Austria gira a la derecha tras triunfo de partido liderado por joven de 31 años

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El Partido Popular Austríaco ( ÖVP) de Sebastian Kurz se imponía en las legislativas de este domingo. El ultraderechista FPÖ podría ingresar al gobierno.




Confirmando los pronósticos, el actual ministro de Relaciones Exteriores de Austria, Sebastian Kurz, ganó las elecciones legislativas de ayer en ese país y se encaminaba a convertirse, a sus 31 años, en el Jefe de Estado "más joven del mundo", según la BBC. En Europa superará al primer ministro irlandés Leo Varadkar de 38 años y al presidente francés Emmanuel Macro, de 39 años.

El Partido Popular Austríaco (ÖVP) de Kurz, de tendencia conservadora, se impuso en los comicios anticipados con un 31,7% de los votos, por delante del Partido Socialdemócrata (SPÖ) del canciller Christian Kern (26,9%) y del ultraderechista Partido de la Libertad (FPÖ), que alcanzaba el 26% de las preferencias, según las proyecciones de la televisión pública ORF.

"Es hora de cambio en este país. Lo de hoy (ayer) es un fuerte pedido para nosotros, para cambiar este país, y les doy las gracias a todos los que hicieron esto posible. Estoy abrumado, contento, y espero trabajar por Austria", dijo Kurz una vez conocidos los primeros escrutinios. Reiteró que el resultado es "un claro mandato para realizar las reformas y los cambios queridos por los ciudadanos".

Para formar gobierno todo indica que Kurz deberá formar una alianza con la ultraderecha, representada por el FPÖ -que logró un fuerte avance, en 2013 obtuvo el 20,51% de los votos-, dejando de lado más de una década de coalición con el SPÖ, cuyo desgaste y diferencias motivaron el anticipo de estos comicios.

Un pacto entre el ÖVP y el FPÖ significaría un giro a la derecha para Austria. Gran parte de la responsabilidad por el cambio de los conservadores en esa dirección se le atribuye a Kurz. Desde que asumió el liderazgo del partido en mayo, tomó un discurso duro en contra de la inmigración y los musulmanes, muy cercano al de sus posibles aliados. Cerrar las rutas de inmigrantes hacia Europa, limitar a su menor expresión los beneficios monetarios para los refugiados y bloquear la ayuda que reciben los extranjeros, a menos que hayan vivido por cinco años en Austria, fueron algunas de sus propuestas de campaña.

Este acercamiento con el discurso de extrema derecha es la gran oportunidad que ve el FPÖ de volver al poder, luego de perder la elección para la presidencia federal de Austria el año pasado.

Precisamente el vencedor de esa elección, el actual Presidente Alexander Van der Bellen, reconoció el triunfo de Kurz, diciendo que "es el claro vencedor de esta jornada electoral" y agregó que él "pone gran valor en un gobierno proeuropeo".

Los dichos del Presidente apuntan a las posturas de Kurz en el plano continental. La prensa europea destacó que en 2015 criticó la política de refugiados impulsada por la Canciller alemana, Angela Merkel, que finalmente logró el cierre de la ruta de los Balcanes. También adoptó una línea dura con el Presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, poniendo a Austria como el único país de la UE que quiere el fin de las negociaciones para la adhesión de los turcos al bloque, según The Huffington Post.

El próximo gobierno austríaco tendrá la misión de asumir la presidencia rotativa de la UE durante el segundo semestre de 2018. En ese momento, se espera que las negociaciones por la salida de Reino Unido del bloque estén en una etapa clave. Además, la agencia Bloomberg sostiene que es probable que Kurz intente impulsar políticas de inmigración más restrictivas y respalde la austeridad económica.

Sin embargo, una alianza con el FPÖ es vista con preocupación. En el año 2000 ya se formó una coalición entre ÖVP y FPÖ que desató una oleada de críticas dentro y fuera de Austria, incluyendo sanciones diplomáticas de los demás países miembros de la UE por permitir que un partido ultra llegara al gobierno.

Un nuevo pacto es visto como una posibilidad de alejamiento del eje europeísta París-Berlín, hacia países de la Europa del Este, como Polonia, Hungría o República Checa, que mantienen posturas críticas con Bruselas, especialmente en lo que a materia migratoria se refiere.

Según dijo a EFE el politólogo Thomas Hofer, esta elección "es definitivamente un resultado que refuerza a los dos partidos de derecha, que han aumentado mucho sus votantes". "Los refugiados y la inmigración fueron el gran asunto de la campaña electoral, también en relación al abuso de ayudas sociales o el mercado laboral, una temática que ha beneficiado a los partidos conservadores", agregó .

Para Hofer, "la política que se ha producido desde la entrada de Austria en la UE en 1995, en la que la mayoría de veces se ha ido junto a Alemania en los grandes temas, posiblemente cambie".

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