Alberto Salas: "Necesitamos hechos: que el diálogo público-privado no sea un diálogo de sordos"

Lleva un mes como presidente de la CPC y ha formado distintas comisiones de trabajo con un objetivo en común, que pasa por crear un ambiente propicio para mejorar el crecimiento, la inversión y la productividad.




¿Qué pasa en Chile? Es la pregunta recurrente que le hicieron durante esta semana en China al presidente de la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC), Alberto Salas, mientras participaba en el encuentro anual de la International Wrought Copper Council (IWCC). Pero aclara -desde allá, momentos antes de tomar un avión a Amsterdam- que la pregunta no se refería al caso Penta, ni a su arista SQM, y tampoco al caso Caval, sino al anuncio de que en Chile se prepara una reforma a la Constitución.

De hecho, la segunda pregunta sobre el mismo tema de varios de los principales productores y consumidores de cobre del mundo, pertenecientes a las más grandes empresas del sector, era: ¿Hacia dónde apuntan los cambios constitucionales?

"Están muy informados, porque muchos de ellos son productores en Chile, pero también en Perú, Estados Unidos, Indonesia, Australia, etc., son compañías multinacionales que invierten miles de millones de dólares, por tanto, la certidumbre es clave para ellos", explica Salas, confesando que "tampoco tenía muchas respuestas que darles".

¿Cómo ha sido su primer mes en la presidencia de la CPC?

Ha sido un mes intenso, de arduo trabajo. Entre las primeras acciones creamos y comenzaron a funcionar las comisiones de Productividad; de Mujer; de Emprendimiento y Trabajo. En estos temas, queremos aportar con una mirada constructiva y de largo plazo, colaborar con el debate público y el gobierno con propuestas concretas, de modo que se cree un clima propicio para el crecimiento, la inversión y el emprendimiento. También formamos un grupo de trabajo especial en materia de libre competencia y, finalmente, hemos prestado nuestra colaboración y hemos ayudado en la coordinación de ayuda a la zona afectada en Antofagasta, donde he ido dos veces.

Y en pleno viaje se informa del cambio de gabinete, ¿qué opina?

Como todo cambio, creo que éste representa una oportunidad para el país, pues se inicia una nueva etapa del gobierno, un segundo tiempo, donde vemos la ocasión para reinstalar en la agenda temas fundamentales, como el crecimiento, para afiatar la alianza público- privada mediante un mayor diálogo y para ir recomponiendo las confianzas entre todos los actores sociales.

¿Correspondía un ajuste de la magnitud de este cambio, en que salieron los dos ministros fuertes del gabinete (Interior y Hacienda), quienes, además, fueron los principales colaboradores de la Presidenta Bachelet durante la campaña y en la preparación de su programa de gobierno?

Si la Presidenta lo decidió así, será porque era lo que ella estimaba conveniente y nosotros lo respetamos.

La trayectoria que tiene el recién nombrado ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, ¿es lo que esperaba el empresariado?

Efectivamente, Rodrigo Valdés es un distinguido economista, con una destacada trayectoria, tanto en el sector público como privado, conoce cómo funciona la economía y la dinámica de la inversión. Confiamos en que su trabajo permitirá mejorar las expectativas e ir despejando la incertidumbre, mejorando así el clima para la inversión. Hemos visto su disposición al diálogo y a articular acuerdos con el sector privado, lo que es un muy buen comienzo. Hoy es fundamental para el país volver a poner el foco en el crecimiento, que es la mejor herramienta para tener más empleo, oportunidades y progreso. Pero el crecimiento pasa por más inversión y eso sólo lo lograremos si se dan las señales y acciones adecuadas que den certeza y confianza a los inversionistas.

¿Qué diferencia a Valdés del ex ministro Alberto Arenas, si ambos deben implementar el mismo programa de gobierno?

Creo que hoy pasamos por un momento económico crítico para la inversión, el crecimiento y la inflación, en un ambiente de desconfianza e incertidumbre que ha hecho muy difícil revertir la situación. No podemos esperar para corregir el rumbo. Para el nuevo ministro de Hacienda, hoy se presenta una oportunidad de dar las señales adecuadas que nos permitan avanzar en un diálogo de verdad, en que se escuche al sector privado, con todo lo que podemos aportar en miras a tener las mejores políticas públicas para dinamizar la economía en beneficio de toda la sociedad.

Entonces, ¿el nuevo ministro de Hacienda le da al empresariado mayor certeza respecto de su antecesor?

Vemos con optimismo su designación y su voluntad de diálogo con el sector privado. Y estamos a su absoluta disposición para colaborar en los desafíos económicos que hoy tenemos y, como le decía, no pueden esperar. Las actuales cifras de crecimiento no son las que Chile merece y eso perjudica a todos los chilenos.

