Cardenales inician hoy reuniones para definir inicio de cónclave papal

Primer domingo sin Papa. Ayer fue el primer domingo en siete años y 10 meses en que los fieles no escucharon el nombre de Benedicto XVI en la oración eucarística durante la misa. En el interregno entre un Pontífice y otro, la llamada sede vacante, los sacerdotes rezan por la Iglesia sin dirigirse al Santo Padre, sino al Colegio Cardenalicio. Es la asamblea de los purpurados de todo el mundo que rige el barco de Pedro en estos momentos. Los que ya hayan alcanzado Roma, hoy se reúnen por primera vez desde que Joseph Ratzinger renunció y volvió a ser "un peregrino". Tendrán que decidir cuándo se abren las elecciones del nuevo jefe de la Iglesia, el cónclave propiamente dicho, y también discutirán sobre los problemas que enfrentará en su mandato.

La Plaza de San Pedro parecía como suspendida, huérfana, en la espera. Benedicto ya no está, su sucesor tampoco. A lo largo de la columnata, en el brazo derecho, los peregrinos hacen fila para entrar a la basílica. Alrededor del mediodía, muchas miradas se dirigieron hacia arriba, hacia la ventana del despacho papal desde donde cada domingo a esa hora Benedicto XVI explicaba el Evangelio con palabras sencillas, rezaba el Angelus y finalmente impartía la bendición Urbis et Orbis. A las 12 de ayer, sólo retocaron las campanadas. Feligreses o grupos de religiosos llegados a Roma para rezar en este delicado momento de vacío o sólo turistas curiosos para presenciar un evento histórico: todos echaron manos al celular o a la cámara para fotografiar las persianas cerradas de la ventana en la última planta del Palacio Apostólico.

Mientras, entre bastidores, dentro los palacios de la Santa Sede, hierven los preparativos para las reuniones de los purpurados que empiezan hoy. Las congregaciones generales están convocadas por el cardenal decano Angelo Sodano, a las 9.30 en el Aula Nueva del Sínodo. Tienen que acudir los menores de 80 años, que tienen derecho de voto en el cónclave, pero también los mayores, que sólo participan en estas fases previas de rezo y reflexión, sin poder entrar a la Capilla Sixtina cuando llegue el momento. En la primera cita, los cardenales se encuentran para despachar las cuestiones prácticas vinculadas con su permanencia en la ciudad: se registran, fijan un presupuesto, sortean el número de habitación que ocuparán los electores en la Casa Santa Marta, donde estarán aislados durante las pausas del cónclave. A las 17 horas, volverán a reunirse para decidir si consideran que deban seguir citándose dos veces al día o basta con una.

La convocatoria enviada por Sodano recuerda que hasta cuando no se hayan incorporado todos los electores (115, de momento), los cardenales no pueden establecer la fecha del ingreso al cónclave. Sólo 66 purpurados han llegado hasta ahora a Roma. Otros 75 residen permanentemente en la urbe o en la Ciudad del Vaticano. El Colegio Cardenalicio está compuesto por 207 purpurados.