Vocera de la Suprema pide que el “diálogo sea más permanente” con nuevo organismo que redacte la siguiente propuesta constitucional
Ángela Vivanco criticó la comunicación que tuvo el máximo tribunal con la Convención Constitucional. “Yo valoro las comunicaciones que sí pudimos tener, pero sí ojalá esto hubiese sido más continuo en el tiempo", dijo.
La ministra vocera de la Corte Suprema, Ángela Vivanco, entregó este miércoles una serie de reflexiones y aprontes respecto a los resultados del Plebiscito constitucional desarrollado el domingo, donde la opción Rechazo se impuso por amplio margen ante el Apruebo.
Esto luego de que el lunes, como es usual, el pleno del máximo tribunal realizara una reunión para evaluar diversas materias. En este caso, en esa cita se analizaron los resultados del domingo. “Este proceso desde el punto de vista de la participación y del funcionamiento de los organismos electorales ha sido un proceso impecable. Desde ese punto de vista el resultado es contundente y corresponde a una amplia participación ciudadana y a un sistema que ha funcionado con transparencia y con la corrección legal que se esperaba”.
“El proceso que viene es que el país estime, resuelva y determine el modo en que pueden hacerse ajustes amplios, reformas a la Constitución de acuerdo a lo que aquí se ha resuelto y por supuesto a las visiones que tienen los diversos sectores”, agregó.
Relación con la Convención
Vivanco, consultada, se refirió a la relación que mantuvo el Poder Judicial con la Convención Constitucional. En ese sentido recordó cuando el presidente de la Corte Suprema, Guillermo Silva, expuso en la Convención y, además, manifestó críticas respecto a la comunicación que tuvieron con el organismo. “Nosotros fuimos convocados al inicio del trabajo de la Convención, fue el presidente en ese momento. Y él pudo dar algunos lineamientos generales de lo que nosotros veíamos en esta materia. Pero eran lineamientos que no tenían un texto sobre el cual pronunciarse, más bien cómo nosotros veíamos el proceso”.
En ese sentido, dijo que después “vino un tiempo largo en que hubo un texto y ahí no teníamos la facilidad de poder comunicarnos con la Convención. Y luego pudimos comunicarnos con ella, pero cuando ya el período estaba prácticamente terminando”.
“Yo valoro, el pleno (de la Suprema) también, las comunicaciones que sí pudimos tener, pero sí ojalá esto hubiese sido más continuo en el tiempo y hubiéramos podido tener una participación más activa en el grueso de tiempo en que esto no fue posible”, criticó.
Eso sí, dijo que esto “no tiene que ver con voluntades o buenas o malas disposiciones, sino que el tiempo en que se trabajó era un tiempo muy acotado y eso no dio la posibilidad de tener un contacto permanente con los distintos órganos sobre los cuales se estaba pronunciando la Convención”.
“Eso es una lección importante, que se pueda trabajar con los tiempos adecuados y poder tener una comunicación permanente en aquellas grandes materias del Estado. El Poder Judicial no es un servicio, es un poder del Estado y desde ese punto de vista es importante poder acompañar el proceso y el trabajo que se está haciendo, reconociendo por supuesto la independencia de aquellos que están en una comisión o una convención nombrados por el pueblo soberano”, argumentó.
En esa línea, dijo que “nos hubiera gustado que fuera un diálogo más permanente y esperamos que en cualquier proceso que se inicie ahora eso sea una realidad y que se pueda concretar”.
“No es nuestra tarea empezar a dar directrices”
Uno de los cambios que ofrecía la propuesta convencional era modificar el concepto de Poder Judicial por Sistemas de justicia. Ahí, algo que generó polémica y amplio debate, había una propuesta de mantener dos sistemas de justicia diferenciados para pueblos indígenas y otro para chilenos. En el Capítulo IX, Artículo 309, se proponía que “El Estado reconoce los sistemas jurídicos de los pueblos y naciones indígenas indígenas, lo que en virtud de su derecho a la libre determinación coexisten coordinados en un plano de igualdad con el Sistema Nacional de Justicia. Estos deberán respetar los derechos fundamentales que establecen esta Constitución y los tratados e instrumentos internacionales sobre derechos humanos de los que Chile es parte”. Luego en el Artículo 329 se proponía que “la Corte Suprema conocerá y resolverá las impugnaciones deducidas en contra de las decisiones de la jurisdicción indígena, lo hará en sala especializada y asistida por una consejería técnica integrada por expertos en su cultura y derecho propio, en la forma que establezca la ley”.
Vivanco, sobre si la propuesta sobre el Poder Judicial no terminó por convencer a quienes se decantaron por votar Rechazo, señaló “nosotros no sabemos qué razones tuvo cada persona en lo que votó. Ni nosotros quisimos en ninguna circunstancia que el tema Poder Judicial fuera utilizado de ninguna manera en ninguna campaña. Lo que hicimos fue hacer presentes nuestras inquietudes. Esas inquietudes tienen que ver con el mejor funcionamiento del Poder Judicial, no con temas políticos. Qué valoración le dio el electorado nosotros no lo podemos decir, ni nos cabe pronunciarnos”.
Por último, consultada sobre qué propuestas rescataría del rechazado texto, dijo: “Qué materias son las que se pueden hacer mejor o peor, por supuesto que no es nuestra tarea empezar a dar directrices, porque ni siquiera sabemos cuál va a ser el mecanismo”.
Eso sí, señaló que “habiendo un proyecto que no prosperó se vuelve a foja cero desde el punto de vista del procedimiento, pero no de la experiencia. Aquí hay una experiencia de temas que se han tratado y por supuesto que nosotros tenemos que hacernos cargo y considerarlo”.
Agregó que “sí queremos participar y poder decir nuestra visión, habiendo propuestas, mecanismos que no los vamos a fijar nosotros”. Vivando explicó que en la tercera semana de octubre la Corte Suprema realizará jornadas de reflexión donde analizarán el futuro del máximo tribunal.
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