Comprender la cultura escolar
Conozca esta clase del curso dirección estratégica en educación impartida en la segunda versión del diplomado en gestión directiva de organizaciones escolares realizado por la Pontificia Universidad Católica de Chile.
Un concepto recurrente a la hora de caracterizar el mundo escolar es el de cultura. Es un concepto bastante amplio y alude tanto a aspectos simbólicos como materiales. Pero en un sentido más operacional y aplicado a las escuelas, refiere a los modos de pensar, sentir y actuar que caracterizan la organización escolar y a las prácticas de las personas que interactúan en ella.
Al conocer y relacionarnos con alguna escuela en particular, observaremos que es un mundo muy singular y que fácilmente puede distinguirse de otras. Esta identidad se aprecia, por un lado, en contenidos explícitos que se expresan en los valores y en el proyecto pedagógico que gestiona el equipo directivo. Por otro, es un conjunto de principios, reglas y estilos de comunicación que funcionan como creencias y pautas implícitas para dar sentido y orientar las prácticas e interacciones al interior del establecimiento. Estas identidades y diferencias las aprecia muy bien un estudiante cuando se cambia de un colegio a otro; un profesor cuando compara su experiencia de trabajo en diferentes establecimientos, o los padres cuando evalúan opciones para seleccionar un establecimiento para su hijo.
Numerosas experiencias y estudios demuestran cómo las tradiciones una de una organización contribuyen al éxito de sus resultados. Por ejemplo, los establecimientos municipales que consideramos "emblemáticos" basan gran parte de su éxito en la cultura que los caracteriza y en un conjunto de sentidos y orientaciones simbólicas que conforman una identidad particular. Al mismo tiempo, existen muchos ejemplos que dan cuenta de las dificultades y resistencias que afectan a las reformas educativas y a los proyectos innovadores cuando no consideran las tradiciones, prácticas y experiencias de la cultura y realidad particular.
Existen una variedad de técnicas e instrumentos para estudiar la cultura escolar. Entre ellas recomendamos los estudios de caso, el análisis de situaciones críticas y las entrevistas (ver figura). Se trata de técnicas que nos ayudan comprender los elementos culturales que están presentes en una realidad o situación particular y favorecen o inhiben la solución de problemas o conflictos organizacionales. Son herramientas para el trabajo profesional y ayudan a directivos a comprender con mayor profundidad su contexto de trabajo y evaluar alternativas de intervención que tengan sentido y viabilidad organizacional.
Los directivos pueden ser buenos observadores de su propia organización y ejercer liderazgo al saber interpretar su cultura. Por otra parte, los diálogos y entrevistas constituyen un valioso ejercicio de intercambio de información. Porque no sólo es importante poner atención a lo que las personas hacen, sino también a qué dicen al respecto, ya que ello permitirá entender pensamientos, opiniones, argumentos y opciones personales.
Las realidades culturales son diversas y complejas, pero raramente arbitrarias; los elementos y comportamientos tienen alguna razón de ser y, en ese sentido, al observar, céntrese en descubrir qué forma adquieren (cómo se manifiestan), qué significado le adjudican los individuos (el por qué), qué función cumplen dentro de la organización (para qué sirven y qué utilidad tienen) y qué usos se les da (cómo se utiliza dicho elemento o comportamiento). Finalmente, las prácticas de observación y escucha le darán al directivo la oportunidad de ampliar su perspectiva estratégica y comprender qué piensan y hacen los involucrados al implementarla.
UN ESTUDIO DE CASO
"El profesor de matemáticas de 2° ciclo de la Escuela Central está muy motivado en el colegio y sus alumnos manifiestan satisfacción con sus clases. Ha solicitado al director apoyo para perfeccionarse en la producción de cómics, lo que desde su perspectiva le permitirá enriquecer sus clases y motivar más a sus estudiantes. El equipo directivo ha confirmado desde distintas fuentes que los alumnos de este ciclo tienen déficit en matemáticas, y particularmente en geometría, donde no alcanzan la cobertura mínima según el currículum".
Con frecuencia observamos situaciones en que aparentemente los objetivos de la organización se oponen a las preferencias de algunos de sus miembros. Pero también la situación puede ser interpretada como la tensión entre una mirada tradicional del perfeccionamiento docente respecto al interés por experiencias de mejora educativa. Por otra parte, las escuelas acceden a mayores posibilidades de fondos para el desarrollo docente, y en consecuencia existen oportunidades para que directivos y profesores se perfeccionen.
Dado este episodio y si usted estuviera involucrado en la decisión de perfeccionamiento del profesor de matemáticas: ¿Qué perspectiva adoptaría?, ¿cuál es el conflicto?, ¿qué efectos tendría una u otra de las opciones en tensión? Finalmente ¿cómo resolvería esta situación?
EL PROFESOR COMO TALENTO
Ingeniero civil industrial, magíster en Ingeniería de la Pontificia Universidad Católica de Chile y MBA de la Universidad de Wharton, Rodrigo López Díaz (31 años), se encuentra actualmente cursando un doctorado en gestión de la educación en la Universidad de Pensilvania.
"Desde siempre me ha gustado la educación. Sin embargo, me daba cuenta de que muchas de las personas vinculadas a ella no abordaban el tema desde el punto de vista de las organizaciones de trabajo", puntualiza Rodrigo. Es así como se ha propuesto entender las buenas prácticas que existen en las organizaciones y traspasarlas al modelo educacional.
Y en ese sentido, plantea tres definiciones que tienen que estar claras antes de comenzar a buscar a quienes se harán cargo de la educación de los niños: definir las expectativas y medir los avances; y determinar cómo se van a retener los talentos.
En todo ese proceso, el director es clave: tiene la labor de hacer carne la misión del colegio, traspasar esos objetivos para que sean entendidos por todos, explicitar las cargas de trabajo, potenciar los talentos, definir las metas y gestionar un proceso de retención de talentos. "Los profesores deben sentirse a gusto en el escenario en el cual desarrollan su labor. Y eso pasa por muchos factores, en los que la figura del director es la más influyente. Es él quien debe asegurarse de que ese profesor siga haciendo el buen trabajo que tiene que hacer", puntualiza.
En este trabajo, el director enfrentará barreras culturales importantes. Por ejemplo, muchos no aceptan feedback y consideran que la sala de clases es sagrada. "En educación, la manera de mejorar es a través de la evaluación", finaliza.
Investigue más sobre las opciones de formación de directivos escolares en la plataforma online del curso Dirección Estratégica en Educación de la UC o visitando los sitios http://educacion.uc.cl/ y en http://www.educacioncontinua.uc.cl/
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