¿Valdés es una carta de garantía para el empresariado de que el foco de la agenda del gobierno tendrá al centro el crecimiento y que ya no sólo se tratará de cumplir con el programa de gobierno?

El ministro tiene como mandato avanzar con el programa de gobierno, viendo cómo éste puede compatibilizarse con el crecimiento y la inversión. Sería importante que pueda actuar sin presiones, priorizando las verdaderas necesidades que tiene el país, lejos de las propuestas efectistas y las señales antisector privado que hemos visto en el último tiempo desde algunos sectores.

Primer encuentro

¿Cuándo espera reunirse con el nuevo ministro de Hacienda y cuál será la pauta de temas?

Mañana lunes me reúno con él. Me gustaría plantearle nuestra visión respecto de cómo ir superando las dificultades en materia de inversión y crecimiento. En la CPC, en la Comisión de Productividad, estamos avanzando en un diagnóstico en el tema de la productividad, porque sabemos que es un factor clave para alcanzar el desarrollo. La idea es contribuir en estos temas, con los equipos técnicos nuestros y del gobierno, con un sentido de urgencia que nos permita tener resultados efectivos en el corto plazo. También le explicaremos nuestras inquietudes respecto de otras reformas, como la del Sernac, la laboral y el proyecto de ley de descentralización, que contiene un capítulo sobre ordenamiento territorial que nos preocupa mucho.

¿Siguen siendo la reforma laboral y el anuncio de reforma constitucional las principales fuentes de incertidumbre?

Ambas son fuentes de incertidumbre. Pero reconozcamos que la reforma constitucional abre un conjunto inmenso de dudas, desde cómo se hace, hasta para qué se hace, pasando por todas las materias posibles de modificación. Y lo he podido comprobar personalmente cuando los inversionistas extranjeros me preguntan preocupados por la reforma constitucional. Algunos han dicho que prefieren esperar que el tema se despeje y postergar por ahora sus inversiones. Esta es una realidad delicada que no podemos negar.

¿Es una buena señal que el ministro Valdés haya declarado que se tomarán un tiempo con la recién nombrada ministra del Trabajo para revisar los contenidos de la reforma laboral?

Lo importantes es hacer las cosas bien, sin apuros, tomándose el tiempo necesario para lograr los mejores resultados. Una pausa en la discusión laboral, espero que sirva para mejorar el proyecto que, como está, no resuelve los temas que plantea.

¿Por qué?

Se centra en la negociación colectiva y deja otras materias fuera que son necesarias para aumentar el empleo y la participación laboral. Todo lo relativo a los jóvenes, las mujeres y la flexibilidad no está presente. Más aún, los temas de conflictividad laboral normalmente no se dan en la negociación colectiva, se dan en las huelgas ilegales, que no tienen nada que ver con la legislación laboral.

¿Debería detenerse la tramitación de la reforma, por lo menos hasta que el país muestre mejores cifras de crecimiento?

Lo que debería ocurrir es que se escuche de verdad a las pymes y a los distintos sectores productivos de la economía sobre el impacto real de la reforma en las empresas y, finalmente, en el empleo.

¿Pero se debería detener?

No se debieran detener las reformas, lo que hay que hacer es mejorarlas y hacer buenas políticas públicas. Nosotros, los empresarios, no nos oponemos a las reformas, pero lo que queremos es que se hagan bien, que nos sirvan a todos mirando el país en su conjunto. ¿Cómo no vamos a ser capaces de construir consensos en los temas que nos afectan a todos de distintas maneras?

Reparos

¿Le presentarán al ministro sus reparos a la reforma laboral?

Vamos a plantearle al ministro los temas que nos preocupan. Entre los principales están cómo van a operar los servicios mínimos en la empresa cuando el sindicato vote huelga; el problema que plantea la definición de servicios mínimos en forma previa a la negociación colectiva y las sanciones en caso de incumplimiento; la extensión de los beneficios de una negociación colectiva, que genera trabajadores de clase A y clase B, y la necesidad de reponer la condena a huelgas ilegales y no pacíficas.

En la misma línea, ¿qué opinión tiene de la llegada de Ximena Rincón como ministra del Trabajo?

Tengo la mejor opinión de la ministra Ximena Rincón. Esperamos que el diálogo sea fructífero, que se tomen en consideración las fundadas inquietudes del sector privado por el impacto que la reforma puede generar en la economía. Los chilenos se merecen una buena reforma laboral que cuide el empleo.

Durante esta semana, la ministra Rincón invitó a la CPC a una reunión, ¿por qué no fueron representantes de todas las ramas?

