81 razones para recordar el incendio en la cárcel de San Miguel

A un año de la tragedia, los familiares de los 81 reos se preparan para conmemorar la fatídica fecha y piden cambios concretos al sistema penitenciario.<br>




Ayer gran parte de la agrupación "81 Razones" se reunió para pintar 81 cruces que recuerdan a cada uno de los reos que murieron calcinados en la cárcel de San Miguel, y que serán llevadas a la ceremonia de recuerdo que hoy se celebrará en la Catedral Metropolitana.

Hace un año el fuego consumió la torre 5 del penal de San Miguel llevándose la vida de 81 hombres que cumplían condena. Esa fue la tragedia carcerlaría más grande del último tiempo pero no la primera y que nuevamente puso en el tapete la necesidad de mejorar el sistema penitenciario.

A un año de la tragedia los familiares de las 81 vidas que se llevó el fuego, preparan las actividades de conmemoración y recuerdan a sus familiares.

FALTA AMOR AL PRÓJIMO
César Pizarro perdió a su hermano Jorge Manríquez Pizarro en el incendio. El joven de 19 años cumplía una condena por robo con intimidación a un camión de cigarros. LLevaba 3 años de los cinco que debía pasar en reclusión al momento de la tragedia.

César culpa al Estado y también hace un mea culpa al mencionar la situación actual del sistema penitenciario.

"Si el sistema carcelario no mejora la muerte de los 81 será en vano porque desde hace años viene muriendo gente en las cárceles pero recién ahora se pusieron a trabajar. Esto es lo peor que me ha entregado mi país, es lo más aberrante que muera alguien quemado en una cárcel. Ya van varias tragedias carcelarias en Chile y no habría habido pronunciamiento si nosotros no hubiesemos formado la agrupación. Aquí falta amor al prójimo, y pienso en mi mismo, en la rabia que me da de no haber trabajado por mi hermano y los demás reos de Chile en vida y no esperar que pasara esto", dice enfático César.

César reconoce que este trabajo con las familias, que se han reunido durante un año todos los 8 de cada mes, le ha devuelto un poco la alegría.

"Esto me ha ayudado, me ha sanado un poquito, pero perder a un familiar de esta forma es dificil".

NO SABÍA COMO CONTARLE A MIS HIJOS QUE EL PAPÁ MURIÓ QUEMADO
Nancy Salazar era la esposa de Germain Troncoso, que cumplía condena en la cárcel de San Miguel  desde el 2008. Germaín dejó 3 hijos de 18, 12 y 10 años. Los dos menores sólo se enteraron este fin de semana de la muerte de su padre. La hija mayor ya sabía y lo había ido a ver una vez al penal.

"Mis hijos no sabían que él estaba en la cárcel. Él me pidió que no les diga. Yo les dije que el estaba trabajando lejos y recuerdo que para el terremoto ellos estaban tristes porque pensaban que el papá iba a demorar más en llegar con todo lo que pasó. Este sábado y con la ayuda de una sicóloga le conté a los niños como había muerto el papá ¿cómo se le dice a un hijo que el papá murió quemado?", relata Nancy.

Agrega también que "ese día del incendio llegué a verlo y me encontré con todo eso. Desde ahí tuve que empezar a hacerme la fuerte delante de mis hijos para que no supieran como había muerto su papá, para que siguieran creyendo que él estaba lejos, pero me sorprendí porque ellos ya sabían y no me decían porque no querían verme sufrir".

Días especialmente tristes para Nancy pues junto con la verdad que debió afrontar con sus hijos, ayer se graduó de cuarto medio su hija mayor. Camila era la única que sabía la verdad y había visitado a su padre. Germaín iba a salir estos días de la cárcel e iba a estar con su hija en su graduación. Lamentablemente eso no se concretó.

"Camila quiere estudiar pero no tengo como cumplirle ese sueño. Desde que mi marido murió todo ha sido más díficil económicamente, yo trabajo sólo tres veces a la semana haciendo aseo para poder mantenerlos porque desde ese día también he estado delicada de salud. Muchas preguntas me rodean aunque tengo ganas de salir adelante por mis hijos y por mi marido".

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