llegando a ventilarse están muy graves y son más graves que los no Covid. Estamos en torno a los 60 años promedio en los pacientes, anteriormente estaba en los 68, ha bajado en ocho años el promedio desde el año pasado hasta ahora”.

¿Cuál ha sido el principal limitante para la apertura de más camas?

Justamente el personal. Ya no es que no haya ventiladores o una cama en sí, sino que el tema es la atención del personal. Personal que está cansado, ya llevamos más de un año trabajando full. Los turnos son mucho más cansadores que antes, porque todo lo que significa un paciente Covid es más complejo. Así que ese ánimo inicial que había en la primera ola, donde estábamos todos trabajando, el que podía iba a ayudar a la UTI, yo encuentro que eso ya no es. Ya no está esa magia de antes.

Una de las particularidades del Hospital Metropolitano de Providencia es que en mayo pasado se estableció como un recinto asistencial únicamente para la atención de pacientes Covid-19. Tienen habilitados sus siete pisos para pacientes UCI y otro destinado a la recuperación de quienes han salido de la unidad más compleja. La subdirectora del recinto, Marjorie Treuer, adelanta que ha visto un aumento de los pacientes de la Región Metropolitana y una aceleración de los contagios.

¿Cuál es la situación actual del recinto?

Con el aumento de demanda de cupos ventilatorios, la UCI está con mayor exigencia en relación a meses anteriores. En la actualidad, contamos con 114 cupos UCI. El Hospital Metropolitano se ha mantenido realizando prestaciones exclusivas a pacientes con coronavirus y, a diferencia de los meses anteriores, cuando se recibieron numerosos pacientes de provincias, las últimas semanas se ha evidenciado una demanda mayor de pacientes de la Región Metropolitana.

¿Cuántas camas tienen habilitadas normalmente?

Actualmente contamos con un total de 207 camas habilitadas, con una ocupación total del 89% al día de hoy. Nuestro hospital no cuenta con servicio de urgencia, por lo que todos los pacientes son derivados desde otros centros, de acuerdo a nuestra disponibilidad de cupos. Hemos recibido pacientes de la Región Metropolitana y de otras regiones, gestión que se realiza a través de la Unidad de Gestión Centralizada de Camas (UGCC)

Al 22 de marzo, se exige tener el 100% de las camas habilitadas para el peak de la pandemia. ¿Cómo van con esa meta?

En junio de 2020, el hospital tenía habilitadas 30 camas UCI para pacientes Covid-19, las que han ido aumentando en forma progresiva de acuerdo a la situación epidemiológica del país. En la actualidad, contamos con 152 camas críticas y 55 camas de cuidados intermedios. Y en los próximos días habilitaremos un total de 27 camas de UTI para completar la dotación total del establecimiento, que es de 240 camas dedicadas exclusivamente para la pandemia, aumentando en ocho veces nuestra capacidad en relación al mes de junio del año pasado.