Brady y Patriots vuelven a Super Bowl; enfrentarán a Falcons
Luego de arrollar a los Pittsburgh Steelers, New England será parte de la emotiva final del 5 de febrero.
En su temporada de redención, Tom Brady ha conseguido un nuevo viaje al Super Bowl.
Tras comenzar la campaña suspendido cuatro encuentros por el escándalo de los balones desinflados, el quarterback condujo el domingo a los Patriots hacia una victoria aplastante por 36-17 sobre los Steelers de Pittsburgh, para que Nueva Inglaterra impusiera un récord, al avanzar por novena ocasión al gran partido.
Brady disputará el séptimo Super Bowl en su carrera. Lanzó para 384 yardas, la mejor cifra en playoffs en la historia de la franquicia, incluidos tres envíos de anotación, en lo que fue la séptima final consecutiva de la Liga Americana disputada por Nueva Inglaterra.
Los Pats son favoritos por tres puntos para derrotar a Atlanta dentro de dos semanas en Houston. Ahí buscarán su quinto título del Super Bowl con Brady como mariscal de campo y con Bill Belichick como entrenador.
La séptima aparición de Belichick en un superdomingo representa un récord para cualquier entrenador.
Roger Goodell, el comisionado de la NFL, impuso la suspensión a Brady por el uso de balones inflados a menos presión que la reglamentaria en la final de la Americana disputada ante Indianápolis en 2015. Sin su quarterback, los Patriots lograron comenzar la temporada con una foja de 3-1. Ya con él, concluyeron con un récord de 16-2.
Desde el retorno de Brady en la quinta semana de la campaña, la única derrota de Nueva Inglaterra llegó en casa, ante Seattle. Y Brady, de 39 años, tuvo uno de sus mejores años en una carrera que algún día lo catapultará al Salón de la Fama.
Con una baja temperatura, semejante a la que había en aquel polémico partido ante los Colts, Brady siguió cosechando victorias, e hizo añicos a la defensiva secundaria de Pittsburgh.
"Esto es mi motivación acá, todos estos compañeros que están frente a mí, estos chicos", afirmó Brady, mientras señalaba al resto de los Patriots e ignoraba las menciones sobre el escándalo. "Los chicos aparecieron hoy para jugar".
El principal destinatario de Brady fue Chris Hogan. El receptor, hace poco un desconocido, encontró espacios abiertos en todos los rincones del terreno ante la endeble secundaria.
Hogan atrapó nueve balones para 180 yardas y dos touchdowns.
El otro receptor, Julian Edelman, añadió ocho ovoides capturados para 118 yardas y una anotación. Brady igualó el récord de Joe Montana, con nueve actuaciones de tres pases de touchdown en los playoffs.
Asimismo, Brady consiguió su undécimo partido de postemporada con 300 yardas, mejorando su propio récord de la NFL. Completó 32 de 42 envíos.
"Ganamos de formas muy diferentes y en circunstancias distintas", resaltó Brady. "La fortaleza de espíritu es lo más importante, y este equipo la tiene. Veremos si podemos escribir un final feliz".
El final de Pittsburgh (13-6) no lo fue. Perdió al corredor estelar Le'Veon Bell en las postrimerías del primer cuarto, por una lesión de ingle. Pero ello pareció importar poco, ante los errores que cometieron los Steelers en todas las facetas del juego, algo inusitado para una franquicia que disputó su 16ta final de conferencia, un récord.
Pittsburgh, el equipo que más veces ha ganado el Super Bowl, con seis, y que más partidos de postemporada ha disputado, con 36, se fue diluyendo bajo la lluvia.
"Debemos ser capaces de superar estas cosas", dijo el entrenador de los Steelers, Mike Tomlin. "Las lesiones y todo lo demás es parte de este deporte. La realidad es que no hicimos las jugadas en ningún aspecto".
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