Claudia Di Girólamo lidera montaje con 30 actores

Aquí están fue creada por la actriz a partir de un taller con niños familiares de desaparecidos.




Trazo grueso, colores fuertes. El típico mural escolar con dibujos infantiles expuestos al orgullo paterno despertó hace más de un año una asociación y una pregunta. Claudia Di Girólamo recordó las fotos de detenidos desaparecidos, una junto a otra, todas en blanco y negro, y pensó cómo se verían en colores. Ahí nació la idea que el 11 de septiembre ocupará la explanada del Museo de la Memoria, mostrando a 15 detenidos desaparecidos desde el recuerdo de sus familias y el colorido retrato de niños que no conocieron.

Aquí están es una intervención en la que participará buena parte de los actores más destacados del país. José Soza, Héctor Noguera, Sergio Hernández, Daniel Alcaíno, Rodrigo Soto, Luis Gnecco, Marcelo Alonso, Amparo Noguera, Catalina Saavedra, Francisca Gavilán, Delfina Guzmán, Antonia Zegers y Blanca Lewin son parte de los 30 actores que integran el proyecto dirigido por Claudia Di Girólamo y Rodrigo Pérez.

Al fondo, sobre el muro negro donde termina la explanada, se colgarán retratos en acrílico que pintaron los niños de 15 familias de detenidos desaparecidos. Cada uno de ellos muestra la imagen que los pequeños armaron de esos parientes a los que no conocieron a partir del relato de sus familias. A su vez, esos relatos serán parte de los textos que presentarán los actores.

Una espiral de sillas y claveles ocupará la explanada. "Es un acontecimiento que tiene la mayor sencillez posible", cuenta Di Girólamo. Ahí el primero en hablar será José Soza, que leerá el último discurso de Salvador Allende. Luego, los 15 actores y 15 actrices comenzarán la presentación del recuerdo de los desaparecidos. Cada uno leerá un caso, contando el recuerdo familiar junto con los datos duros que se conocen de su desaparición. Y ese relato se repetirá entre las 16.00 y las 19 horas, como una letanía.

"No habla desde el dolor de la represión, sino de cómo vivían sus sueños, su familia, sus utopías; qué les gustaba hacer, qué música escuchaban, qué bailaban, qué les daba pena. Se conforma un ser humano distinto al de la foto en blanco y negro, un ser humano con gustos, vida familiar. Es reconstruir a la persona, no a la víctima", explica la directora.

Los relatos familiares y los retratos de los niños se realizaron en un taller que fue parte del proyecto y que implicó asesoría sicológica permanente. Pérez y Di Girólamo han hecho la dramaturgia de los textos, que los actores comprometidos sólo conocerán el mismo día de la intervención.

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