“Es completamente anormal”. Así resumió ayer a La Tercera Jaime Leyton, meteorólogo de Megatiempo, lo visto durante la madrugada del viernes en la zona centro-sur del país tras el paso del agresivo sistema frontal que golpeó al territorio.
Y es que, en efecto, los cientos de árboles caídos, las imágenes de techos volando y los registros récord de vientos de hasta 124 kilómetros por hora en Pudahuel (Región Metropolitana) son situaciones que pocas veces se habían visto al menos en la zona central, y que, por ejemplo, resultaron en que más de 500 semáforos se vieran apagados en la capital, donde en la Alameda un árbol cayó y bloqueó la calle hacia el oriente de lado a lado.
Las consecuencias de este tipo de hechos fueron directamente proporcionales y, entre otras cosas, obligaron a la realización de un Comité de Gestión del Riesgo de Desastres (Cogrid) Nacional y otros varios regionales.
La ministra del Interior, Carolina Tohá, quien encabezó la instancia, dijo tras la misma que “se trata de un sistema frontal que tuvo lluvias moderadas y vientos moderados en general, pero que ha tenido en ese contexto eventos extremos de vientos en varios lugares del país, especialmente en la zona central”.
En ese sentido, al menos hasta el cierre de esta edición el último reporte del Servicio Nacional de Prevención y Respuesta ante Desastres (Senapred) decía que ya iban 903 personas damnificadas, 49 albergadas, 994 aisladas, seis lesionadas y cuatro fallecidas. Una de ellas fue un hombre de 33 años que murió en Estación Central, luego de que producto de los fuertes vientos una palmera de 20 metros cayera sobre el vehículo en el que se encontraba. Otras dos personas, aunque lesionadas, escaparon con vida.
Según el capitán de Carabineros Jorge Salazar, oficial de ronda de la Prefectura Santiago Central, personal policial “se trasladó a Gladys Marín con Las Torres a verificar una palmera que había caído sobre un automóvil, verificando en el lugar que se encontraba una persona fallecida en el interior”.
Pero el sistema frontal también ha dejado, hasta aquí, dos personas desaparecidas. Una en un sendero de Aguas Calientes, en la Región del Ñuble, y otra en Viña del Mar: una niña de cinco años que fue arrastrada por las fuertes marejadas en la playa Las Salinas y que ha llevado a la Armada a desplegar un operativo desde el miércoles, hasta ahora sin éxito, para encontrar a la menor.
El saldo de Senapred, además, también arrojaba 1.343 viviendas con daño menor, 471 con daño mayor, 24 destruidas y 3.682 en evaluación.
Asimismo, durante todo el día el servicio se vio obligado a decretar diversos tipos de alertas, ordenar evacuaciones y activar la mensajería SAE ante distintos riesgos, principalmente de desbordes. Tales fueron los casos del río Rahue en La Araucanía, que llevó a evacuar sectores de Angol; el río Damas, en Carahue; el río Andalién, que llevó a evacuar sectores de Concepción; el del río Vergara, en Renaico, o el río Lonquén, en Trehuaco, que llevó al decreto de Alerta Roja por crecida en las comunas de Ninhue, San Nicolás, Portezuelo y Trehuaco. Asimismo, Senapred actualizó la alerta temprana preventiva para la Región de Coquimbo y Los Ríos, y también se cerró el Paso Los Libertadores.
“El Presidente ha instruido a toda la institucionalidad de emergencia a estar desplegada junto también con las autoridades en todas las regiones que han sido afectadas, y también actuando de manera preventiva respecto de las regiones que durante la jornada puedan empezar a recibir el sistema frontal, particularmente en la provincia del Huasco”, dijo al respecto la ministra vocera de gobierno, Camila Vallejo.
Bien avanzada la tarde y en línea con sus proyecciones para el norte del país, Senapred actualizó la alerta temprana preventiva para las comunas de Diego de Almagro, Copiapó, Tierra Amarilla, Vallenar, Alto del Carmen, Huasco y Freirina.
