Alinear a la organización con los objetivos de la empresa, una tarea pendiente

Una de las condiciones básicas para ser exitoso en un negocio es desarrollar un plan estratégico, preocuparse de revisar periódicamente su estado de avance y comunicarlo a todos los estamentos de la organización para comprometerlos con metas y objetivos específicos.

Sin embargo, los resultados de una encuesta realizada por Penta MG Group indican que las empresas en Chile están fallando en este aspecto: muchas no diseñan estrategias formales y las que lo hacen no los comunican correctamente. Según el estudio, el 63% de las empresas que participaron en la indagación señaló que cuentan con una estrategia escrita y el resto afirmó tener una política "conversada" (oral).

Estas cifras no son -a diferencia de lo que podría pensarse- del todo positivas, a juicio de Rodrigo Briceño, director ejecutivo de Penta MG Group.

"Debería haber un mayor porcentaje de empresas que sí tienen una planificación escrita y formalizada, con prioridades claras de largo plazo y alineamiento entre las distintas entidades de la organización, desde el directorio hasta los mandos medios. Si no hay un planteamiento por escrito, tampoco puede ser comunicado adecuadamente", opina.

Lo que expresa Briceño no se observa en los hechos, ya que el 94% de la muestra afirmó que en la definición de la estrategia se involucra el equipo gerencial y sólo en el 59% de los casos también participaron el directorio y los dueños de la empresa, en el 29% los mandos medios y apenas en el 6% de los casos, los colaboradores y operativos. Esto implica, por un lado, que el papel del equipo gerencial en la planificación y dirección estratégica de las empresas es incluso más preponderante que el de los propietarios de las compañías y, por otra parte, que en la elaboración del plan prácticamente no se considera al resto de quienes forman los equipos de trabajo.

El problema de fondo es que los planes estratégicos debiesen ser un elemento articulador y ordenador dentro de las organizaciones, con una participación relevante de todas las jerarquías que en ellas colaboran, incluso las que se ubican más abajo. "En Chile lo que se ve es una especie de plan estratégico medio autoritario, donde no hay una intervención de la segunda línea para abajo", comenta Briceño.

COMUNICACION Y COMPROMISO
Las consecuencias de estas fallas en el traspaso de información hacia el capital humano se observan en que únicamente el 42% de los gerentes está alineado con la estrategia y un tercio nada más identifica su rol y aporte a la misma. En el caso de los mandos medios, apenas un 8% declara conocer la estrategia y su participación en ella, y el 4% identifica proyectos o acciones para su implementación.

El análisis que hace Penta MG Group es que existe una importante falta de alineación y trabajo integrado, una condición básica a nivel organizacional para el logro de metas, a lo que se añade que se evidencia un incumplimiento de los objetivos de la estrategia, o uno poco satisfactorio, probablemente a causa del escaso compromiso y de un inadecuado control del progreso de la implementación.

"Queda la impresión de que las estrategias se hacen para presentarlas al directorio, no para alinear a la gente. Lo que debería ocurrir es que se hicieran planificaciones para coordinar a todo el mundo en función de los objetivos estratégicos de la empresa", sentencia Rodrigo Briceño.

Aparentemente, la prioridad en gran número de empresas se relaciona más con alcanzar ciertos niveles de utilidad y ventas que con trabajar estratégicamente. Esto, aparte de afectar la identificación de oportunidades de negocios, provoca un nulo involucramiento de estamentos que son críticos en el éxito del desenvolvimiento estratégico de una compañía, puesto que si a nivel interno los colaboradores no entienden su importancia en los objetivos de la organización, difícilmente trabajarán activamente a favor de conseguir esos logros.

PERFIL DEL ESTUDIO
Penta MG Group efectuó la investigación entre octubre y noviembre recién pasados e incorpora las respuestas de gerentes de primera y segunda línea de 54 empresas de todo tipo de rubros, aunque con preponderancia del comercio y la construcción, el 80% de las cuales corresponde a la categoría "grandes"; esto es, con ventas superiores a los US$ 10 millones anuales, de acuerdo con criterios de la Sofofa que toman en cuenta rangos de facturación promedio.

Casi dos tercios, además, tienen una plantilla de entre 41 y 600 trabajadores y en la mitad de los casos su órbita de negocios es tanto local como internacional.