Brad Pitt: la estrella que hoy privilegia estar detrás de cámaras

El director inglés Steve McQueen agradece emocionado a Brad Pitt, expresando que "sin él, este filme no se hubiera realizado". La escena transcurre minutos después que Will Smith anunciara a 12 años de esclavitud como la ganadora y corresponde a la pasada edición de los Oscar, donde Pitt recibió su primera estatuilla. La Academia lo premió por su faceta menos conocida, la de productor, tras ignorarlo en tres ocasiones como actor. En agosto, en la ceremonia de los Emmy, fue galardonado como productor ejecutivo por The normal heart, película de HBO.  Así, Pitt en menos de cinco meses se quedó con los premios más importantes del cine y la TV gracias a labores fuera de cámara.

Ambos hechos grafican que su versión como productor ha tenido más éxito que en su faceta como actor. Sin ir más lejos, su próximo estreno en salas chilenas se acopla a esa línea. Corazones de hierro (22 de enero), donde encarna al líder de un escuadrón que busca internarse en líneas nazis, cuenta con su producción ejecutiva.

Un viraje profesional que tuvo su origen en la creación de la productora Plan B, que fundó en 2002  con Jennifer Aniston, su pareja en ese entonces, y Brad Grey, CEO de Paramount. El primer paso de la firma fue asociarse con Warner, para hacer Troya, Charlie y la fábrica de chocolates y Los infiltrados. Justamente, esta última se llevó el Oscar a Mejor Película en 2007, pero Pitt no obtuvo el galardón: la Academia decidió que solo un productor fuese acreditado y el elegido no fue él.

IGUAL DE POPULAR

Pitt, el hombre que salió del anonimato gracias a un pequeño rol en Thelma & Louise, en esos años se preocupó más de conseguir éxitos de taquillas en roles livianos que de buscar proyectos de renombre. Además de Troya, participó en La nueva gran estafa y Sr. y Sra. Smith. Pero eso no tardaría en cambiar. Hasta 2010, solo había estado en dos películas de Plan B (Troya y El asesinato de Jesse James por el cobarde Robert Ford), mientras desarrollaba su carrera en títulos relevantes sin vínculos con su empresa. Aunque en ese lapso no se erigió con ningún éxito, fue ganando respeto con destacados papeles. Babel, Quémese después de leerse, El curioso caso de Benjamin Button y Bastardos sin gloria fueron sus filmes más sobresalientes en ese período.

El curso de su carrera tomó un brusco giro al año siguiente, con los estrenos de El árbol de la vida y El juego de la fortuna, ambas encabezadas por él y producidas bajo el alero de Plan B, títulos que darían comienzo a un período de freno de su carrera actoral. Eso se ilustra afinadamente en que, desde entonces, El abogado del crimen ha sido la única película que ha protagonizado y que no es parte de su compañía.

Sin embargo, su nueva vida profesional no ha mermado su popularidad. Combinando ambas facetas, tuvo sus mayores éxitos en 2013, con Guerra mundial Z y 12 años de esclavitud. La primera se ubicó entre las 15 más taquilleras del año; y la segunda se alzó como la gran ganadora de los Oscar.

De hecho, ceder terreno en el campo actoral ha traído retribuciones. A su Oscar y Emmy, se sumará el 24 de enero el Visionary Award del Sindicato de Productores. Hace un mes, el gremio anunció que Plan B recibirá este premio por "producir historias que han dado vida nueva a algunos de los más esenciales episodios de nuestra historia". El reconocimiento será otorgado en la gala anual, en cuyas nominaciones fue obviado el caballo de batalla de la compañía para esta temporada, Selma, sobre Martin Luther King. La película también fue ignorada de cierta forma por los Oscar, puesto que si bien entró en la categoría principal, solo sumó Mejor Canción Original.