Un millón de clientes sin luz
Apenas eran pasadas las 7 de la mañana de ayer y la Superintendencia de Electricidad y Combustibles (SEC) ya informaba de 1,1 millones de clientes sin suministro eléctrico a nivel nacional, cifra que más tarde se ampliaría en casi 200 mil y la mayoría de los afectados se encontraba en O’Higgins, La Araucanía y la RM, donde uno de cada cuatro hogares en la región alcanzó a estar sin suministro eléctrico.
“La electricidad no va a llegar inmediatamente a las viviendas, primero, por la cantidad de puntos críticos que hay en la región, y porque la cantidad de cuadrillas también son finitas, por lo tanto, tienen que ir paso a paso levantando cada una de las áreas que están afectadas”, advertía al respecto el delegado presidencial de la Región Metropolitana, Gonzalo Durán, situación que luego fue ratificada por Víctor Tavera, gerente general de Enel, quien indicó que la reposición del servicio en su totalidad a los clientes bajo su alero “puede tomar varios días”, comparando la situación con lo vivido a causa del terremoto de 2010 por la cantidad de árboles caídos sobre cables. Y es que ni en la propia empresa tuvieron claro a lo largo del día la magnitud del daño causado por el viento y las consiguientes caídas de árboles. “No tenemos un catastro exacto de cuál es la magnitud, porque son 200 alimentadores, líneas de media tensión que fueran afectadas en varios puntos, no solamente en uno”, señaló
También abordó la situación Iván Quezada, gerente general de CGE, la otra empresa grande de suministro eléctrico de la capital, que abarca a 19 comunas de la RM. Iniciado el día ellos tenían 147.000 clientes sin suministro, de los cuales aspiraban reponer al 80% este viernes y el resto, hoy.
La falta de luz y conforme se acercaba la noche llevó a que las autoridades, tanto comunales como del gobierno central, tuvieran que prepararse en materia de seguridad. Y así, por ejemplo, el delegado Durán, junto al jefe de Zona Metropolitana de Carabineros, general Jean Camus, delinearon un despliegue policial en el territorio y las zonas sin suministro eléctrico.
Y como las dos empresas habían fallado en la entrega del servicio, al ministro de Energía, Diego Pardow, le preguntaron si se habían realizado a tiempo los trabajos preventivos y las labores para evitar una mayor afectación, ante lo que afirmó que “el momento de la responsabilidad vendrá después” y que el foco era superar la emergencia.
Algunas de las justificaciones de los ejecutivos de las empresas eran que las ráfagas de viento registradas en la región fueron inéditas. “Desde hace 50 años que no teníamos vientos en Santiago de la magnitud que tuvimos. Y esto provocó que tuviéramos una afectación muy importante en la infraestructura”, afirmó, por ejemplo, Tavera, mirando de reojo los registros de estaciones de Meteorología de Chile, que por la mañana mostraban rachas extremas. Además de los 124 kilómetros por hora en Pudahuel, se vieron 112 km/h en Colina y 92 km/h en Peldehue. Incluso, el aeropuerto de Santiago tuvo que interrumpir preventivamente sus servicios por las adversas condiciones climáticas, aunque durante la mañana logró volver a la normalidad y, por otro lado se reportó la caída de la antena telefónica que se encuentra al interior de la Octava Compañía de Bomberos de Ñuñoa. Por otra parte, en algún punto de la jornada se temió por un corte de agua masivo en Las Condes, Vitacura y Lo Barnechea, lo que alcanzó a ser informado por la ministra Tohá, pero que finalmente logró ser solucionado por parte de Aguas Cordillera.
Hacia regiones el fenómeno también se repitió, mostrando estaciones con vientos de 107 km/h en Carriel Sur, Biobío; 90 km/h en Arauco, Biobío; 74 km/h en Quintero, Valparaíso, y 72 km/h en Rancagua y Quimávida, ambas en O’Higgins. Y todos dejando escenas de caos tras su paso, lo que incluso llevó a que la ministra del Trabajo, Jeannette Jara, hiciera un llamado a los empleadores a implementar el teletrabajo para la jornada. “Ante la situación climática, los problemas en el tránsito y la suspensión de clases, se requiere de la cooperación de todos”, escribió la secretaria de Estado.
