Canal 13 potencia programas de costos acotados ante la crisis de la industria

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Hola y adiós, que conduce Monserrat Álvarez y grabado en el aeropuerto, tendrá segunda temporada. Se espera lo mismo para el espacio de conversación Diana.




Salir a competir en el horario prime son palabras mayores, y bien lo sabe el equipo de Contenidos de Canal 13; el mismo que hace Hola y adiós.

En un principio, el programa que conduce Monserrat Álvarez desde el aeropuerto iría en el bloque cultural de los sábados en la tarde, pero por decisiones ejecutivas, fue programado a las 22.30 horas de los martes, lo que significa competir directamente con la teleserie del momento, Perdona nuestros pecados, de Mega.

"Uno sabe el terreno que está pisando, porque así es la tele. Creo que hemos conseguido un muy digno segundo lugar, porque somos una alternativa que contraprograma", declara Álvarez.

El martes 14 de noviembre fue el estreno del proyecto que sigue en pantalla y que a la fecha acumula 8.8 puntos de rating. "Sabíamos que era imposible pelear contra la teleserie del Mega, pero el rating ha superado nuestras expectativas. Estamos conformes con el rating, y con la venta comercial. No son números tan altos, y si mejoran, fantástico, pero por el momento estamos bien y tranquilos", asegura Carolina Silva, editora periodística de Hola y adiós.

Y claro que el equipo del programa, que también realiza El camino del comediante, está conforme con el rendimiento, ya que pronto comenzará a trabajar en una segunda temporada, la que fue confirmada hace solo unos días.

Lo paradójico es que Hola y adiós fue presentado inicialmente a Jaime de Aguirre, cuando él era el director de programación de Canal 13, y fue él también quien dio el vamos a la idea, pidiendo un piloto. Luego, llegó Sebastián Sánchez a ese cargo, y más tarde arribó Javier Urrutia a la función de director ejecutivo de la señal. A ambos la idea les interesó.

Además de lo bien evaluado que está el espacio, Silva sabe que alcanzar un segundo ciclo tiene también que ver con la nueva realidad de la industria televisiva. Un escenario que busca reducir al máximo los costos de producción, y este programa cumple con aquello, porque no cuenta con grandes invitados, no requiere gran presupuesto -a diferencia de las teleseries o los estelares- y su contenido se basa en las historias que se pueden encontrar en el aeropuerto.

Tampoco se trata de una franquicia extranjera, como sucedió durante años en la pantalla chica, lo que también subía los montos.

"Este programa, al no tener un estudio, es más económico de hacer que muchos otros. El valor de nosotros está en las historias que podemos encontrar, y por eso nos pasamos largas horas en el aeropuerto. Hay que tener paciencia para lograr dar con lo que queremos, pero siempre lo logramos porque el aeropuerto es todo un mundo y siempre hay algo que descubrir", afirma Silva, que trabaja junto a otras siete personas. Básicamente un equipo reducido, otra señal de cómo la pantalla chica se ha ido acomodando a los nuevos tiempos.

Álvarez va más allá y le ve un sentido a hacer un programa de bajo presupuesto: "Soy de esa escuela. Prensa también tiene un presupuesto acotado, pero arma reportajes increíbles, arma historias, porque la realidad da mucho. Nunca he estado en programas con el medio presupuesto. Esto me da esperanza de una tele mejor".

También en noviembre debutó Diana, el estelar de conversación que conduce Diana Bolocco. Hasta ahora han sido 10 capítulos del espacio que realiza el equipo de Entretención, y por donde han pasado nombres como el de Natalia Valdebenito, Benjamín Vicuña y David Bisbal. Su promedio de rating alcanza los 9,7 puntos.

Bolocco también ha tenido que competir con Perdona nuestros pecados, y aunque el resultado ya es conocido, el espacio logró imponerse a la tercera temporada de ¿Y tú qué harías?, de TVN. Se espera que Diana regrese antes de que termine el año, ya que el estelar se desarrolló al interior de Canal 13 como un programa con proyección. Y también cumple con la máxima del ahorro: invitados del mismo canal, o de otras estaciones, sin grandes exigencias, y figuras internacionales que no manejan grandes presupuestos.

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