#VíaInclusiva | Columna: Teletrabajo e Inclusión, una buena oportunidad para todos

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"Con los nuevos desafíos que la Ley 21.015 representa para el mercado laboral, creo que esta nueva forma de traer inclusión laboral a las empresas es una estrategia que rescata lo positivo de esta delicada situación que vivimos. Estando familiarizadas con el teletrabajo, esperamos que más empresas se abran a esta gran posibilidad, y que de esta forma muchos trabajadores totalmente capaces tengan la oportunidad que se merecen". Lee la columna de Felipe Bottetano, director de Inclusión Activa.



En los más de 10 años que llevo trabajando en el ámbito inclusión y discapacidad, y particularmente en estos últimos 3 años que llevo liderando al equipo de Inclusión Activa en sus 3 líneas de trabajo (Inclusión Laboral, Accesibilidad Universal, y Sostenibilidad) he podido trabajar de cerca con personas con diferentes tipos de discapacidad que, debido a las eternas y grandes barreras culturales, arquitectónicas, operacionales y legislativas que tenemos en Chile, ven más difícil su inclusión a la sociedad y más aún al mercado laboral, algo que sólo ha crecido en el contexto social y sanitario vivido en Chile desde octubre del año pasado.

He podido conocer a personas con discapacidad física que, aunque muy competentes y capaces de llevar a cabo sus funciones como trabajadores de un rubro especifico, postulan a ciertos cargos y han visto comprometida su selección dentro del proceso de reclutamiento y selección debido a sus dificultades de desplazamiento. Usuarios de silla de ruedas o con presencia de una condición de salud que involucra la presencia de dolor crónico (que también dificulta el andar) que viven un escenario muy adverso, considerando lo difícil que se hace la movilidad en la ciudad dadas las contingencias que no han tocado.

Todo esto nos llevó como equipo a ver una oportunidad que evaluábamos como solución hace tiempo: abrir la puerta al teletrabajo. Nos enfocamos en visibilizar las oportunidades de este formato para las empresas, no sólo como una estrategia útil para un contexto de emergencia, sino que como una oportunidad para generar inclusión en personas con discapacidad que realmente lo necesitan. Propusimos ayudar a ambas partes, permitiendo cumplir con los requerimientos de las empresas y las especificaciones de los cargos que les piden buscar, pero al mismo tiempo contemplando todos los aspectos relevantes asociados a la discapacidad y funcionalidad de las personas con las que trabajan. Aunque siempre ha existido resistencia a este formato por parte de las empresas (principalmente debido a las pocas experiencias ejecutándolo y la escasa claridad a nivel legislativo que existía al respecto), se han podido facilitar espacios y oportunidades.

Hasta el momento la tendencia ha sido muy exitosa para todos los que se han atrevido. En una de las empresas que apoyamos en su camino hacia la inclusión se nos ha permitido hacer todas las modificaciones pertinentes para optimizar procesos, tareas y evitar cualquier barrera que pueda afectar el desempeño o rol que cumplen sus trabajadores con discapacidad. A través de videollamadas hemos podido ver permanentemente las necesidades de cada uno, con profesionales expertos en el área como kinesiólogos, ergónomos y terapeutas ocupacionales, preocupándose desde si la silla, escritorio y software son los indicados para su rol y funcionalidad, hasta orientar a la empresa si es que el trabajador tiene algún requerimiento especial.

Con los nuevos desafíos que la Ley 21.015 representa para el mercado laboral, creo que esta nueva forma de traer inclusión laboral a las empresas es una estrategia que rescata lo positivo de esta delicada situación que vivimos. Estando familiarizadas con el teletrabajo, esperamos que más empresas se abran a esta gran posibilidad, y que de esta forma muchos trabajadores totalmente capaces tengan la oportunidad que se merecen.

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