A su vez, el Ministerio de Transportes y Telecomunicaciones se vio obligado a adelantar la hora punta en Santiago para el sistema de buses RED para las 15 horas, cosa de poner anticipadamente cinco mil vehículos extras en operación.
Clases suspendidas, otra vez
Si ya para el temporal de junio el Ministerio de Educación había tomado la determinación de suspender las clases en las regiones más afectadas, esta vez hizo lo propio, aunque en algunos casos con menos anticipación que esa vez. De hecho, fue apenas ayer a las 6.02 horas que a través de su cuenta en X la cartera informó que suspendería toda actividad en jardines infantiles Junji, Integra y VTF, además de todos los establecimientos educacionales públicos, particulares, subvencionados y particulares pagados de la RM. La medida corrió también, aunque avisado el día anterior, para las regiones de Coquimbo, Biobío y La Araucanía, mientras que en las de Valparaíso, O’Higgins, Maule, Ñuble, Los Ríos y Los Lagos se adoptó en escuelas y liceos públicos de algunas comunas. Algunas instituciones de educación superior, autónomas en este tipo de decisiones, también siguieron esos pasos.
“Estamos haciendo la estimación de daños, porque el sistema frontal todavía está en desarrollo y necesitamos algo de tiempo para levantar la situación de la infraestructura con los sostenedores, que en este caso son los alcaldes y alcaldesas, que todavía están controlando la emergencia”, explicó durante la jornada el ministro de Educación, Nicolás Cataldo, quien agregó que durante el fin de semana se evaluará si los cierres se mantienen para el lunes. “En cualquier caso, durante el domingo se va a informar a tiempo a las comunidades si es que en algún caso se requiera mantener la medida de suspensión. Esperamos que no y tenemos la impresión, por la información que tenemos hasta ahora, que no va a ser necesario”, añadió.
Golpe duro al Biobío
En este sistema frontal, Biobío es la región que más ha sufrido. Sólo en ese territorio hay 747 damnificados y 16 albergados, además de 671 viviendas con daño menor, 294 con daño mayor y 21 destruidas, con lluvias aún amenazantes.
No por nada Senapred actualizó a las 13.35 de ayer la Alerta Roja para la región “de acuerdo a las actuales condiciones meteorológicas, pronóstico meteorológico para los próximos días y a los reportes de daños asociados a desbordes de cauces, desprendimiento de techumbre, interrupciones de rutas por caída de árboles, caídas de postes de tendido eléctrico y diferentes remociones en masa presentadas en las últimas horas en la región y también considerando lo indicado por la Dirección Meteorológica de Chile (DMC)”, según justificó el organismo.
En tal sentido, la ministra Tohá hizo especial mención a la situación del territorio tras el Cogrid de ayer y señaló que en Biobío “ha habido una importante afectación, múltiples incidentes”, con los ríos Pichilo, Lía, Curanilahue y Andalién teniendo riesgo de desborde. En la zona, según añadió la secretaria de Estado, “hay cortes de camino, cortes de luz, cortes de agua, cortes de telefonía en distintos sectores. Hay 62 eventos de daño a obras públicas, caminos, puentes, de distinto tipo”. Dijo, además, que había 11 postas rurales sin suministro eléctrico, pero que se encontraban funcionando con sistemas de respaldo.
La evidencia del daño ocasionado en Biobío era elocuente: sólo en Curanilahue había 700 viviendas con daños producto del desborde del río homónimo; en Nacimiento había 20 familias aisladas por anegamiento de caminos; en Coronel había 80 viviendas con daño mayor; en Lota se contaban 20 viviendas destruidas, 200 con daño mayor y 350 con daño menor, además de 700 personas damnificadas, y en Talcahuano se había caído la antena de telefonía de Entel. Asimismo, el biotrén sólo se encontraba operativo hasta Coronel y el resto del tramo a Concepción se realizaba con buses de apoyo.