Como me encontraba en China, le pedí que me representaran en esa cita al presidente de la comisión laboral, Andrés Santa Cruz, y al gerente general de la CPC, Fernando Alvear. Fue una visita de carácter protocolar que no significa que nos estamos arrogando representaciones de otros gremios. No va por esa línea, fue un saludo a una ministra recién asumida y anticipo que prontamente invitaremos a la ministra al comité ejecutivo de la CPC, donde participan las seis ramas empresariales.

Acuerdos

El Banco Central estima que el PIB crecerá entre 2,5% y 3,5% este año, pero el mercado cree que estará más en el piso de ese rango. ¿Cuál es la apuesta de la CPC?

Creemos que estaremos levemente bajo el 3%, o sea, en el rango inferior de la proyección del instituto emisor. Claramente, es una cifra insuficiente.

¿Se pueden recuperar las expectativas? ¿Cómo?

Si el país se lo propone, creo que sí. Pero hay que proponérselo con compromiso. Necesitamos hechos: que el diálogo público-privado no sea un diálogo de sordos, que las reformas sean buenas y justificadas, que se dejen las miradas cortoplacistas de lado y todos actúen responsablemente. Pero, además de eso, se requiere recuperar la confianza dañada, y eso pasa por la transparencia, la adecuada acción judicial en los casos que corresponda y por actuar todos correctamente, dejando las malas prácticas en el pasado.

¿Sería bueno que se hiciera un llamado a un acuerdo nacional pro crecimiento? ¿Ustedes participarían de éste?

Lo principal es tener voluntad y compromiso y nosotros los tenemos. Ahora, cualquier acuerdo más amplio, en la medida en que sea de cara a la ciudadanía, estamos disponibles. Como tenemos que recuperar las confianzas, hay que ser cuidadosos con estos posibles acuerdos, para que sean buenos y, por sobre todo, de cara a la ciudadanía. Estamos disponibles, pero bajo estas condiciones.

Otro de los temas que los han complicado ha sido la reforma tributaria. ¿Esperarán una señal por parte del gobierno en esta materia?

Esperaría que se aclaren las dudas y se despejen las incertidumbres en las materias que no quedaron bien amarradas, como por ejemplo, el acople de los dos sistemas de renta que incorpora la nueva ley.

Ética

Usted lleva un mes como presidente de la CPC, ¿cree que al empresariado le corresponde alguna autocrítica respecto del rol que han jugado como contraparte del gobierno?

Los empresarios siempre hemos tenido una actitud de colaboración con la autoridad y creo que eso nadie podría negarlo. Ahora, siempre se puede mejorar y estamos disponibles para eso.

¿Les corresponde también hacer como gremio un mea culpa respecto del momento político y la polémica institucional derivada de los casos Penta, Caval y SQM?

Hemos reconocido y vuelvo a reiterar que los casos que usted señala son graves y condenables. Nada justifica actuar contra la ley y la ética. Pero seamos justos, la gran mayoría de los empresarios en Chile desarrolla su labor correctamente, con apego a las normas y la moral, respetando las personas y el entorno. Donde todavía hay trabajo por hacer es en sintonizar mejor con la ciudadanía, sus aspiraciones y necesidades. Debemos tener una actitud atenta y abierta a escuchar a nuestros clientes, colaboradores, proveedores y comunidades, de modo de fortalecer la confianza y mejorar nuestra relación con ellos.

El ex presidente de la CPC Andrés Santa Cruz sostuvo que aquellos empresarios que se vieran involucrados en este tipo de temas debían ser expulsados del club, ¿seguirán esta línea?

Cada rama de la CPC ha trabajado estos últimos meses revisando o actualizando su respectivo Código de Etica o de Conducta, para definir procedimientos propios frente a socios involucrados en situaciones reñidas con la ética y la legalidad. De acuerdo a esto, cada gremio define qué hacer en cada caso, lo que podría implicar una sanción, el congelamiento temporal de la membresía o la eventual expulsión si la gravedad lo amerita. La Sonami, por ejemplo, presentó hace un mes su Código de Etica, que contiene un conjunto de principios que orientan las acciones, e incluye la creación de una Comisión de Etica que tiene por objetivo conocer y sancionar -cuando corresponda- los comportamientos de sus asociados. La Cámara de la Construcción ha hecho lo suyo, y todas las ramas lo tienen entre sus tareas prioritarias.

Usted dijo que "la única manera de recuperar la confianza es con transparencia y continuar actuando día a día con apego total a la ley y a la ética". En lo que lleva en la CPC, ¿ha visto algo de eso?

Ciertamente, existe conciencia de que es imperativo de dejar las malas prácticas en el pasado, que, aunque sean minoritarias, han causado gran perjuicio a la confianza a nivel de toda la sociedad. Pero la recuperación de la confianza es un proceso largo. Si aún faltan verdades por conocerse, tanto del ámbito privado como público, ojalá salgan a la luz lo más pronto posible.

Comenta

Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.